El verano es sinónimo de sol, playa y actividades al aire libre, y los deportes acuáticos son una de las opciones más atractivas para disfrutar de la temporada. Desde el río Uruguay, pasando por el Río de la Plata hasta el océano Atlántico, el país ofrece una gran variedad de experiencias para los amantes del mar y la naturaleza. En esta guía exploraremos propuestas para disfrutar del verano sobre las olas con opciones que se adaptan a todos los gustos y niveles de habilidad.

Si hablamos de deportes en el agua, uno de los más conocidos es el surf. Javier Aguirre, de la Escuela de Surf Los Dedos, en Punta del Este, contó a El País que lo que más le gusta de esta actividad es “la pasión y motivación que genera en las personas, el querer mejorar todos los días y siempre buscar mejores olas”. Lo ideal para quien recién arranca —dijo— es acercarse a una escuela donde encontrará los materiales adecuados, una tabla acorde a su altura, peso y nivel de habilidad, y la instrucción de un profesor.

Su escuela está ubicada en la parada 1 de la Playa Brava y abre de 9 a 19 horas todos los días, si el clima lo permite. Las clases incluyen tabla, traje y un profesor que está en el agua enseñando técnicas y normas de seguridad; los alumnos solo deben llevar traje de baño y toalla para secarse. El costo es de U$S 35 por persona y ofrecen paquetes de cinco o diez clases a un precio promocional.

Foto: Archivo El País.

Otro destino con buenas olas es Rocha. Delfina Morosini, de Clases de Surfing La Paloma, aseguró que el surf la conecta con el momento presente: “El mar tiene la capacidad de hacerte estar totalmente concentrado en cada movimiento, en cada situación. Me obliga a dejar de lado todo lo demás y a enfocarme solo en lo que estoy viviendo ahí”. Recomienda a quienes quieran probar este deporte que confíen en sí mismos y disfruten, que tengan presente que aprender lleva tiempo y que no duden en buscar ayuda e informarse acerca de las playas y las condiciones ideales para surfear.

Brinda clases en distintas playas de la zona según el clima y el nivel de habilidad de los alumnos. Los costos van de $600 para arriba e incluyen todos los materiales necesarios, como tabla y traje a medida. Hay opciones de cuponeras y paquetes promocionales.

Pero no todo pasa arriba de una tabla. Un deporte acuático cada vez más popular es el canotaje, algo que a Jesús Spagnolo, del Club de Canotaje Lago Calcagno, le gusta por “la velocidad, la tranquilidad del agua y cómo te despeja la cabeza”. El club da clases en la sede de la Federación Uruguaya de Canotaje del Lago Calcagno (Tulipán S/N entre Glicina y Venusa, a una cuadra y media de Giannattasio, muy cerca del Parque Roosevelt) y también permite visitas por el día para disfrutar del material náutico de manera recreativa.

“Recomiendo a las personas que se animen a vivir la experiencia, con o sin miedo”, expresó Spagnolo, y agregó que este verano sumaron un parque acuático para grandes y chicos. El ingreso por el día cuesta $300 de lunes a viernes y $400 los fines de semana y feriados.

Foto: Fernando Ponzetto/Archivo El País.

También se puede andar en kayak en el río Uruguay, un paraíso rodeado de canales e islas. Sofía Moreira, de Ecoturismo Farrapos, en San Javier (Río Negro), mencionó que lo que más le gusta de este deporte es que le permite “conectar con el entorno, explorar sus rincones y entender su valor”. Sugiere a quienes inician que se relajen y disfruten el momento. “El kayak es un deporte accesible, pero es importante estar tranquilo y no apresurarse. Es clave aprender las bases, como el manejo del remo y el equilibrio, para sentirse cómodo en el agua”, sostuvo.

En Ecoturismo Farrapos brindan una experiencia de acercamiento a los esteros de Farrapos y las islas del río Uruguay y realizan las salidas en kayak con apoyo de una lancha de seguridad. Una de las actividades más destacadas es la visita al Refugio Panambi —contó—, una construcción de madera para descansar y apreciar el lugar. Ofrecen desayuno o merienda, según la hora, y la propuesta tiene una duración de cuatro horas y media, aproximadamente.

La actividad tiene un costo de $1.500 por persona para un mínimo de 5 participantes y un máximo de 25, debido a la capacidad de carga dentro del parque (a medida que el grupo crece, el precio se reduce). Solo es necesario ir con ropa cómoda, gorro y una botella de agua.

Un deporte que creció en los últimos años es el Stand Up Paddle (SUP), en el que se rema sobre una tabla rígida o inflable. Nathalie Pezzoni, de Samsara Yoga, entiende que lo lindo de esta actividad es que es accesible para todas las personas y que fácilmente permite entrar en un estado de “relax, calma y conexión con la naturaleza”. En caso de practicarlo por primera vez, recomienda tomar un par de clases con un instructor: “Si bien es fácil subirse y remar, hay que saber mucho sobre las condiciones climáticas, que es un factor de riesgo”.

Foto: Ricardo Figueredo.

Este verano ofrece dos propuestas. Por un lado, una salida de SUP Yoga todos los domingos a las 10 de la mañana en la que se enseña a remar en SUP, se hace un paseo remando y luego se practica yoga en las tablas. Por otro lado, una salida en luna llena: se sale al atardecer, se hace una práctica de yoga y luego se ve la salida de la luna desde el agua. Las actividades son en La Barra (Maldonado) —puede haber alguna en la parada 10 de la Playa Mansa— y el costo en ambos casos es de $1.800 por persona. Hay cuponeras a un precio promocional por clase de $1.500.

La lista de deportes acuáticos no estaría completa sin mencionar el kitesurf, el windsurf y el wingfoil. Laura Moñino, de la Escuela Kite & Windsurf Laura, en Laguna Garzón, señaló que lo mejor del kitesurf es que puede practicarse en lugares chicos y con poca agua, del windsurf que permite agarrar gran velocidad, y del wingfoil que brinda la sensación de volar. Cada una de estas disciplinas tiene un tipo de vela y tabla específica, además de que producen sensaciones distintas: “el kitesurf da la posibilidad de saltar en agua plana o en olas, el windsurf de navegar sobre el agua a puro desplazamiento y adrenalina, y el wingfoil de volar con poco viento a mucha velocidad”.

Foto: Escuela Kite & Windsurf Laura.

La sugerencia para quienes se inician en estos deportes es ser persistentes y divertirse sin estrés: “Cualquier actividad en el agua es terapéutica así que hay que disfrutar del proceso de aprendizaje”.

La escuela funciona en Laguna Garzón —entre los departamentos de Maldonado y Rocha—, dentro de los límites admitidos para la navegación a vela. En determinadas condiciones, las clases de wingfoil se brindan en la Playa Mansa de José Ignacio. Cada actividad de una hora tiene un costo de entre U$S 70 y U$S 100 por persona y también hay cursos de más horas a precios promocionales. Además, dan clases, alquiler y guardería de otros deportes como catamarán, remo y SUP, así como travesías y asistencia en el mar.