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¿Alguna vez notaste la pérdida de apetito después de una carrera intensa? Según los investigadores, un entrenamiento vigoroso puede reducir el hambre, y las mujeres pueden ser especialmente sensibles a esta respuesta. Las evidencias se publicaron en la revista científica Journal of the Endocrine Society.
El estudio analizó los efectos de la intensidad del ejercicio en los niveles de grelina, conocida como la "hormona del hambre". Esta hormona actúa en formas acilada (AG) y desacilada (DAG), que son conocidas por influir en el apetito.
Sin embargo, como señala el equipo de investigación, los datos sobre el impacto de la intensidad del ejercicio en los niveles de AG y DAG y sus efectos en el apetito son escasos y se limitan principalmente a hombres.
Por esta razón, decidieron investigar los efectos de la intensidad de las actividades físicas en los niveles de grelina en hombres y mujeres.
"Descubrimos que los ejercicios de alta intensidad suprimieron los niveles de grelina más que los de intensidad moderada. Además, encontramos que los participantes se sentían 'menos hambrientos' después de realizar ejercicios de alta intensidad en comparación con los de intensidad moderada", explica Kara Anderson, autora principal del estudio y miembro de la Universidad de Virginia, Estados Unidos.
En total participaron 14 personas, ocho hombres y seis mujeres. Durante el estudio, ayunaron durante la noche y luego realizaron ejercicios de varios niveles de intensidad. Todas las actividades fueron seguidas por mediciones de lactato en sangre y evaluaciones de apetito.
Según la investigación, las mujeres presentaron niveles más altos de grelina en comparación con los hombres. Sin embargo, solo las mujeres mostraron una "reducción significativa de AG" después del ejercicio intenso.
"Descubrimos que la intensidad moderada no alteró los niveles de grelina ni produjo una disminución. Estos hallazgos sugieren que el ejercicio por encima del umbral de lactato puede ser necesario para lograr una supresión de la grelina", analiza Anderson.
Por otro lado, el equipo reconoce que son necesarios nuevos estudios para analizar en más detalle cómo los efectos de las actividades físicas varían en cada sexo.
"El ejercicio debe considerarse como un 'medicamento', en el cual la 'dosis' debe personalizarse según los objetivos de cada individuo. Nuestra investigación sugiere que los ejercicios de alta intensidad pueden ser importantes para la supresión del apetito, lo cual podría ser útil como parte de un programa de pérdida de peso", explica la investigadora principal.
Investigaciones anteriores han demostrado otras funciones de la grelina en el organismo en áreas como el equilibrio energético, la homeostasis de la glucosa, la función inmunológica, el sueño y la memoria.
El mejor momento para hacer ejercicio y facilitar la pérdida de peso
Investigadores del Instituto Karolinska en Suecia y de la Universidad de Copenhague en Dinamarca señalan que hacer ejercicio en el momento adecuado puede aumentar el metabolismo de la grasa y contribuir a la pérdida de peso.
Según el equipo, finales de la mañana o inicios de la noche son los momentos ideales para reducir algunos kilos. Evaluaron varios marcadores del metabolismo de la grasa y analizaron qué genes estaban activos en el tejido adiposo después del ejercicio.
Los resultados mostraron que la actividad física en una fase activa temprana —en la mañana— aumentó la expresión de genes involucrados en la degradación del tejido adiposo, en la termogénesis (producción de calor) y en las mitocondrias del tejido adiposo, lo que indica una mayor tasa metabólica.
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