Un buen descanso puede salvar vidas: el impacto del sueño en los accidentes de tránsito

Un alto número de conductores padece somnolencia; incluso son más que la cantidad de conductores alcoholizados.

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Conductor cansado, durmiendo
Conductor cansado.
Foto: Freepik.

Por Jesús Costa
El sueño es una función biológica fundamental para mantener el equilibrio de nuestra fisiología. En el sueño profundo, a través del sistema glinfático y especialmente si se duerme de forma lateral, se eliminan sustancias tóxicas generadas por el metabolismo durante la vigilia. Si no son eliminadas, éstas producen alteraciones en el humor y falta de atención y de concentración.

En esta etapa del sueño también se reequilibra el sistema inmunológico, se reparan tejidos y se gana energía para el día siguiente.

Una mala calidad de sueño puede producir somnolencia diurna excesiva, lo cual incide negativamente en nuestras actividades cotidianas. Estudios internacionales han demostrado que la fatiga y la somnolencia de los conductores son la causa del 20 a 25% de los accidentes de tránsito.

En nuestro país, en promedio, muere más de una persona por día como resultado de siniestros de tránsito, y es la causa de muerte más frecuente en menores de 30 años. Un alto número de conductores padece somnolencia; incluso son más que la cantidad de conductores alcoholizados.

Un factor que genera somnolencia diurna es la vigilia prolongada. Se ha verificado que una jornada de 17 horas de vigilia produce un déficit de atención equivalente a la ingesta de 0,05 g/dl de alcohol en sangre. Con este conocimiento, los tests de alcoholemia deberían ser complementados con test de alerta y atención.

También hay factores de riesgo farmacológicos que pueden producir fatiga, somnolencia y micro sueños durante el día; por ejemplo, la ingesta de medicamentos como ansiolíticos e hipnóticos. Otros fármacos, como los antihipertensivos y antidepresivos, alteran la calidad del sueño y enmascaran la somnolencia diurna.

Hay estudios que muestran un importante deterioro en la salud de los transportistas, tanto de corta como de larga distancia. Se ha observado alta prevalencia de estrés laboral, que se manifiesta en irritabilidad, pérdida de la calma con facilidad, fatiga permanente, sobrepeso, obesidad e hipertensión.

El factor humano es el más frecuente como causa de accidentes de tránsito. Es fundamental tomar conciencia de la importancia de una buena calidad del sueño para disminuir los riesgos al conducir un vehículo: un buen descanso nos proporciona atención y concentración, permitiéndonos tomar decisiones rápidas y precisas ante situaciones imprevistas.

CONOCÉ A NUESTRO COLUMNISTA
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Jesús Costa.
Foto: Leonardo Mainé.

Doctor en Medicina. Posgrado en Homeopatía y en Psiconeuroinmunoendocrinología. Director de Medicina Biologica Vitalista y miembro Académico de la Organización Internacional para la Capacitacion e Investigacion Medica (IOCIM).

Está en www.jesuscosta.com.uy

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