Redacción El País
Una reciente investigación dirigida por neurocientíficos de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Buenos Aires, el Campus de Roma y la Fundación Policlínica A. Gemelli establece que se ha "descubierto un mecanismo nunca observado, a través del cual el ejercicio realizado en las primeras etapas del párkinsoninduce efectos beneficiosos sobre el control del movimiento que pueden perdurar en el tiempo, incluso después de suspender el entrenamiento”.
El principal efecto en relación a rutinas diarias de entrenamiento en cinta fue la disminución en "agregados patológicos de alfa-sinucleína". Esto, indicaron los expertos, es lo que en la enfermedad de Parkinson conduce a la disfunción paulatina y progresiva de las neuronas en áreas del cerebro que son específicas y esenciales para la motricidad.
Con estos auspiciosos resultados, los responsables del estudio sienten motivación de continuar investigando a partir de lo descubierto: "Continuaremos investigando sobre la participación de las células gliales, grupos de células altamente especializados que brindan apoyo físico y químico a neuronas y su entorno, lo que nos permitirá identificar los mecanismos moleculares y celulares que subyacen a los efectos beneficiosos observados”.