Por Fabián Muro
Que la música puede ser terapéutica no es ninguna novedad. Sin embargo, no es lo más frecuente que uno se diga: “Voy a poner este disco para sanarme”. Más allá de todos consuelos, estímulos o impulsos que puede proporcionarnos, no siempre la asociamos como una instancia de curación en un sentido casi médico o, justamente, terapéutico. Por eso será interesante acudir al evento Catalizador el 19 de mayo en Ciudad Vieja, en donde habrá distintas propuestas musicales (ver recuadro) y se presentarán a partir de la hora 20, en 25 de Mayo 377.
Uno de los artistas que será parte del acontecimiento será Juan Ciovini, cuyo nombre artístico es Kren Orgánico (kren es una variante de rabanito). Ciovini es un músico multiinstrumentista que hace ya varios años se presenta bajo la modalidad “sanación a través de los sonidos”.
El sello discográfico Mutek describe así a la propuesta de Ciovini: “Investiga desde hace años el sonido en su aspecto terapéutico, realizando armonizaciones sonoras, donde utiliza la vibración y los timbres de instrumentos de distintas etnias especialmente seleccionados, como terapia de sanación y relajación”.
Ciovini es oriundo de Tierra del Fuego, pero actualmente trabaja y reside en la Patagonia y desde allí escribe: “Siempre la música guió mi camino y me sanó desde chico como baterista y guitarrista. Siento que siempre hubo una dualidad entre lo sensible y sutil de la guitarra y el canto, y lo más primitivo y salvaje de la batería”.
Cuando tenía 22 años, cuenta, tuvo algunos “viajes y visiones” que le permitieron ver que el sonido podía ser una “fuente de sanación”, lo que según él le dio un propósito a su vida: “Compartir encuentros de música, donde se genere un espacio para sanar”. Ciovini asegura que su recorrido ha sido autodidacta “Mi camino hacia las terapias fue pura investigación propia. Luego tuve algunos encuentros con colegas, y supe que estaba en el sendero correcto”.
Usa muchos instrumentos en sus conciertos, desde percutivos a guitarra o teclados, para crear una experiencia propia y, en el mejor de los casos, sanadora y reparadora. En su cuenta de Instagram (@krenorganico) se lo puede ver en distintos videos tocando algún sintetizador, tambor o flauta. También usa mucho un tipo de bambao, grupo de instrumentos de percusión que son como una suerte de tambor metálico (en el caso específico de Ciovini, toca el denominado “hangpan”, que produce un sonido muy dulce para ser un instrumento de percusión).
El camino elegido por el argentino para aportar a la sanación tiene algo que ver con la meditación y el mindfulness, dos técnicas con años de uso y utilidad para muchas personas. Entre los beneficios de la sanación a través de los sonidos, sus cultores señalan la expansión de la conciencia, el alivio del estrés, la estimulación de las ondas cerebrales y la mejora del estado de ánimo.
Los conciertos -por llamarlos de alguna manera- de Ciovini no tienen un estricto protocolo a seguir, como si se tratara de una sesión de terapia formal. “Al compartir conciertos mi intención es que la gente conecte con lo sutil del sonido, para que luego soltarse y expresarse a través del baile libre con timbres que acerquen sus cuerpos y sus memorias a la naturaleza”, dice. Y suma: “No siento que haya pasos a seguir, pero siempre planteo una intención antes de tocar. Y siempre prefiero que la gente reciba la música con ojos cerrados. Si todos terminamos soltando alguna carga, o transmutando algo que era preciso cambiar, entonces hemos cumplido el propósito”.
Hay bastante material online, más allá del perfil de IG del propio Ciovani (8.400 seguidores actualmente) para acercarse a los sonidos sanadores y averiguar más sobre este músico. Como artista discográfico tiene publicado un EP (por extended play) homónimo con cuatro composiciones disponible en Spotify y que fue editado el año pasado.
Para Ciovini, la presentación de su propuesta sanadora mañana 19 será su debut en tierra oriental con el actual formato, pero él ya conoce parte de Uruguay como músico: hace cinco años, recorrió prácticamente toda la costa uruguaya tocando en la calle. “Fue otro formato. Tocaba en la calle con baldes y latas de pintura”, explica desde Argentina.
Ahora llega con otra intención, más ambiciosa y elaborada, y será cuestión de probar si los sonidos generados por el músico consiguen conectar y, también, dar algo de remedio y alivio para el espíritu y la mente.
Música en vivo en un edificio abandonado
El evento Catalizador se presenta como un proyecto que, según sus productores, “busca crear sesiones inmersivas y sensoriales”. Para eso, cuenta con una nómina de artistas que van de lo emergente como el argentino reseñado en la nota central, a lo ya consagrado, como Luciano Supervielle.
La primera edición de este acontecimiento lleva como nombre Experimento y la producción agrega que “Para cada artista la sesión significa el desafío de adaptar su show y su música a una nueva manera de percepción en vivo y para un público más cercano y atento que nunca”. Además de los ya mencionados, estarán también Salvamento, Santiago Uribe y Samoa.
La cita será en 25 De Mayo 377 (frente al Palacio Taranco) y las entradas cuestan $ 1.200.