El Tiempo GDA
El ejercicio es de las prácticas más fundamentales para el ser humano, ya que es funcional para muchos aspectos. El más esencial: hacer más duradera y sana la vida.

En muchas ocasiones se puede crear una relación de amor-odio con esta actividad, pues a muchos les cuesta tener este hábito que ayuda a mejorar la salud mental y, claro, la física.

Si desea comenzar a hacer ejercicio regularmente tiene que tener presente que la disciplina es uno de los factores que debe implementar en su día a día, para así progresar en su físico y sentirse cada vez mejor.

La Organización mundial de la salud (OMS) asegura en sus últimos estudios que practicar mínimo 30 minutos diarios de actividad física son buenos para la salud, por ende no tiene que extender estos tiempos al comenzar con su actividad, porque por obvias razones, su mente y su cuerpo no podrán aguantar tanto movimiento y por consecuencia dejará de lado este progreso.

Acá, cinco pasos para practicar ejercicio en su vida y mediante estos ‘sembrarle’ el hábito de hacerlo todos los días.

1.- Definir qué es hacer ejercicio para usted

La frase ‘hacer ejercicio’ no es muy definida, pues hacer ejercicio puede ser muchas cosas al mismo tiempo y puede adaptarse según las preferencias de las personas.

Por ejemplo, esto puede ser: jugar fútbol, bailar, correr, caminar, ir al gimnasio, nadar, entre otros. Así que lo principal es que defina qué quiere hacer exactamente, mientras más específico sea, será mucho mejor para su progreso.

Un ejemplo muy claro puede ser, en lugar de decir solo “saldré a jugar fútbol”, se recomienda ser más específico y que su propósito sea algo no tan general “saldré a jugar fútbol 20 minutos en las mañanas y 10 minutos en las noches al lado de mi casa”

2. Empiece con el ejercicio más fácil que conozca

Cuándo está por empezar con este hábito, lo primero que debe de tomar en cuenta es empezar con lo que usted pueda hacer y ser muy realista con lo que puede lograr, ya que de nada sirve proponerse una meta muy ambiciosa y renunciar al poco tiempo.

3. Elija una actividad como recordatorio

La función de un recordatorio no es simplemente para no olvidar algún acontecimiento, puede ser también una fuente de motivación, pues al hacerlo genera una cierta presión psicológica, y es clave para formar el hábito que tanto desea.

4. Encuentre una recompensa saludable

En realidad, el ejercicio por sí mismo tiene que ser su recompensa, debido a que tiene múltiples beneficios cómo: verse bien y sentirte saludable. También gracias a esta práctica de forma natural se producen ciertas sustancias que generan placer y bienestar.

No obstante, es probable que al principio su cerebro no se dé cuenta de todos esto, por ello debe ayudarlo con una recompensa, sana y que lo satisfaga de una gran forma.

5. Lleve un registro diario de sus avances

Los humanos se caracterizan por ser muy olvidadizos, puesto que en varias ocasiones son engañados por el inconsciente y generalmente tienden a sobreestimar sus prácticas físicas sin querer.

Así pues, se le recomienda llevar el proceso que ha podido lograr, registrándolo de la forma que desee, pues dicen los expertos que esto le puede generar más motivación. Si llega a lograr diez días seguidos de trabajo físico, usted lo podrán en su registro y podrá ver que si pudo llevar sus objetivos a cabo.