Por Rosana Decima
El electrofitness consiste en un sistema de electroestimulación que se utiliza para conseguir contracciones musculares mientras se realizan distintos ejercicios, ya sea con el propio peso corporal de la persona o utilizando algún material o peso extra. Esto se logra a través de un traje de neopreno equipado con electrodos, que funcionan haciendo contraer todos los músculos en una sola sesión.
Bettina Aplanalp, del staff deX Body Uruguay, explicó que esta electroestimulación neuromuscular “básicamente es la reproducción de la fisiología natural de la contracción muscular, mediante impulsos eléctricos. Estos impulsos son similares a los que emite nuestro cerebro, tienen la capacidad de excitar el nervio motor de manera constante”.
Elena Amato, directora de InOut Electrofitness, resaltó que en este sistema las sesiones siempre están acompañadas por un profesional y que cada persona tendrá un programa a su medida: “La exigencia que pone el profesor depende del objetivo y del usuario. Lo primero que siempre se hace es una evaluación de su condición física, de su tolerancia a los impulsos, un paneo general para saber qué plan de entrenamiento se adapta mejor a las circunstancias”.
El traje que se utiliza durante la sesión tiene electrodos que se enfocan en distintas partes del cuerpo: pectorales, abdominales, dorsales, espalda baja, espalda alta, glúteos, piernas. “Se activan más de 350 músculos al mismo tiempo, y eso es lo que genera que el trabajo sea intenso, pero qué tan intenso dependerá de la persona, porque lo utilizan desde deportistas hasta personas mayores con, por ejemplo, una lesión en cadera”, sostuvo Amato.
Los beneficios del electrofitness.
Ana Fuentes, deGoFit Electrofitness, señaló que en Uruguay hoy pueden encontrarse dos tipos de electrofitness, uno es el que va conectado a la corriente eléctrica y otro inalámbrico. En ambos casos la contracción que hace la persona voluntariamente de sus músculos al ejercitarse, sumada a la que realiza el equipo, permite una optimización del tiempo: “Ese es uno de los mayores beneficios, porque una persona sana haciendo dos sesiones de 20 minutos por semana quizás logra los mismos resultados que yendo todos los días a un gimnasio convencional”.
Por esto, más allá de que sea un sistema que tiene sus beneficios para tratar asuntos de salud que van desde problemas en la columna hasta cuestiones estéticas, es muy elegido por quienes tienen poco tiempo o no gustan demasiado de ejercitarse.
“Hay clientes que si bien no tienen grandes problemas de salud o lesiones, no son muy apasionados por el deporte o la actividad física. Sin embargo, entienden que es necesario hacer algo por su bienestar físico y mental. Otros aunque sí les gusta entrenar, no pueden ir dos horas diarias de lunes a viernes a un gimnasio, a lo que hay que agregarle el tiempo de ir y volver, la ducha post entreno, etcétera. Muchas veces la gente tampoco logra coincidir con los horarios de funcional, GAP, zumba, pilates o cualquier otra actividad grupal que ofrecen los gimnasios en horarios fijos e inflexibles”, detalla Aplanalp.
Cuidados e indicaciones.
Este sistema de entrenamiento puede ser, entonces, utilizado por personas de todas las edades y diferentes capacidades físicas, aunque hay algunos casos puntuales en los que está contraindicado: pacientes con cáncer, con problemas cardíacos, quienes tienen marcapasos, estén embarazadas o sufran alguna enfermedad que afecte al sistema nervioso, así como los que tienen problemas renales, no deben practicarlo.
Lo ideal es que la persona que quiera comenzar a hacerlo llegue con un certificado médico a lugar, aunque los profesores lo primero que harán es una evaluación caso a caso: “Con cada persona se busca analizar sus objetivos y ver qué tipo de programa de entrenamiento hay que hacer para adaptarnos a su forma de vida”, señaló Amato.
Algunos casos en los que, por ejemplo, se solicitará un certificado médico es en de personas con una diabetes sin medicar, alguna enfermedad que ataque la función motora, vértigo, pinzamientos avanzados, diástasis, entre otras.
Aplanalp explicó que “el sistema con el que están armados los circuitos, garantiza que el impulso eléctrico únicamente activará músculo esquelético y se dispersará en la capa de grasa de nuestro cuerpo por lo que jamás llegará a los órganos internos.
La importancia de un profesor que controle el entrenamiento todo el tiempo es imprescindible para que se cumplan los protocolos que aseguren el correcto uso del equipo.
Fuentes explicó que el traje está especialmente diseñado para apagarse a los 20 minutos porque ese es el tiempo que debe durar una sesión, y que las mismas no deben superar los dos días a la semana ya que esta es la manera en que los músculos se recuperen tras el intenso trabajo.
Planes personalizados.
Los objetivos del electrofitness son múltiples y hay personas de todas las edades que lo eligen: “Trabajamos con clientes a partir de los 18 años y hoy en día la mayor es una abuela de 84 años. Cada uno con su cuidado, su intensidad y exigencia distinta obviamente”, dijo Amato.
Hay quienes simplemente lo utilizan para adelgazar o tonificar, por estética, y otros que lo aplican ante problemas de salud.
Fuentes, por su parte, que además de profesora de educación física es licenciada en Enfermería, contó que muchos llegan para hacer rehabilitación, tras una operación, con debilidad de piso pélvico, problemas de cadera o de columna. “Hay estudios que muestran que tiene beneficios en la esclerosis múltiples y ante la fibriomialgia, por ejemplo”, añadió. Estos usuarios, recalcó Fuentes, además de estar guiados por alguien con formación en el área, deben estar acompañados de profesionales en fisiatría, seguimiento médico y se incentiva a que tengan una buena alimentación. No hay magia: es una mezcla que ayuda a llevar un estilo de vida saludable. “Muchos eligen este tipo de entrenamiento por diversas razones, como lesiones, o quienes tienen una una movilidad reducida por lo que sus opciones a la hora de entrenar se ven limitadas. No pueden generar impacto en las articulaciones, ni elevar mucho la frecuencia cardíaca o no se les permite por razones médicas levantar peso. Para ellos esta es una solución para poder mantener el cuerpo en movimiento”, sostuvo Aplanalp.