En épocas pos revolución digital y cuando la Inteligencia Artificial acapara titulares —varios de ellos de talante distópico— jugar con las manos puede parecer algo desfasado, fuera de tiempo. Sin embargo, a unas décadas del imperio de Internet y a menos de 20 años de la llegada de los smartphones, parece cada vez más evidente que la pantalla, por sí sola, no alcanza como sustento para un desarrollo personal y cognitivo saludable.
Antes bien, se comprueba que es cada vez más necesario enfatizar la importancia de los abordajes que le posibiliten al niño o niña incidir, con sus extremidades, sobre el mundo material. Se puede tratar de pintar, de armar un rompecabezas o de, como en este caso, jugar con bloques imantados.
Los bloques magnéticos se han convertido en uno de los juguetes más populares a nivel mundial en los últimos años. Y El País se suma a esta tendencia didáctica a través de Magnetix. Estos bloques magnéticos posibilitan construir formas y figuras, así como armar circuitos, estaciones, casas y animales.
Se trata de una serie de juguetes versátiles, educativos y divertidos. Estos permiten que los niños adquieran una variedad de conceptos y conocimientos, como geometría, física y resolución de problemas, además de que fomentan el pensamiento creativo.
Aunque el juego siempre es disfrutable, la construcción de edificaciones proporciona numerosos aprendizajes, como coordinación mano-ojo, comprensión de simetría y geometría, creatividad, resolución de problemas, entre otros beneficios.
La pediatra española Carmen Martínez González, en su artículo "Jugar es asunto serio", resalta la importancia de lo lúdico en el proceso de aprendizaje durante la infancia: “Cuantas más oportunidades tenga un niño de disfrutar de la riqueza y de la fantasía despreocupada del juego, más sólido será su desarrollo. Porque el juego en la infancia es mucho más que disfrute o diversión. Es un puente hacia la realidad, un medio para resolver los problemas, una fuente de identificaciones y un excelente entrenamiento para la vida”.
Respecto de Magnetix, los bloques magnéticos son construidos de acuerdo a los más recientes avances en esta materia, y además de proporcionar diversión, también ofrecen aprendizajes sobre imanes y sus principios, como por qué las piezas se atraen o repelen, y cómo funciona un imán.
Los bloques magnéticos están fabricados en plástico ABS (libre de BPA), soldados por ultrasonido con remaches de acero inoxidable, brindando alta resistencia y una larga vida útil. Vienen en diferentes colores y son translúcidos, lo que permite experimentar con la luz y la transparencia.
Los imanes de cerámica en cada pieza permiten construcciones que se mantienen intactas durante el juego, fomentando la creatividad y la narración de historias. Actúan como “pegamento”, manteniendo las estructuras en pie de manera fácil.
La serie presenta bloques de gran tamaño en las formas geométricas cuadrados y triángulos, que permiten construir edificios tridimensionales para jugar con muñecos o hacer casas. También se pueden utilizar para crear en plano, pegándolos en superficies magnéticas como la nevera, una pizarra o las puertas del garaje.
Jugar con bloques de construcción es un hobby atemporal que abarca todas las etapas del desarrollo. Los más chicos comienzan apilando y clasificando, mientras que los más grandes llegan a crear estructuras más complejas. Este juego es una compañía duradera que permite a los niños evolucionar en su interacción con los bloques, desde las edades más tempranas hasta etapas más avanzadas.
¿El nuevo Tangram?
Estos juguetes magnéticos son considerados por algunos expertos como la evolución del histórico juego Tangram, un pasatiempo que es tan antiguo que su origen temporal exacto es imposible de precisar. Una de las teorías sobre la génesis del Tangram es que vio a la luz durante la dinastía china Tang, que gobernó el gran país asiático desde el año 618 hasta el 907 de nuestra era.
Más allá de lo motriz, este nuevo juguete educativo ayuda al desarrollo de la habilidad lógico-matemática, mejora la atención y concentración, y fomenta el pensamiento analítico. Los bloques magnéticos permiten actividades desde el conteo y clasificación hasta operaciones más complejas, como sumas y restas, reconocimiento de formas, apilado y construcción. Además, promueven la resolución de problemas, favorecen la comunicación y son ideales para actividades colaborativas.
¿Cómo se consiguen?
Cada entrega viene con una caja de bloques magnéticos y un libro a todo color con interesante información sobre el juego por un valor de $ 450 (envío incluido a todo el país). Se los puede pedir en coleccionables.elpais.com.uy llamando al 29004141, o con el "canillita" de confianza. Quienes sean socios del Club El Pais tienen 20% de descuento comprando la colección completa en única entrega. Es posible abonar la misma con tarjeta de crédito hasta en seis cuotas sin recargo.