Desconectar el celular de Internet mejora la atención, la memoria y reduce la depresión, según investigación

Eduardo F. Filho, O Globo / GDA
El tiempo excesivo frente a la pantalla ya es una preocupación para científicos, académicos y médicos de todo el mundo. Puede alterar varias habilidades cognitivas, como la atención, la memoria, la resiliencia y las interacciones interpersonales. Aunque Internet tiene muchos beneficios y facilita la vida de las personas, también puede ser un obstáculo.

Un estudio canadiense de más de 400 adultos de Canadá y las Américas, con una edad promedio de 32 años, encontró que apagar Internet en sus teléfonos celulares durante solo dos semanas puede mejorar la capacidad de atención general de las personas, o como lo llaman los científicos, atención sostenida, a un nivel equivalente al observado en personas 10 años más jóvenes.

Para el estudio, los investigadores pidieron a los participantes que descargaran una aplicación que bloqueaba el acceso a Internet de sus teléfonos inteligentes, lo que significa que hacían que sus teléfonos fueran “inteligentes” y “tontos”. Todavía podían hacer llamadas, enviar mensajes de texto y acceder a Internet de forma no móvil, siempre que fuera a través de una computadora portátil o una tableta.

Los participantes fueron asignados a dos grupos: uno que bloqueó el acceso a Internet móvil durante las primeras dos semanas y otro durante las dos semanas siguientes. Los aspectos comparados en la investigación fueron: satisfacción con la vida, síntomas de ansiedad y depresión y capacidad de atención sostenida.

Como resultado, la intervención mejoró el bienestar, la capacidad medida objetivamente para mantener la atención y la salud mental, incluidos los síntomas de depresión, ansiedad, ira, función de la personalidad y ansiedad social: el 91% de los participantes mejoró en al menos uno de estos resultados.

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"Lo más interesante es que los autores comparan los resultados con otras medidas ya publicadas, y lo que más destaca es en relación a la atención: cuando las personas utilizan frecuentemente pantallas e internet, hay una disminución de la capacidad de atención de una magnitud cercana a la que se perdería en 10 años de deterioro cognitivo relacionado con la edad", señaló Livia Ciacci, neurocientífica y directora de contenidos de la Universidad BGR.

Además, cuando las personas no tenían acceso a Internet móvil, pasaban más tiempo socializando en persona, haciendo ejercicio y estando en la naturaleza.

“Estos resultados proporcionan evidencia causal de que bloquear internet móvil puede mejorar resultados psicológicos importantes y sugieren que mantener el status quo de conexión constante a internet puede ser perjudicial para el uso del tiempo, el funcionamiento cognitivo y el bienestar”, escribieron los autores en el estudio.

Siguiendo con el tema de la salud mental, bloquear la conectividad de los teléfonos inteligentes tuvo un efecto similar a la terapia cognitiva conductual y redujo los síntomas depresivos más que la medicación antidepresiva promedio.

El neurólogo Mario Peres, del hospital Albert Einstein, explica que el llamado “Brain Rot” se produce en nuestro cerebro al estar expuesto excesivamente a pantallas e internet, lo que no es más que un deterioro cerebral, traduciéndose en un empobrecimiento de las funciones mentales y cognitivas, generando dificultad para concentrarse, cansancio mental y falta de atención.

"Con el estímulo del contenido de las redes sociales, escenas impactantes, sonidos, música provocativa, nos condicionamos a activar el sistema de recompensa del cerebro, lo que desencadena la liberación de dopamina. Generando un estímulo rápido pero fugaz de placer. Nos volvemos más dependientes de la gratificación inmediata. Nuestra red neuronal se reconfigura y nos volvemos menos tolerantes a procesos que demandan más tiempo y esfuerzo, además de ser incapaces de analizar las cosas en profundidad", asegura.

También afirma que esta atención exagerada que la gente presta a internet puede causar ansiedad. Genera inquietud, impaciencia e irritabilidad. Esto aumenta el estado de alerta y provoca más ansiedad.

El neurólogo enumera algunas señales de alerta a las que debemos prestar atención si el tiempo frente a pantallas es excesivo, como: irritabilidad, dificultad para dormir, despertarse cansado, problemas con la interacción social, no prestar atención a las cosas que nos rodean, reducción de actividades placenteras (como el ocio) y mayor sensación de aislamiento social.

En el grupo que tuvo Internet bloqueado durante las primeras dos semanas, el tiempo frente a la pantalla se redujo de 314 minutos por día a 161 minutos por día, o casi la mitad. El tiempo volvió a aumentar a 265 minutos en las dos semanas siguientes, cuando pudieron acceder libremente a Internet, pero se mantuvo un 15% por debajo de los niveles previos al experimento. En el otro grupo, el tiempo frente a la pantalla se redujo de 336 a 190 minutos durante el período sin Internet.

Los investigadores estudiaron cuatro mecanismos para explicar los resultados. Además de la conexión social y cómo pasaban el tiempo fuera de línea, analizaron el sueño y el autocontrol de las personas.

El confinamiento ha aumentado el tiempo que pasamos en el mundo real y ha disminuido el tiempo dedicado a consumir medios. La intervención también aumentó la conexión social, los sentimientos de autocontrol y el sueño.

Foto: Freepik.

"Lo más interesante del estudio, y que sirve como lección para la reflexión de todos, es que el exceso de conectividad desequilibra nuestra gestión del tiempo", afirma Ciacci.

Peres dice que hay formas de resolver el problema, como establecer límites en el tiempo de pantalla, desactivar las notificaciones en el teléfono y reducir así la ansiedad de ver ese tema en particular, comer sin el teléfono en la mesa, no usar el teléfono justo antes de ir a dormir y dar preferencia a las reuniones cara a cara con amigos. La artesanía, el contacto con la naturaleza y la práctica de actividades físicas también son formas de reducir el uso excesivo de internet.

Los investigadores dijeron que ahora les gustaría bloquear aplicaciones específicas, como sitios de redes sociales, e investigar si reducir el uso de otros dispositivos conectados a Internet, como computadoras portátiles o tabletas, podría tener un efecto similar.