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El baterista de U2, Larry Mullen Jr., reveló recientemente que a lo largo de su vida ha tenido problemas para comprender conceptos numéricos, como hacer cuentas básicas o incluso contar. A sus 63 años, el músico ha sido diagnosticado con discalculia, un trastorno específico del aprendizaje que afecta las habilidades matemáticas.

“Siempre supe que había algo extraño en mi forma de manejar los números. Me cuesta muchísimo. Recientemente descubrí que tengo discalculia, que es una variante de la dislexia. No puedo contar ni sumar”, confesó durante una entrevista con Times Radio.

Mullen explicó que este desafío es también la razón detrás de las expresiones que hace mientras toca la batería. “La gente me dice que parece que estoy sufriendo mientras toco. Y es verdad, estoy luchando por contar los compases. Es como escalar el Everest”, añadió.

Foto: Commons.

La discalculia es un trastorno del neurodesarrollo (TND), lo que significa que surge en los primeros años de vida y persiste a lo largo del tiempo.

Entre los TND se incluyen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el Trastorno de Discapacidad Intelectual (TDI) y los Trastornos del Desarrollo del Aprendizaje (TAPR). Estos últimos abarcan problemas específicos con la lectura (dislexia), la escritura (disgrafía) y las matemáticas (discalculia).

De acuerdo con un estudio de Healthline, entre el 3% y el 7% de niños y adultos tienen discalculia. Sin embargo, muchos casos no son diagnosticados, ya sea porque las personas desconocen el trastorno o porque creen que sus dificultades son similares a las de otros familiares en matemáticas.

Otros músicos reconocidos han hablado abiertamente sobre la discalculia. Cher, por ejemplo, tuvo problemas en la escuela debido a esta condición, mientras que Robbie Williams confesó en Instagram que no puede leer números de teléfono si no están separados visualmente. Sophie Ellis-Bextor, conocida por el éxito "Murder on the Dance Floor", tiene dos hijos con dificultades de aprendizaje y es embajadora de Dyscalculia Network en el Reino Unido.

Foto: Difusión.

Aunque la causa exacta de la discalculia es desconocida, la Cleveland Clinic señala que puede tener un componente hereditario. El propio hijo de Mullen, uno de los tres que tiene con su esposa Ann Acheson, ha sido diagnosticado con dislexia.

No existe cura ni medicación para la discalculia, pero sí tratamientos efectivos. Estos suelen implicar un enfoque multidisciplinar que incluye psicólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y psicopedagogos, además de la participación activa de la familia.

En el ámbito escolar, se recomienda aplicar técnicas pedagógicas adaptadas, refuerzos educativos y repetir los conceptos tantas veces como el estudiante necesite. La clave es brindar un apoyo constante y personalizado para superar las barreras del aprendizaje.