Tomar decisiones puede ser muy difícil, sobre todo cuando esas decisiones determinan nuestro futuro a corto y largo plazo, como iniciar o dejar una relación, tomar o no un trabajo, o tener o no hijos. Sin embargo, también tomamos pequeñas decisiones todos los días que, a su manera, nos hacen quiénes somos.
Cuando nos cuesta tomar decisiones, puede ser porque somos:
Personas indecisas: sucede cuando creemos que somos propensos a cometer errores o que no somos capaces de gestionar adecuadamente las consecuencias de nuestras decisiones. La reflexión es difícil porque el proceso de toma de decisiones es visto con miedo y ansiedad.
Personas perfeccionistas: sucede cuando vemos las cosas desde puntos de vista “extremos” y tenemos miedo de cometer errores. Por eso, las dudas provocan mucha frustración, en el deseo de salir cuanto antes de esta situación.
Consejos para tomar mejores decisiones.
1. Asumí que decidir es lo normal: A lo largo del día tomamos multitud de decisiones, la mayoría de ellas “automáticas”. Por lo tanto, sos capaz de tomar las decisiones correctas que están presentes en el día. En cada una de ellas pierdes algo y ganas algo.
2. No hay una única decisión correcta: Cualquier decisión conllevará riesgos, y sobre todo, siempre se perderá algo. Por eso, no existe la forma correcta ni perfecta de hacer las cosas.
3. Centrate en el presente: Tomá en cuenta que la decisión que tomes es la mejor para este momento. No te juzgues mañana por decidir lo que decides hoy.
4. La parte emocional es importante: Visualizate tomando una decisión y observa cómo te sentís y qué sucede en el camino.
5. Aprendé de tu propio comportamiento: Pensá en cómo has tomado diferentes decisiones en tu vida y en sus consecuencias. Si cometemos algún error, es para no volver a hacerlo a lo largo de la vida.
6. Mirá tus opciones: Finalmente, hacé un análisis de tus opciones racionalmente. Pensá en los pros y los contras de cada opción que estés considerando.
(Por El Comercio GDA)