Nudos en la garganta, dolor en el pecho o indigestión: no cabe duda de que las emociones se sienten en el cuerpo. Es la manera que tiene el organismo para llamar nuestra atención sobre temas que estamos dejando de lado.
Las emociones son un conjunto de reacciones psicofisiológicas que aparecen como respuesta a estímulos externos. “Cuando no se pueden controlar, se convierten en una carga demasiado pesada y el estrés crece a niveles altísimos hasta que nos enfrentamos a una situación que nos pone a prueba”, destaca la doctora, bioquímica y especialista en Neurociencias Patricia Fernández.
El principio rector que maneja a las emociones y a los síntomas son los pensamientos. Fernández explicó que estos pueden ser voluntarios (los que uno elige) o automáticos (aquellos no deseados ni elegidos conscientemente), y que todos terminan teniendo un efecto en el cuerpo porque emiten señales químicas que retroalimentan nuestro sistema de creencias.
Una vez que los pensamientos se desatan en el cerebro, se activa la amígdala, que es la parte del sistema límbico que tiene como principal función el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.
Ahora bien, ¿pueden controlarse las emociones y así evitar el malestar? Para la Dra. Fernández esto es absolutamente posible: “Los seres humanos podemos hacer trucos sencillos para hackear la mente”, dice.
¿Cómo hackear la mente?
Según indica la especialista, hay varias maneras para tomar control de la mente y decidir a qué pensamientos darles energía y a cuáles no. Entre ellas, se destacan las técnicas de respiración y la meditación.
Las técnicas de respiración relajante son aquellas en las que se hace una exhalación más larga que la inhalación. Otra técnica es la del estrés de combate, cuyo método implica hacer cuatro segundos de inhalación y otros cuatro de exhalación. Su nombre se remite a que es el procedimiento que emplean los soldados que están en guerras porque logran calmarse, pero no les quita acción.
La coherencia cardiaca es una relación psico-fisiológica que afecta o resuena en todos los órganos del cuerpo, principalmente en el corazón y el cerebro. Para conseguirla se debe emplear el método “5x5″: inhalar por cinco segundos y exhalar por otros cinco hasta que la frecuencia del latido sea regular y presente una alternancia armoniosa.
Otra técnica es el conocido Método Wim Hof. Consiste en inhalar y exhalar rápidamente 30 veces seguidas, y después de la trigésima inhalación, se exhala todo el aire y se aguanta la respiración tanto como se pueda hasta que luego se vuelve a la respiración normal.
En cuanto a la meditación, Fernández señaló: “Meditar hace que crezca el hipocampo y que algunas partes del cerebro se modifiquen completamente. No es coincidencia que en las últimas décadas explotó como objeto de estudio”. Entre sus beneficios, destaca:
- Aumenta el grosor de las cortezas prefrontales
- Brinda neuro plasticidad
- Aporta una mayor concentración
- Produce una menor reactividad emocional
- Permite distinguir los pensamientos voluntarios de los involuntarios
Si bien la meditación brinda una calma inmediata al hacerla, es un ejercicio que debe hacerse a largo plazo para notar todos sus beneficios.
Por último, Fernández subraya que, de la misma manera que generan estrés y malestar, las emociones pueden sanar. “La gentileza, la colaboración, el optimismo y el agradecimiento son las emociones que nos ayudan a sentirnos plenos y a tener una humanidad compartida y armoniosa”, asegura.
(Por La Nación GDA)