Redacción El País
De acuerdo con una investigación reciente, las actividades más recomendadas son los ejercicios isométricos, tales como las lagartijas ("push ups) o las sentadillas contra la pared.
El estudio en cuestión se presenta como una revisión bibliográfica que analizó los resultados provenientes de 270 ensayos clínicos diferentes, en los cuales habían participado más 15.000 personas.
Tras examinar diversos tipos de ejercicios, se llegó a la conclusión de que los ejercicios isométricos son los más eficaces para mejorar la salud cardiovascular. Estos ejercicios, caracterizados por mantener una posición estática durante un período específico de tiempo, demostraron ser particularmente beneficiosos para el corazón.
¿Por qué es tan bueno?
Los autores de este estudio no han llegado a una conclusión definitiva acerca de por qué los ejercicios isométricos pueden resultar tan efectivos en la reducción de la presión arterial, pero han propuesto una hipótesis. Sugieren que esta efectividad podría estar relacionada con la forma en que los vasos sanguíneos experimentan compresión y descompresión durante el entrenamiento.
Tanto en ejercicios isométricos como las planchas o las sentadillas en la pared, se genera una contracción muscular estática y sin movimiento, lo que ocasiona una compresión precisa en los vasos sanguíneos cercanos a los músculos trabajados. Luego, al concluir el ejercicio, estos vasos sanguíneos se liberan, lo que a su vez puede resultar en un incremento del flujo sanguíneo. Este aumento del flujo sanguíneo podría aportar diversos beneficios al corazón en varios niveles, entre ellos la posibilidad de reducir la presión arterial.
¿Cómo se empieza?
Los ejercicios isométricos presentan la ventaja de ser accesibles en términos de ejecución, más allá del requerimiento muscular para mantener una posición específica. Por esta razón, son aptos para cualquier individuo y resulta más sencillo mantener una rutina a largo plazo.
Existen una amplia variedad de ejercicios isométricos disponibles. No obstante, es recomendable siempre buscar la orientación de un profesional, especialmente si se poseen lesiones o condiciones particulares. En caso contrario, es posible empezar con los dos ejercicios más simples que ya hemos mencionado: las planchas y las sentadillas en la pared. Estas dos opciones son excelentes para iniciar un programa de entrenamiento destinado a reducir la presión arterial. De hecho, se encontró que las sentadillas en la pared resultaron ser particularmente efectivas entre todas las alternativas evaluadas.