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Power walking: un ejercicio aeróbico simple que mejora la salud cardiovascular y la postura

Caminar rápido a diario ayuda a regular la presión arterial, desarrollar una buena salud mental y potenciar la calidad del sueño.

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Hombre trotando.
Hombre trotando.
Foto: Freepik

Salir a caminar puede ser una actividad muy disfrutable: estar al aire libre, mover el cuerpo, apreciar los paisajes. Ahora bien, si a eso le sumamos un ritmo acelerado y sostenido, también puede ser un excelente ejercicio físico. Se llama power walking.

¿Qué es el power walking?

Es una disciplina aeróbica que consiste en caminar a un ritmo acelerado y enérgico a la vez que se realizan leves movimientos con los brazos para poder activar otras partes del cuerpo aparte de las piernas. Es considerado un entrenamiento de intensidad moderada que se usa con fines atléticos y para mejorar la salud. Además, es una buena opción para dejar de lado el sedentarismo y comenzar a practicar ejercicio físico de manera regular ya que para hacerlo no es necesario concurrir a un gimnasio ni pagar una clase.

A su vez, hacer esta actividad al aire libre permite a sus seguidores alejarse de los ambientes cerrados en los que permanecen todo el día y desconectarse de los problemas y las preocupaciones diarias.

“Muchas personas hacen solamente una hora de ejercicio diario a la mañana, pero al permanecer más de seis horas sentados en el trabajo ese efecto de la actividad física desaparece”, explica Néstor Lentini médico especialista en medicina del deporte del Hospital Universitario Austral (HUA). En estas situaciones, sugiere repartir la actividad física en tandas diarias para lograr mejores beneficios para la salud.

La Organización Mundial de la Salud recomienda a las personas adultas caminar como mínimo 10.000 pasos al día, lo que se traduce en una distancia de unos siete kilómetros.

Una de las formas de corroborar si se está haciendo power walking o simplemente se está caminando pasivamente es midiendo la frecuencia cardíaca. Al practicar esta caminata acelerada, la frecuencia cardíaca debería estar entre el 64% y el 76% de la máxima, que puede ser calculada en base a la edad. La forma de hacerlo es restando la edad propia a 220; por ejemplo, un hombre de 40 años debería tener 180 pulsaciones por minuto y al practicar una actividad aeróbica de intensidad moderada debería ser de entre 115 y 136 pulsaciones por minuto.

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Mujer caminando.
Foto: Pixabay.

Ventajas del power walking.

1) Presión arterial

Una investigación titulada “Caminar e hipertensión: mayores reducciones en sujetos con presión arterial sistólica basal más alta después de seis meses de caminata guiada”, sostiene que hacer esta actividad con regularidad puede ayudar a los adultos que sufren de hipertensión o presión arterial alta a disminuir el malestar. Asimismo, los profesionales notaron que al aumentar la velocidad de la caminata se producía también la disminución de otros factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la reducción del peso corporal y la circunferencia de la cintura.

2) Expectativa de vida

Las personas que practican power walking suelen tener una expectativa de vida más larga, de acuerdo con un estudio realizado por Mayo Clinic Proceedings. Para determinar esto, los investigadores examinaron los datos y el historial de salud de más de 474,900 adultos y observaron que quienes hacían estas caminatas enérgicas regularmente tenían probabilidades de vivir aproximadamente entre 13 y 24 años más que aquellos que caminaban a un paso más lento, específicamente a un ritmo menor de 4.8 km/h.

3) Salud mental

“Se sabe que la actividad física además de prevenir y disminuir el riesgo de cualquier enfermedad también tiene un aporte muy positivo en la salud mental. Cualquier actividad física hace que el cerebro libere neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, y estos permiten que tengamos sensaciones placenteras”, dice la psicóloga Sol Buscio. En la misma línea, un estudio publicado en el Journal of Medical Medicine evaluó el impacto de la caminata al aire libre en personas con ansiedad y depresión y se descubrió que mejoraba de manera efectiva el estado psicológico de los pacientes.

4) Calidad de sueño

La práctica de power walking mejora la calidad del sueño según un estudio publicado en la revista Sport Science for Health. Cincuenta y cuatro adultos sanos participaron en una intervención de caminata intensa en la que fueron asignados en dos grupos de observación (grupo A y grupo B) al azar. Pasadas 12 semanas, los profesionales concluyeron que la mayoría de los participantes habían tenido una mejora significativa en la duración y la calidad global del sueño, y también una disminución estadísticamente significativa en el uso de medicamentos para dormir.

5) Estabilidad corporal

De acuerdo con una investigación titulada “El efecto de la caminata rápida sobre la estabilidad postural, la densidad mineral ósea, el peso y la composición corporal en mujeres mayores de 50 años” hacer power walking hizo que mejorara la estabilidad postural de las participantes cuando mantenían los ojos cerrados.

Sumado a estos beneficios, el Dr. Lentini explica que al aumentar la frecuencia cardiaca se obtiene una buena vascularización para los miembros superiores e inferiores del cuerpo. “Decimos que aumenta la capilarización de las fibras musculares siempre y cuando se lo practique todos los días o se lo complemente con otras actividades aeróbicas”, añade.

Por último, el médico incentiva a utilizar elementos de sobrecarga como tobilleras o mancuernas ya que permiten que los grupos musculares se activen y liberen interleuquinas, un conjunto de citoquinas que ayudan a que las células del sistema inmunitario crezcan y se dividan con mayor rapidez.

(Por La Nación GDA)

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