Según las premisas básicas del Feng Shui, debemos crear siempre un ambiente agradable, armonioso y equilibrado dentro de nuestros hogares para sentirnos bien y vivir en prosperidad.
Pero, además de aplicarlo en nuestros espacios interiores, ¿por qué no pensar en trasladar esta armonía al exterior y crear jardines Feng Shui?
Terrazas, patios y jardines, también pueden convertirse en lugares donde fluyan las energías positivas. Estos espacios exteriores actúan como un filtro energético entre las vibraciones externas y el interior de nuestro hogar, brindando protección, elevando la energía circundante y aportando calidez a nuestro entorno visual.
Cómo planificar nuestros exteriores.
Lo primero que debemos hacer es estructurar el exterior y determinar cuántos ambientes queremos crear, lo cual dependerá del espacio disponible. Para las terrazas más pequeñas, lo mejor será optar por un solo ambiente con las piezas necesarias, sin caer en el exceso de muebles.
Si, por el contrario, tenemos un espacio exterior que es más amplio, podremos crear diferentes ambientes, siempre y cuando estén unidos por un hilo conductor que armonice los distintos espacios.
Los cinco elementos siempre presentes.
El primer objetivo básico para el exterior, independientemente de su tamaño, es que estén representados e integrados los cinco elementos del Feng Shui: madera, fuego, tierra, metal y agua.
Podemos incorporar estos elementos a través de diferentes muebles, variedad de plantas, velas, lámparas, almohadones, mantas, alfombras, piedras, fuentes de agua o piscinas.
Un segundo punto importante a considerar, es que cualquier mueble u objeto de decoración debe ser amigable con el entorno y de fácil mantenimiento, ya que uno de los requisitos para un espacio con buen Feng Shui es la limpieza y el orden.
Es un aspecto fundamental distribuir el espacio sin tener demasiados obstáculos, especialmente si el ambiente es pequeño. Las formas curvas son grandes aliadas para hacer fluir la energía, por lo que elegir un mobiliario sin esquinas puntiagudas ayuda a armonizar el ambiente.
Debemos buscar siempre un orden visual entre los elementos. Si tenés piezas gemelas, lo mejor será colocarlas en simetría; y si contás con muebles de diferentes estilos, utilizá complementos, como por ejemplo almohadones, para unificar el conjunto. Los muebles deben ser de materiales naturales, como madera, fibras y algodón, que conectan mucho mejor con el exterior y la naturaleza, en lugar de plásticos.
No debemos excedernos en los accesorios, pero contar con algunos es beneficioso. Pequeños objetos como son los caracoles, las piedras, la arena de playa o las flores silvestres, pueden conectarnos con momentos especiales o recuerdos positivos.
La importancia de los colores.
Los tonos claros y neutros traen calma, aunque pueden añadirse tonos más vivos para dar luminosidad y alegría.
Los tonos azules mediterráneos, verdes y los colores más vibrantes como el mostaza, naranja o terracota, conectan directamente con la naturaleza, el mar y la vegetación.
En los espacios exteriores, las plantas son fundamentales, ya que aportan energía positiva y equilibrio. Algunas plantas, como el jade o la planta del dinero, atraen la abundancia.
Si tenés un espacio amplio, los arbustos frutales son una excelente opción para agregar prosperidad. En áreas pequeñas, las plantas aromáticas o los jardines verticales son opciones igualmente válidas.
Por último, pero no menos importante, debemos incorporar iluminación adecuada a nuestros espacios exteriores. Las velas, como las de citronela, o las guirnaldas luminosas, son una excelente alternativa. Iluminar adecuadamente aporta calidez y crea una atmósfera mágica en las noches.
Aplicar Feng Shui en el exterior de tu hogar permite armonizar la energía que luego entrará en tus espacios interiores. ¡disfruta a pleno de tu hogar!