La memoria,esa facultad asombrosa que nos define y conecta con nuestro pasado, es mucho más que un simple almacén de recuerdos. Es la esencia de nuestra identidad, la base de nuestro aprendizaje y la herramienta que nos permite conocer el mundo.
En términos generales, es la capacidad del cerebro para codificar, almacenar y recuperar información. Pero no se trata de un sistema único, sino de un conjunto de sistemas interconectados, cada uno con su función específica:
-Memoria sensorial. Es el primer contacto con el mundo exterior. Registra brevemente la información que recibimos a través de nuestros sentidos: imágenes, sonidos, olores, sabores y texturas. Esta memoria es fugaz, dura apenas unos segundos, pero es crucial para filtrar la información relevante y pasarla a la siguiente etapa.
-Memoria a corto plazo (o memoria de trabajo). Es el espacio donde retenemos la información que necesitamos para tareas inmediatas. Por ejemplo, recordar un número de teléfono mientras lo marcamos o seguir las instrucciones de una receta. Esta memoria es limitada, tanto en capacidad como en duración, y solo puede almacenar unos pocos elementos durante unos segundos o minutos.
-Memoria a largo plazo: Es el almacén de nuestros recuerdos permanentes. Aquí se guarda la información que hemos considerado importante o significativa, desde los recuerdos de la infancia hasta los conocimientos adquiridos en la escuela o el trabajo.
La memoria a largo plazo se divide a su vez en memoria explícita o declarativa (que almacena recuerdos conscientes de hechos y eventos) y memoria implícita o no declarativa (que guarda recuerdos inconscientes de habilidades y hábitos, como andar en bicicleta o tocar un instrumento musical). Dentro de la memoria explicita, encontramos la memoria episódica (recuerdos de experiencias personales) y la memoria semántica (conocimiento general sobre el mundo).
Relación Memoria y edad
A medida que nos hacemos mayores, es normal experimentar algunos cambios en la memoria. No significa necesariamente que estemos perdiendo la memoria, sino que nuestro cerebro está funcionando de manera diferente. Es posible que necesitemos más tiempo para recordar información, que nuestros recuerdos sean menos precisos, que nos cueste realizar múltiples tareas simultáneamente o que nos distraigamos más fácilmente con información irrelevante.
Sin embargo, es importante recordar que cada persona es única y que el envejecimiento afecta a cada cerebro de manera diferente. Si tienes inquietudes sobre tu memoria, lo recomendable es consultar a un profesional de la salud.

Memoria y calidad de vida
La memoria desempeña un papel crucial en nuestra calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos. Una buena memoria nos permite:
- Recordar información esencial para la vida diaria, como eventos agendados, tareas pendientes o información sobre personas conocidas.
- Mantener nuestro rendimiento laboral y seguir aprendiendo cosas nuevas.
- Recordar momentos felices, anécdotas y experiencias significativas, fortaleciendo nuestra identidad y conectándonos con nuestro pasado.
- Facilitar la comunicación y la interacción social al recordar nombres, rostros y detalles de conversaciones.
Recordar es preciso
El deterioro de la memoria puede tener un impacto emocional significativo, sobre todo en personas mayores de 50 años. En algunas ocasiones sentimos ansiedad y preocupación por olvidar información importante y miedo a desarrollar enfermedades neurodegenerativas. La dificultad para recordar cosas simples produce frustración (o incluso irritabilidad) y eso conduce a una sensación de impotencia.
Si la situación se repite o se mantiene en el tiempo, surge la sensación de pérdida de autonomía y control. Algunas personas optan, entonces, por aislarse generando un círculo vicioso que profundiza el problema. El sentimiento de incapacidad y disminución del valor personal disminuyen nuestra autoestima, y la sensación de vergüenza o el miedo al juicio de los demás refuerza el deseo de evitar situaciones sociales.
Estrategias para mejorar
Entre los factores pueden afectar la memoria, tanto en personas jóvenes como mayores podemos señalar el envejecimiento natural del cerebro relacionado con la edad, el estilo de vida (estrés, falta de sueño, mala alimentación, sedentarismo, etcétera) y ciertas condiciones médica y medicamentos.
Sin embargo, también sabemos que existen estrategias al alcance de todos:
- Ejercicio físico: La actividad física regular mejora el flujo sanguíneo al cerebro.
- Alimentación saludable: Una dieta saludable y adecuada a su estado general beneficia la salud cerebral.
- Sueño reparador: Dormir lo suficiente es esencial para la consolidación de la memoria.
- Estimulación cognitiva: Un programa personalizado de entrenamiento cognitivo compuesto por juegos de memoria, crucigramas, lectura y aprendizaje de nuevas habilidades mantienen el cerebro activo y mejoran la confianza en nosotros mismos.
También es crucial implementar estrategias de afrontamiento para mitigar el impacto emocional del deterioro de la memoria. Hablar con familiares, amigos o un terapeuta nos ayuda a procesar las emociones y a encontrar estrategias para afrontar la situación. Además, mantenerse conectado con los demás puede ayudar a reducir el aislamiento y mejorar el estado de ánimo.
La meditación, el yoga o la respiración profunda pueden ayudar a reducir la ansiedad y el estrés y los profesionales de la salud mental pueden proporcionar terapia y apoyo para afrontar los desafíos emocionales asociados con el deterioro de la memoria.

Consejos prácticos
Si deseás adquirir o recuperar hábitos saludables para conservar y mejorar desde hoy tu memoria, estos son ejercicios sencillos que podés incorporar a tu rutina diaria:
- Elaborá listas de compras, nombres o cualquier otra información y trata de memorizarlas. Aumenta gradualmente la longitud de las listas.
- Jugá al “Memory“.
- Estimulá el vocabulario y la memoria semántica completando crucigramas y sopas de letras.
- Leé un cuento corto o un artículo de periódico y luego tratá de recordar sus detalles.
- Al final del día, tratá de recordar detalles de lugares que visitaste o personas que conociste.
- Hacé un esfuerzo consciente por recordar cumpleaños, aniversarios y fechas relevantes.
Realiza estos ejercicios con regularidad para obtener mejores resultados, alternando diferentes dinámicas para trabajar diversas áreas de la memoria. Recuerda que la clave está en la constancia y la variedad, pero también es importante que te resulte entretenido y divertido.
1.
A – B – C – H – O – R
Utiliza estas letras para formar 2 palabras de 6 letras.
2.
Reordena las siguientes letras para descubrir el título de una serie dramática:
LES DICE CANOA
3.
Descubre las palabras que responden a las siguientes definiciones. Cada palabra se forma quitándole una letra a la anterior.
· Curación.
· Castigo.
· País.
· Arción.
· Azul verdoso.
· Manojo.
· Sodio.
· Vocal.
Con las letras descartadas se forma una palabra que responde a la siguiente definición: “afilian”.
Respuestas
1. Bochar. Brocha.
2. Adolescencia.
3. Sanación. Sanción. Nación. Ación. Cian. Nía. Na. A. Palabra extra: Asocian.
-
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