Ejercicio contra resaca: ¿entrenar al día siguiente para eliminar el alcohol del cuerpo tiene efecto?

Las consecuencias dependerán de factores como la cantidad, si la ingesta es habitual o esporádica y la duración del ejercicio.

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¿Conviene entrenar luego de una noche de parranda?
Foto: Free Pik.

O Globo - GDA
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara al establecer que no hay una dosis segura de alcohol, por lo que la recomendación en la vida diaria es no consumir. Sin embargo, en diferentes encuentros sociales con familiares y amigos durante el fin de semana, es posible que consumamos bebidas alcohólicas sin considerar que al día siguiente o incluso durante ese mismo fin de semana tendremos un partido de fútbol, una carrera, un paseo en bicicleta o nuestra rutina de ejercicio.

En el ámbito deportivo, uno de los casos más destacados es el del futbolista Adriano, quien reconoció su adicción al alcohol y contó cómo durante el período en que jugaba para el Inter de Milán, iba a entrenar borracho. En una ocasión, su entrenador en ese entonces (José Mourinho) lo mandó a casa debido a su estado, ya que no podía mantenerse de pie.

Es importante recordar que el alcohol es una sustancia no recomendada por la Agencia Mundial Antidopaje y también está prohibida por algunas federaciones que realizan pruebas de alcoholímetro, como en el tiro con arco. Pero, ¿qué nos dice la ciencia sobre los efectos en el rendimiento deportivo y cómo nos afecta durante el ejercicio?

El consumo de alcohol tiene un claro impacto negativo en el rendimiento durante el ejercicio y las competencias. Los efectos dependerán de factores como la cantidad, la ingesta habitual o esporádica, la duración del ejercicio, las condiciones ambientales, entre otros (edad y género, entre otros). Las consecuencias se pueden resumir en:

Metabólicas: el alcohol provoca una mayor deshidratación del cuerpo y una disminución de la síntesis de glucógeno. Este es un aspecto esencial para el atleta después del entrenamiento o competencia, pudiendo llevar incluso a la hipoglucemia;

Cardiovasculares: genera una respuesta negativa en la frecuencia cardíaca, con una disminución del rendimiento del ventrículo izquierdo o un aumento de la presión arterial, aspectos que afectan al atleta, impidiéndole rendir al máximo nivel;

Neuromusculares: altas dosis de alcohol afectan el funcionamiento del sistema nervioso central, lo que resulta en una disminución de la función cognitiva, de la motricidad y del tiempo de reacción. De esta manera, la coordinación, el equilibrio, el control motor fino y el rendimiento se ven comprometidos;

Inflamatorias: afecta a los músculos, ya que el alcohol puede empeorar el proceso de recuperación;

Termorreguladoras: provoca un empeoramiento en la regulación de la temperatura corporal, principalmente en condiciones de frío o durante esfuerzos prolongados;

Psicológicas: el estado de ánimo deprimido y la hipersensibilidad, causados por el consumo de alcohol, afectan el rendimiento.

Resaca

Después de una noche de fiesta, también hay quienes creen que hacer ejercicio intenso al día siguiente permitirá una mejor recuperación de la resaca y beneficios completos, eliminando el alcohol del cuerpo. Sin embargo, la resaca afecta significativamente las respuestas del atleta, disminuyendo la parte aeróbica y también la coordinación.

De la misma manera, no podemos olvidar que el consumo de alcohol tiene un impacto en las lesiones, ya que se considera un factor de riesgo. La prevalencia de lesiones aumenta en quienes consumen alcohol de manera regular, en algunos casos, debido a que los riesgos no se evalúan durante el ejercicio o a los altos niveles de agresividad cuando se está bajo la influencia de estas sustancias.

En este sentido, debe quedar claro que el consumo de alcohol afecta tanto a quienes hacen ejercicio como a los compañeros con quienes la persona entrena, así como a los integrantes del equipo, pudiendo incluso poner en riesgo la seguridad del grupo en actividades motorizadas o de montaña, como la escalada. Su efecto es aún más negativo cuando se consume inmediatamente antes del ejercicio.

El consumo de bebidas alcohólicas afecta la absorción de oxígeno, la producción de dióxido de carbono y el gasto energético. En caso de haber consumido alcohol, se debe esperar 48 horas para no tener impacto en el rendimiento deportivo. Asimismo, se debe priorizar una buena hidratación para promover un rendimiento y una recuperación óptimos. Es importante recordar que el consumo de alcohol puede causar desequilibrios en la hidratación, por lo que controlarla durante el ejercicio y la rehidratación es fundamental para evitar el aumento de los efectos negativos en el organismo.

Específicamente, se consideran rangos de consumo de alcohol que producen efectos negativos en el ejercicio aeróbico a partir de 0,9 gramos de etanol por litro de sangre. El efecto en el rendimiento anaeróbico es menos claro: los resultados negativos en el rendimiento del sprint no son totalmente concluyentes.

El efecto en el ejercicio de fuerza no es claro, aunque puede afectar negativamente la contracción voluntaria, la función muscular y la recuperación. Y no debemos olvidar que el consumo de alcohol durante la recuperación tiene un impacto negativo en la función inmunológica y endocrina, en el flujo sanguíneo o en la síntesis de proteínas, lo que limita la recuperación de lesiones musculares.

Por todos estos motivos, en general no se recomienda el consumo de alcohol, pero es aún más importante evitarlo cuando se va a practicar ejercicio físico.

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