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El sueño se divide en ciclos y despertar entre ellos causa menos malestar, sin embargo, un neurólogo explica que, como la duración varía, el cálculo simple de las horas no suele funcionar.
¿Pero y si hubiera una manera de programar la alarma en una ventana exacta de tiempo en que el sueño no está tan profundo y que el despertar sea menos sufrido? Eso es lo que promete una práctica que se ha viralizado en las redes sociales: la del conteo de los ciclos del sueño.
La técnica ganó adeptos especialmente después de que la influencer digital Gabi Brandt publicara sobre el tema para sus 2,4 millones de seguidores en TikTok. En el video, dijo que, desde que comenzó a adoptar el cálculo de los ciclos, se despierta "hermosa, como en una película de princesa".
La promesa parte del hecho de que el sueño se divide en ciclos, y que despertarse al final de uno de ellos causa menos malestar.
Lucio Huebra, neurólogo y médico del sueño del Hospital Sirio-Libanés, en São Paulo, dice que eso es realmente cierto, pero explica que el simple cálculo de las horas no es eficiente para saber si la persona realmente está al final de un ciclo.
"Los ciclos existen, pero son muy variables, la duración de cada uno cambia según la persona, la edad, de una noche a otra. Incluso a lo largo de la misma noche, los ciclos pueden ser diferentes. Entonces, aunque existe una base, no es tan matemático, no tiene mucho sentido calcular periodos de 90 minutos para definir la hora de despertar. No dará la certeza de que estás despertando al final de un ciclo de sueño".
¿Qué es la técnica y los ciclos del sueño?
Las publicaciones afirman que el sueño se divide en ciclos de 90 minutos cada uno, y que programar el despertador al final de uno de estos ciclos sería ideal para despertarse bien dispuesto. Para ello, sugieren incluso utilizar ChatGPT para calcular las opciones de horarios. Basta con informar al chatbot sobre la hora en que se fue a la cama y pedirle que haga el cálculo sobre la hora de término de cada ciclo.
Huebra explica que el sueño realmente se divide en ciclos, pero que duran en promedio entre 90 y 120 minutos cada uno. En total, se realizan de 4 a un máximo de 6 ciclos por noche. Cada uno de ellos involucra cuatro etapas del sueño, comenzando con el llamado NREM 1 (superficial), pasando por el NREM 2 (intermedio), NREM 3 (profundo) hasta llegar al sueño REM. Cuando el REM termina, el ciclo se cierra y comienza otro.
"A lo largo de la noche, el N1 representa el menor porcentaje, dura aproximadamente el 5% del sueño, el N2 el mayor, alrededor del 50%, 55%, y el N3 y el REM tienen una duración parecida, del 20% al 25%. En el REM es cuando predominan la mayoría de los sueños, el umbral del despertar es muy alto, rara vez despertamos de forma natural en esta etapa. El N3 y el REM son los más difíciles para despertar, son los que dan la sensación de embriaguez del sueño, de malestar. De hecho, despertamos más dispuestos en una etapa N1 y N2, que son fases en las que el umbral del despertar es más bajo", cuenta.
Sin embargo, refuerza que es difícil establecer con precisión la duración de estos ciclos. Además de que la propia media entre las personas varía considerablemente, los ciclos de un individuo en particular no son siempre iguales. El especialista explica, por ejemplo, que en la primera mitad de la noche, los ciclos tienen una mayor proporción de sueño no REM, es decir, del N1, N2 o N3. Ya en la segunda parte, este sueño llamado de ondas lentas disminuye, y el REM aumenta, lo que influye en la duración del ciclo en su totalidad.
El neurólogo dice además que las aplicaciones que prometen identificar los ciclos del sueño mediante factores como la pulsación de la persona o el movimiento en la habitación, en lugar de solo contar los 90 minutos, tampoco garantizan un resultado preciso:
"Para saber exactamente la etapa del sueño, se necesitarían electrodos, monitoreo de la actividad cerebral y muscular; solo con este análisis más complejo es posible definirlo con precisión".
Cómo despertarse mejor
Huebra dice que el método más eficiente para garantizar que la hora de levantarse de la cama será menos sufrida y entre los ciclos de sueño sería despertarse sin despertador, pues el propio cerebro despertará en las etapas más superficiales.
Pero, como esto no es posible para la mayoría de las personas, orienta que una estrategia es intentar al máximo dormir sin alarma para que la persona conozca cuáles son sus hábitos ideales de sueño, como a qué hora suele despertarse naturalmente y cuál es la duración de su sueño, y entonces pueda utilizar esta información para planificar mejor la noche:
"La mejor forma es conocer bien tu sueño, y este conocimiento se adquiere con el sueño natural, sin uso de medicamentos y sin despertador. Una vez que se entiende este patrón, se entenderá mejor la hora más común de dormir, de despertarse y la duración del sueño. Con esto, podemos tener una mejor idea del momento que sería más cercano al ideal para dormir y despertar".