Victoria Ziccardi, La Nación/GDA.
Al igual que los astronautas y los pilotos de combate militar, los corredores de Fórmula 1 experimentan una fuerza o aceleración muy intensa cuando frenan, aceleran o cambian de dirección de manejo. En estas circunstancias, el cuello se convierte en una de las partes del cuerpo más vulnerables, por lo que es indispensable que los conductores entrenen esta parte del cuerpo para soportar cualquier tipo de impacto.

Los pilotos de combate, corredores de autos o astronautas que no entrenan su cuello adecuadamente, pueden experimentar desmayos o pérdida del conocimiento debido a la falta de suministro de sangre a la parte superior del cuerpo. En algunos casos, las consecuencias pueden ser graves, como conducir a estados vegetativos o muerte.

El kinesiólogo y fisioterapeuta Javier Furman explica que activar los músculos cervicales por movimientos bruscos o rápidos produce compresiones en las raíces nerviosas que emergen desde la columna cervical y van hacia el cerebro; asimismo, advierte que este procedimiento suele resultar en la obstrucción del flujo sanguíneo que se dirige hacia la parte superior del cuerpo. “Lo que hace es cortar en cierto porcentaje la cantidad de sangre que le llega al cerebro, por lo cual se desencadenan mareos, tinnitus, neblinas mentales, vista borrosa y también cefaleas”, aclara.

Durante el Gran Premio de Gran Bretaña de 2021, el corredor de Red Bull Racing, Max Verstappen, se estrelló contra un paredón después de tener una colisión con Lewis Hamilton de Mercedes. La carrera tuvo que ser interrumpida y el piloto holandés fue llevado al hospital de urgencia. Horas después se dio un parte oficial en el que se informaba que Verstappen sufrió un impacto de 51G. ¿Qué significa esto? Que durante el tiempo de desaceleración de su vehículo, Verstappen -cuyo peso es de 67 kilogramos- llegó a experimentar una presión de 3.417kg encima suyo, en decir, 51 veces su peso.

El tamaño medio del cuello de un hombre es de 36 centímetros y los pilotos de F1 llegan a duplicar esa medición. Un preparador físico del equipo Mercedes reveló a SkySports que en 2007 Lewis Hamilton tenía un cuello de 35,5 cm de diámetro, pero en los años recientes este tamaño aumentó a una circunferencia de 45,7 cm. “Necesitan tener una buena musculatura paravertebral a nivel cervical para disminuir el riesgo de lesiones”, señala Santiago Aguer, médico traumatólogo especialista de columna.

Ahora bien, Aguer dice que como la exposición prolongada a las pantallas y las malas posturas aumentaron tanto en el último tiempo, los ejercicios de fortalecimiento de cuello sirven para prevenir dolores cervicales, contracturas y desgastes, y preservar la movilidad articular del cuello.

Patrick Maloney, entrenador de atletas en el Instituto Tulane de Medicina Deportiva en Nueva Orleans, recomienda hacer un ejercicio simple de retracción cervical parándose con la espalda apoyada contra una pared y manteniendo los pies a 15 cm de la misma.

Otro ejercicio que sugiere para fortalecer los flexores del cuello es acostarse sobre una superficie plana, cruzar las piernas de modo que las rodillas queden a 90 grados y mantener las manos sobre el pecho. “Una vez que se esté en esta posición hay que levantar la cabeza del suelo y simplemente rotarla de lado a lado, llevando el mentón hacia el hombro izquierdo y posteriormente al derecho”, aconseja.

El doctor Aguer añade que no es necesario realizar grandes cargas de peso como hacen los pilotos de carreras. “Estas indicaciones se sugieren pensando en prevenir dolores y mejorar la calidad del cuello de los pacientes”, aclara. Los ejercicios de fortalecimiento de cuello que consisten en cargar discos de mucho peso solo se indican a deportistas de alto rendimiento como lo son los de Fórmula 1.