Dylan Escobar Ruiz, El Tiempo/GDA
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 500 millones de personas en todo el mundo sufren de una enfermedad degenerativa de las articulaciones. El dolor de rodilla es una queja común que puede afectar a personas de todas las edades y estilos de vida. Ya sea por lesiones, enfermedades crónicas o desgaste natural debido al envejecimiento, puede interferir significativamente en la calidad de vida.
Según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel (NIAMS), “los problemas en las rodillas son muy comunes y pueden ocurrir a cualquier edad”. Esto puede conllevar grandes problemas en la vida de las personas, desde tener dificultad para hacer deportes hasta no poder caminar.
También, a pesar de la vida activa y saludable, con el pasar de los años, el cartílago de las rodillas puede desgastarse, lo que lleva a molestias y problemas de movilidad. Los síntomas más recurrentes que puede presentar una persona con problemas en esa parte del cuerpo son:
- Dolor (agudo o sordo): Se siente específicamente en la rodilla o alrededor de la articulación.
- Hinchazón: La rodilla puede estar inflamada, lo que a menudo se nota como una sensación de un aumento en el tamaño de la articulación.
- Rigidez: Experimentar rigidez en la rodilla, especialmente después de periodos de inactividad, como al levantarte por la mañana o después de estar sentado durante mucho tiempo.
- Sonidos extraños al mover la rodilla: La persona puede escuchar o sentir chasquidos, crujidos o crepitaciones en la rodilla al moverla.
- Inestabilidad: La rodilla puede sentirse débil o desestabilizada, lo que puede dificultar el caminar o mantener el equilibrio.
Según NIAMS, las cinco principales causas por las que una persona puede sentir dolor en la rodilla son:
- Lesiones: Caídas, torceduras, fracturas o traumatismos pueden dañar los tejidos de la rodilla, como ligamentos, meniscos o huesos.
- Artritis: La osteoartritis y la artritis reumatoide son condiciones inflamatorias que pueden causar dolor crónico en las articulaciones, incluyendo las rodillas.
- Sobrecarga: El uso excesivo de las rodillas en actividades como correr, saltar o levantar objetos pesados puede llevar a la inflamación y al dolor.
- Tendinitis: La inflamación de los tendones que rodean la rodilla puede causar molestias y dolor.
- Estilo de vida poco saludable: La obesidad, la falta de actividad física y otros factores de estilo de vida también pueden contribuir a los problemas de rodillas.
Cómo se trata el dolor de rodilla.
La persona debe considerar buscar ayuda médica si experimenta dolor persistente en la rodilla, dificultad en el movimiento o cargar peso sobre ella, inflamación o enrojecimiento evidente, cambios en la forma de la articulación, dolor severo después de una lesión, y fiebre acompañada de dolor en la rodilla.
El diagnóstico generalmente implica una evaluación médica y, en algunos casos, pruebas como radiografías, resonancias magnéticas o análisis de sangre. El tratamiento varía según la causa y la gravedad del dolor, e incluye:
- Reposo.
- Fisioterapia.
- Analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación.
- Inyecciones de cortisona.
- Cirugía en casos graves.
También, para prevenir problemas en la rodilla se recomienda:
- Mantener un peso saludable.
- Realizar ejercicios de fortalecimiento muscular.
- Usar calzado adecuado para no sufrir de caídas o esguinces de tobillo.
- Evitar el exceso de actividad física.
Alimentos que ayudan a mejorar la salud de las rodillas.
Pescado Rico en Omega-3. Los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado graso como el salmón, las sardinas y el atún, son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Estos ácidos grasos pueden ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones, aliviando el dolor y promoviendo la salud del cartílago.
Colágeno. Es una proteína esencial para la salud de las articulaciones. Alimentos ricos en colágeno, como el caldo de huesos, la gelatina y el pollo, pueden ayudar a fortalecer el cartílago y mejorar la elasticidad de las articulaciones.
Frutas y verduras ricas en antioxidantes. Las bayas, las uvas, las espinacas y los brócolis ayudan a combatir el estrés oxidativo en las articulaciones. Esto puede contribuir a la regeneración del cartílago y a mantener las rodillas saludables.
Cúrcuma. Tiene un potente efecto antiinflamatorio debido a la curcumina. Ya sea en polvo o en forma de suplementos, puede ayudar a reducir la inflamación en las articulaciones y favorecer la salud del cartílago.
Frutos secos. Las nueces y las almendras son una buena fuente de grasas saludables y vitamina E, esencial para la protección de las articulaciones y puede contribuir a la regeneración del cartílago.
Es clave una dieta equilibrada para mantener la salud de las articulaciones. Además de estos alimentos, es esencial mantenerse hidratado y mantener un peso corporal saludable para reducir la presión sobre las rodillas. Es fundamental no ignorar el dolor persistente y consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento efectivo.
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