Brian Chen - The New York Times
El dispositivo de seguimiento del sueño, Oura Ring 4, es una mini computadora de 350 dólares que se usa en el dedo como una joya. El interior del anillo está equipado con pequeños sensores que recogen datos como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el movimiento, con el objetivo de rastrear los patrones de sueño del usuario y detectar problemas que puedan causar un mal descanso.
El nuevo Oura Ring llega en un momento en que todos somos más conscientes sobre la importancia del sueño, lo cual impulsa una industria multimillonaria dedicada a mejorar la calidad del descanso. Esta industria incluye productos como colchones que detectan ronquidos, despertadores que simulan el amanecer y ventiladores de aire fresco para las camas.
El Oura Ring también funciona como un rastreador de actividad física, contando pasos y actividades como escalada en roca, boxeo y fútbol, compitiendo directamente con dispositivos de ejercicio de compañías como Apple, Fitbit y Garmin.
Oura Labs no solo quiere que compres el anillo, que puede costar hasta 500 dólares (depende del color que elijas). También quiere que pagues 6 dólares al mes por análisis detallados del sueño y otros servicios. Con el tiempo, el anillo se convierte en una compra bastante costosa.
¿Vale la pena? Como padre de un recién nacido que constantemente lucha por dormir, soy perfecto para probarlo.
Así fue la semana con Oura Ring 4
Días 1 y 2
Cuando recibí el anillo lo coloqué en su estación de carga y lo conecté con la aplicación Oura, que descargué en mi teléfono. Me lo puse en el dedo medio derecho y seguí con mi día.
Los datos registrados por Oura rápidamente se volvieron confusos. La aplicación Oura dijo que me acosté a las 9 p.m. y me desperté siete veces antes de levantarme oficialmente alrededor de las 8 a.m. A pesar de eso, la aplicación calificó el sueño de esa noche como "Bueno".
La aplicación Oura también dijo incorrectamente que había caminado más de 11.000 pasos el viernes, lo que suma más de 8 kilómetros, a pesar de que pasé la mayor parte del día conduciendo.
Días 3 y 4
El sábado por la noche, mi bebé se despertó alrededor de las 11:30 p.m., y me quedé despierto durante una hora para cuidarla antes de volver a dormir.
El domingo, conduje de vuelta a casa, paré en una tienda de mascotas para bañar a mis perros, y cuando llegué cociné. La aplicación registó mis movimientos durante el baño de los perros y la preparación del almuerzo. Sugería que etiquetara esas actividades como tareas domésticas. Esto me pareció ridículo; soy una persona bastante activa que no contaría secar a un perro con un secador o sacudir una sartén como ejercicio. El proceso de volver atrás y etiquetar las actividades también me pareció ineficiente. Para mí, es mucho más fácil registrar el ejercicio en un Apple Watch al tocar un botón para comenzar a rastrear un entrenamiento.
Días 5 y 6
El lunes por la tarde, fui al gimnasio. Esa noche, me fui a la cama alrededor de las 10 p.m. Mi bebé se despertó alrededor de las 2 a.m., y me levanté para alimentarla durante media hora antes de volver a dormir hasta las 7 a.m.
A la mañana siguiente, la aplicación Oura dijo que había tenido una mala noche de descanso, durmiendo solo de 2:30 a.m. a 7 a.m. No registró las primeras cuatro horas de sueño.
Oura dijo que esos momentos no se registraron porque me movía demasiado, lo que indicaba un sueño inquieto, que no cumplía con los umbrales de su algoritmo. Pero dormí bien y me sentí descansado.
La aplicación también dijo que detectó una siesta el lunes por la tarde, cuando en realidad estaba leyendo un libro en la cama.
Conclusión
El Oura Ring probablemente sería útil para personas con horarios de sueño relativamente normales. Pero podría no ser adecuado para quienes más lo necesitan: personas con horarios de sueño irregulares e interrumpidos.
En resumen, no me convence el registro manual de datos, desde siestas hasta tareas domésticas, que es parte de la experiencia de usar un Oura Ring. Esto derrota un poco el propósito de un rastreador de actividad automático y me hace mirar mi teléfono más a menudo de lo que me gustaría.