Luz Domínguez/El Tiempo GDA
Muchos piensan que para tener una vida saludable hay que meterse en un gimnasio o tener un entrenador personal, sin embargo para ejercitarse no es necesario hacer grandes esfuerzos para lograrlo.
El caminar todos los días, puede ser una alternativa para quienes no desean tener un gran esfuerzo físico, simplemente hay que ponerse el calzado adecuado y salir a dar unos pasos.
La pandemia trajo muchas situaciones que cambiaron la vida de cada quien, entre esos el teletrabajo, el cual ha hecho que muchas personas se vuelvan sedentarios por pasar mucho tiempo sentados en frente de un escritorio.
Sin embargo, se puede atacar esta condición con caminatas de intensidad leve, que pueden favorecer la salud cardiaca, proteger la presión arterial y tener unos niveles adecuados de glucosa.
Un estudio realizado por la Universidad de Limerick de Irlanda, evalúo a personas que tienen sedentarismo por estar sentadas largos periodos de tiempo, y lo que ocasionaría en su salud tener algunos periodos de actividad, como por ejemplo el caminar.
De acuerdo con la investigación, los participantes fueron adultos mayores de 18 años a quienes se midió su salud cardiometabólica.
Se analizó la diferencia sobre la salud de personas que habían permanecido sentadas de forma continua en el día y quienes habían interrumpido este sedentarismo con algún tipo de actividad física que no implica un gran esfuerzo.
Los resultados fueron que quienes hacen interrupciones cortas en este tipo de sedentarismo, observaron una reducción en la glucosa postprandial en comparación con aquellos que permanecen sentados de manera prolongada.
A pesar de qué el estudio no concreta cuánto tiempo hay que caminar diariamente, si menciona que lo adecuado es caminar después de cada comida, puesto que se analizó que existe un beneficio acumulativo a largo plazo.
De esta manera los investigadores buscaban que quienes participaron de análisis realizaran cortos paseos de manera intermitente y que durante el día pudieran acumular al menos media hora caminando.
El estudio señaló que luego de qué estas personas realizarán estas caminatas continuas, observaron un 17% de reducción en la glucosa, a diferencia de quienes permanecieron en el sedentarismo.