Para mucha gente, tonificar los brazos es el motivo principal por el cual comenzaron a entrenar. Los médicos deportólogos y los entrenadores lo saben de primera mano, porque una de las preguntas que escuchan más a menudo es: '¿Cómo puedo disminuir la grasa de los brazos?'

Una referente indiscutida en tonificación de brazos es la reina Letizia de España, quien se convirtió en un modelo a seguir para miles de mujeres tras vestir en eventos públicos vestidos o trajes que dejan ver sus brazos marcados.

Además, “cualquier músculo que no se mueva se atrofia y con el tiempo se lesiona, pero uno disminuye la probabilidad de tener lesiones si está acostumbrado a hacer ejercicio físico”, sostiene la médica deportóloga Alejandra Hintze.

La profesional enfatiza en que hay lugares del cuerpo donde se acumula más tejido graso que en otros; por ejemplo, en las mujeres esto sucede en caderas y tríceps, mientras que en hombres en el abdomen.

“La frase popular que dice que cuanto más tonificados estén los músculos más disminuye la grasa, es un mito” destaca. No es que la grasa se convierta en músculo. Para bajar la grasa, lo que hay que hacer es tener un balance energético negativo, es decir, que entren al cuerpo menos calorías de las que se gastan.

Ahora bien, para tonificar los brazos sí se requiere ejercicio físico localizado. Al fin y al cabo: “Lo que molesta no es que exista la grasa, sino que se mueva”, dice Hintze.

“El miedo a los brazos de Hulk es otro mito que hay con el entrenamiento, pero la realidad es que el brazo gigante llega a esa instancia porque complementan con otras cosas como proteínas especiales, esteroides anabólicos o simplemente son personas que se dedican al físico culturismo”, sostiene Francisco Piperatta, el entrenador de los famosos también conocido como Oso Trainner.

Fotos: Freepik.

Piperatta sugiere los siguientes:

1. Push Ups. Pueden hacerse con el propio peso y sin necesidad de elementos externos. Tiene dos posiciones: con brazos abiertos hacia afuera tipo “rana” para trabajar esternón y pecho; o estilo cerrado, donde la línea de los hombros sigue los brazos y se trabajan tríceps y pecho.
   
2. Paralelas o flexiones de brazos. Pueden hacerse contra la pared o entre bancos. Este ejercicio trabaja tríceps y bíceps. En casa, la persona puede poner los pies arriba de una silla y los brazos atrás, en otra silla. Entonces, queda sentada en el aire y flexiona hacia abajo en forma de “L”.
   
3. Curl de bíceps. Como su nombre lo indica, trabaja únicamente el bícep de un modo concentrado. Se hace con bandas elásticas largas o tensores. “Lo pisás con los dos pies y brazos pegados al cuerpo, y los estirás de abajo hacia arriba llegando hasta el hombro”, dice el entrenador.

Piperatta añade que deportes como nadar, hacer tenis o bicicleta son excelentes para alternar con el entrenamiento de brazos porque oxigenan la sangre y mejoran la resistencia.

(Por La Nación GDA)