Ayuda a ordenar nuestra vida y sanar vínculos: cómo es una lectura de Registros Akáshicos

Cada vez más personas acuden a esta herramienta terapéutica para comprender situaciones, acceder a información sutil y crecer en lo personal.

Compartir esta noticia
Libro abierto
Mujer sostiene un libro abierto.
Foto: Freepik.

Me siento liviano, como si me hubiera sacado un peso de encima; fue un antes y un después en mi vida; encontré las respuestas que requería y ahora estoy en paz… Esto es lo primero que las personas sienten luego de una lectura de Registros Akáshicos, mencionó la terapeuta holística Patricia Fariña. La herramienta permite recibir guía, aclarar la mente y tomar consciencia sobre lo que hay detrás de patrones o bloqueos. Pero, ¿cómo funciona?

Akasha es una palabra en sánscrito que significa éter”, expuso Fariña. En el ámbito espiritual, el éter es un espacio inmaterial donde están las memorias de la humanidad, “como si fuera un disco de computadora gigante donde todo queda registrado”. No es una idea nueva: la Biblia menciona el Libro de la vida y los textos budistas refieren a la memoria del Universo.

En la misma línea, la terapeuta integral Lucía Moerzinger expuso: “Los Registros Akáshicos son la biblioteca universal donde están las memorias de todas las almas”. Y agregó: “La lectura de los Registros no es futurología ni es un tenés que ir por acá, sino que es una conversación profunda con uno mismo a través de un canalizador o canalizadora para escuchar esa voz interna desde un lugar consciente y amoroso”.

Una sesión de Registros Akáshicos.

Tanto Fariña como Moerzinger se formaron primero para abrir sus propios Registros y luego para abrir los de los demás. Ambas señalaron que la forma en que la información llega depende de cada terapeuta. Fariña contó: “Hay personas que son muy visuales, otras más auditivas, y otras que, como yo, son más kinestésicas. Puedo sentir en el cuerpo incluso el dolor del otro y también percibo a través de mi cuerpo energético”.

La terapeuta aclaró que todos estamos conectados al Akasha y, en consecuencia, todos podemos acceder a estos Registros. Sin embargo, “hay personas que pueden tener más facilidad, y también depende de la práctica, como todo en la vida”.

Moerzinger comienza la sesión invitando al consultante a entrar en un estado de relajación. Luego, realiza un rezo u oración sagrada con el nombre de la persona para entrar en contacto con sus Registros.

Lo siguiente es hacer preguntas y recibir las respuestas. Siempre recomienda grabar la sesión “porque es mucha información que baja de golpe”.

Consultadas acerca de cuál es la pregunta que más se repite, las terapeutas coincidieron en que se trata del propósito de vida. “Estamos perdidos a veces y no sabemos para qué estamos acá”, expresó Moerzinger, y añadió: “El propósito de la vida es vivirla, pero después están los dones y los talentos y dónde se puede manifestar mejor el espíritu de cada uno”.

A su vez, Fariña dijo que muchas personas llegan con duelos pendientes y acceden a información de seres queridos fallecidos para “terminar de hacer ese cierre”. También puede preguntarse acerca de cierta enfermedad, comentó.

Por su parte, Moerzinger sostuvo que las personas suelen preguntar acerca de problemas o bloqueos en torno al amor, el dinero y el trabajo.

Una herramienta terapéutica para sanar.

Para Fariña, la lectura de Registros Akáshicos es sanadora porque “estamos en una frecuencia vibracional muy alta y eso de por sí trae sanación”, y sobre todo porque “trae a la conciencia respuestas que de otra manera es difícil llegar tan rápidamente”. El efecto es prolongado: “Mucha gente me ha dicho: no sabés cómo las cosas empezaron a ordenarse a partir de ese momento”.

El primer resultado es ese, el orden. “Cuando uno baja la información, eso permite ordenar todo el entorno”, afirmó. Lo explicó así: “Los Registros Akáshicos dan una guía para comprender para qué suceden determinadas cosas, por dónde ir para sanar los vínculos y en dónde está mi crecimiento espiritual”.

En efecto, Moerzinger subrayó: “La información en sí misma trae un montón de claridad, pero después es responsabilidad de la persona seguir la guía para sanar la herida, tomar otro camino o cerrar lo que quedó abierto”.

En general, las lecturas de Registros Akáshicos tienen un costo de entre $ 2.000 y $ 5.000. La sesión dura dos horas —indicaron las terapeutas— y se recomienda dejar pasar unos meses entre cada consulta.

“El tema de cuánto tiempo esperar es muy personal porque depende del nivel de conciencia de la persona, pero sugiero al menos un par de meses entre una lectura y otra para poder integrar la información”, dijo Moerzinger.

Todos somos uno: un lugar para vivir la consciencia de unidad.

“Los Registros Akáshicos llevan a reconocernos como almas viviendo una experiencia humana”, expuso Moerzinger. En este sentido, esta herramienta trae la “consciencia de unidad o integración de todas las partes que nos habitan: el cuerpo físico, espiritual, emocional y mental”. También se trata de ver a la humanidad entera como unidad. Fariña afirmó: “Tenemos que hacer un cambio de conciencia; entender que estamos todos conectados, que todos somos uno. Los registros nos muestran eso”.

Las terapeutas brindan consultas en Centro Tiféret, un espacio de sanación e integración cultural creado en 2004 cuyo propósito es “abrazar la diversidad desde la consciencia de unidad”, sostuvo su fundadora, la psicóloga Dafna Curiel, en el libro Un camino hacia la conciencia unificada: la experiencia de Centro Tiféret. Y añadió: “A veces nos sentimos muy solos, aislados, excluidos, escindidos, porque por dentro estamos así de divididos. El desafío es dejar ese exilio y recordar que todos estamos en el mismo barco”.

En Centro Tiféret hay prácticas de yoga y meditación, psicoterapia, encuentros de kabalá viva —un sistema milenario de aproximación a la realidad que ayuda al crecimiento personal— y otras herramientas de autoconocimiento como constelaciones familiares, cantos medicina y escritura terapéutica.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Menteterapia

Te puede interesar