El Comercio - GDA
Se suele creer que la fama y el dinero son sinónimos de ‘felicidad’, pero no siempre es así. Podemos enumerar un sinfín de celebridades que, debido a la presión que existe en el mundo del espectáculo, han caído en múltiples afecciones, tanto neurológicas como psicológicas. Entre ellas, la adicción a sustancias como la cocaína se encuentra como una de las primeras en la lista.

Según la Organización Mundial de la Salud, una adicción es una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.

Asimismo, los trastornos causados por el abuso de drogas son una pesada carga para los individuos y las personas que los rodean. “La adicción se caracteriza por la incapacidad de mantener la abstinencia, el deterioro en el control de la conducta, el deseo, la disminución del reconocimiento de problemas significativos en los comportamientos y las relaciones interpersonales, y una respuesta emocional disfuncional”, dice el psicólogo Héctor Lazo.

Los factores de riesgo representan un amplio abanico, el cual está conformado por características biológicas, genéticas, psicológicas, emocionales, sociales y ambientales. Es decir, es una enfermedad multidimensional y puede darse por múltiples causas. En ese sentido, la psicóloga Antonella Galli señala que por lo general, el 50% de las personas con adicción poseen un componente genético. No obstante, otro factor importante es el ambiente en el que se desarrolló la infancia del paciente, al igual que los trastornos de la personalidad, como los biosociales o los casos "borderline".

De acuerdo a Galli, el origen puede encontrarse en la edad en la que los artistas ingresan al mundo del espectáculo. “La gran mayoría de actores y actrices empiezan a trabajar desde muy pequeños, por lo que tienden a estar rodeados de gente muy adulta desde una corta edad. Además, experimentan altos niveles de estrés y trabajan hasta altas horas de la noche, si la grabación lo requiere”, añadió.

Del mismo modo, la psicóloga de la Clínica Ricardo Palma sostuvo que las celebridades son proclives a atravesar sensaciones de vacío, sobre todo si han crecido en un ambiente familia disruptivo. “A pesar de esas emociones, si se encuentran en medio de una grabación o una gira, tienden a seguir trabajando sin descanso, omitiendo el descanso que necesitan para procesar sus emociones”, especificó.

“Por ejemplo, en el caso de Matthew Perry, quien sufrió de una adicción durante muchos años, en su libro afirmó que sus padres se separaron cuando era muy pequeño. Luego de eso, su mamá hizo una nueva vida y formó otra familia, mientras él se sentía excluido y abandonado por su padre, quien vivía fuera del país. Por ende, tenía un fuerte temor al abandono, por lo que rompía vínculos y relaciones constantemente, pues tenía miedo a que se terminen”, asevera la especialista.

En esa línea, Lazo destaca que el consumo de drogas también suele ser parte del ambiente en el que se desarrollan las celebridades. Incluso, puede ser considerado como fuente inspiradora de creatividad, lo que lo hace más llamativo. “En algunos casos, como la inhalación de cocaína, las utilizan para seguir resistiendo largas jornadas de viaje, especialmente para aquellos que actúan en vivo o realizan grandes tours”, agrega.

A pesar de la rehabilitación, como se mencionó previamente, el medio del espectáculo suele estar lleno de toxicidad. Por ende, aunque el tratamiento es parte vital de la recuperación, una persona no logrará salir de la adicción a menos que se retire del ambiente en el que se consumen estas sustancias.

“No es un camino fácil. Se sufre mucho, pues hay recaidas, las cuales interrumpen su vida y su trabajo. Al mismo tiempo, se sienten una carga para la familia y los demás. Por ello, se necesita de muchísimo apoyo familiar, aparte del acompañamiento de especialistas”, finaliza Galli.