Camila Paola Sánchez Fajardo, El Tiempo/GDA
La Universidad de Harvard compartió los resultados de uno de los estudios más largos del mundo sobre la vida adulta. Comenzó en 1938 y siguió a un grupo de personas durante más de ochenta años. Los hallazgos brindan lecciones de vida sorprendentes; no solo para los investigadores, sino para la humanidad.
El estudió empezó con 268 individuos y solo 19 siguen vivos, con más de 90 años de edad. De acuerdo con la publicación, alojada en el sitio oficial de la institución, “se estudiaron las trayectorias de salud de los participantes y sus vidas en general, incluidos sus triunfos y fracasos en sus carreras y matrimonios".
En el ámbito científico, consideran este estudio como el más completo con respecto a longevidad y por revelar pistas a lo largo de la vida para llevar una vida sana y feliz.

Las personas encuentran la felicidad a los 60 años
A lo largo de la vida de los participantes, los investigadores siempre estuvieron pendientes de sus triunfos y fracasos. Notaron que la felicidad tenía una edad específica: los 60 años.
Sin embargo, el estudio aclaró que este estado es subjetivo, por lo que depende de cada vivencia y experiencia de las personas.
Los expertos definieron que, en este punto de la vida, la persona ya aprendió algo importante: proteger y cuidar sus relaciones. “El hallazgo sorprendente es que nuestras relaciones tienen una poderosa influencia en nuestra salud”, afirmó Robert Waldinger, director del estudio, psiquiatra del Hospital General de Massachusetts y profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard.
Además, agregó: “Cuando recopilamos todo lo que sabíamos sobre ellos, no fueron sus niveles de colesterol en la mediana edad lo que predijo cómo envejecerían. Fue su nivel de satisfacción en sus relaciones. Las personas más satisfechas con sus relaciones en esta edad iban a ser más saludables a los 80”.
Hábitos necesarios para ser feliz
"La soledad mata. Es tan poderosa como el tabaco o el alcoholismo", se lee en una parte de la investigación.
Para Waldinger, las buenas relaciones no solo protegen el cuerpo, sino también el cerebro. Entre los hábitos necesarios para ser feliz, el experto resaltó: el acto de ser amado, llevar un matrimonio duradero y cuidar su cuerpo.

Según el estudio, "quienes vivían más y gozaban de buena salud evitaban el tabaco y el alcohol en exceso. Quienes contaban con un fuerte apoyo social experimentaban un menor deterioro mental a medida que envejecían".
De acuerdo con la investigación, estos son los factores que indican un envejecimiento saludable:
- Mantener un peso saludable.
- Tener mecanismos maduros para afrontar altibajos de la vida.
- Matrimonio estable.
- Ausencia de alimentos procesados, alcohol y fumar.
- Estar físicamente activo.
- Mantener amistades duraderas.