Johan Steven Guerrero, El Tiempo/GDA
El amor por los animales transforma nuestro mundo. Nuestros perros acaban siendo un miembro más de la familia en un espacio donde no solamente se cuida de ellos sino que también ellos de nosotros.

No obstante, descifrar el estado de ánimo de nuestros caninos es todo un reto que puede perturbar la dinámica con ellos, por esto, es indispensable ver las huellas que nos lleven a descubrir si nuestra mascota es feliz junto a nosotros y observar las pequeñas actitudes que denotan su gozo para velar por su bienestar y compartir la alegría de un lomito feliz y lleno de energía.

De acuerdo con 'Nat Geo', el estado de ánimo de los perros se evidencia en pequeños actos comunes como las constantes demostraciones de cariño, el que nos sigan a cada rincón de la casa, el que exijan y se alegren por nuestra presencia y un sinfín de actitudes que muchas veces pasamos por alto.

Si quiere tener certeza de si su perro está contento y disfruta al máximo su vida, siga las siguientes claves y descubra cómo entender a su pequeño donante de amor.

Observe sus ojos: Los poetas y filósofos advierten que los ojos son la ventana del alma y en los perros no es la excepción, ya que su mirada puede llegar a contarle qué tan felices viven junto a usted. Si los ojos están entrecerrados y parpadea con naturalidad, puede ser una señal de relajación y suavidad, si adicionalmente su boca está ligeramente abierta y su cuerpo denota tranquilidad es una buena señal de que nada lo aflige. Si, por el contrario, su perro no tiene una postura relajada, puede que esté bajo mucho estrés o miedo.

Fíjese en su cola y si rueda sobre su espalda: Ya sabemos que el movimiento de la cola es un clásico que habla sobre su perro. Mover la cola de lado a lado evidencia que está contento, divirtiéndose o alegre. Por el contrario, si esconde la cola o la tiene rígida, es una señal de que se siente incómodo, está en alerta o asustado. Si rueda sobre su espalda, querrá decir que está dejando que usted lo vea vulnerable, además de que se siente cómodo con su presencia.

Observe su energía y curiosidad: Cuando un ‘peludito’ está contento, suele tener episodios aleatorios de energía frenética que se salen de su control. Usualmente, un perro feliz tiene ganas de jugar y moverse y reacciona a estímulos en su entorno, además de tener intención de saber qué lo rodea, oler y tocar todo o meterse todo a la boca.

Busca tener contacto físico: Le atrae la idea de buscarlo e iniciar contacto físico con usted, ya sea para buscar refugio o protegerlo, porque si su perro lo considera parte esencial de su manada, querrá tener contacto físico y expresa felicidad y emoción de compartir junto a usted.

Si llega a notar que su perrito está triste, apagado o cabizbajo, existen un par de cosas que puede hacer para fomentar su felicidad y animar su pequeño corazón.

Es sumamente relevante permitir que interactúe con otras mascotas para estimular la producción de endorfinas y lograr la óptima mejora de su estado de ánimo.

Hay que estimular la mente de sus perros, esto no solo consiste en jugar con ellos, sino que también es muy importante brindarle retos que desafíen su proceso cognitivo, ya sea con el uso de juguetes interactivos o emplear juegos dinámicos donde puedan usar sus sentidos, en especial su olfato.

También es clave verificar constantemente su salud, ya que si un perrito está enfermo no va tener un buen estado anímico, por ello, debe tener revisiones periódicas con el veterinario. Tener una mascota bajo nuestra responsabilidad implica cambiar hábitos, adoptar unos nuevos y suplir sus necesidades para su bienestar.