El Tiempo / GDA
El hogar es considerado como un templo sagrado; un refugio que protege, brinda bienestar y seguridad. Lo que resulta paradójico es que, también, “la casa es el espacio más propicio para generar problemas de salud mental”. Así lo respondió el 44,5% de una encuesta sobre salud mental realizada en Colombia por el Ministerio de Salud y Protección Social a 3430 personas, en 2023.
“Este espacio es mencionado con más frecuencia entre las mujeres que entre los hombres -señala la publicación-. Llama mucho la atención que justo el lugar donde más protección se debería percibir sea el mismo donde casi la mitad de la población se sienta más vulnerable”.
Esto pone de manifiesto los efectos psicológicos y cognitivos que generan espacios cerrados como la casa y las razones por las que esta ha sido objeto de estudio de diferentes disciplinas durante años. Precisamente, a partir del confinamiento que ocasionó la pandemia del coronavirus, se evidenció el impacto de estos espacios en la salud mental.
Efectos de la pandemia en la salud mental
Lo curioso es que “hasta antes de la pandemia, pocas veces nos deteníamos a pensar cómo la casa incide en nuestro bienestar físico y emocional -precisa Catalina Velásquez, diseñadora de interiores-. La larga etapa de la cuarentena fue clave para aprender a percibir la manera en que afecta o mejora nuestra calidad de vida porque, no hay duda, la forma en que se construyen o remodelan nuestros espacios y también cómo los decoramos y los objetos que usamos influyen en nuestras actitudes y comportamiento. Nos moldean de alguna manera”.
Quizá tampoco con mucha frecuencia las personas se hayan detenido a pensar ¿cómo es su calidad de vida cuando están en casa?, ¿de qué manera el hogar incide en la relación con ellas mismas y con los demás?, ¿se descansa más o se es más feliz allí? o ¿cómo se sintieron durante la cuarentena? y ¿si dejó secuelas?
Lo cierto es que con el aislamiento por el covid aumentaron las cifras de estrés, ansiedad y depresión a nivel mundial y se incrementó la necesidad de los servicios de salud mental y de apoyo psicosocial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “los estudios muestran que alrededor del 20% al 70% de la población de las Américas sigue con depresión y ansiedad. Las mujeres, los jóvenes, las personas de bajos ingresos, con problemas de salud mental preexistentes y los trabajadores de la salud están entre los más afectados”.
Eso explica por qué “generar espacios de bienestar en el hogar es una de las herencias de la pandemia y muchos colegas se están concentrando en esta especialidad -dice Santiago Gil, arquitecto de espacios y presidente de la Asociación Colombiana de Arquitectura Interior (Acai)-. Esto surgió de la creciente necesidad de buscar casas más tranquilas, limpias, armónicas, relajantes, con muy buena iluminación y situaciones acústicas que puedan mejorar nuestra permanencia en ellas”.
Diseño del hogar y salud mental
El tamaño y diseño del lugar que se habita y las experiencias sensoriales allí vividas impactan; no solo ocurre en los seres humanos: “Algunos estudios realizados en roedores demostraron que cuando se exponen al hacinamiento, a ruidos súbitos fuertes o luces brillantes, tienen una respuesta fisiológica al estrés que hace que se active el sistema hipotálamo pituitario suprarrenal, se genere cortisol y se activen otras respuestas como el sistema nervioso autónomo”, explica Angélica María Pino, médica cirujana de la Universidad Pontificia Bolivariana y neuróloga de la Universidad CES de Antioquia.
Las cualidades estéticas de los entornos -naturales o creados- siempre tendrán un gran impacto en el estado psicológico, en la memoria y otras funciones cognitivas, sostiene la experta. Eso explica por qué construcciones con grandes ventanas que permiten la entrada de luz natural favorecen la concentración y mejoran la productividad y el estado de ánimo.
Tras la pandemia, “la necesidad de adaptarse a nuevas formas de trabajar, estudiar y socializar ha generado una mayor valoración de los espacios personales -dice la neurocoach Blanca Mery Sánchez-. Muchos han invertido tiempo y esfuerzo en mejorar sus hogares, buscando crear ambientes que favorezcan el bienestar emocional y la productividad en el trabajo remoto.
Al poner el foco en el hogar, disciplinas como la psicología de los espacios, el diseño holístico, la neuroarquitectura y el house coaching tomaron fuerza.
Vemos que “cada espacio o elemento está ligado a los procesos emocionales, por ejemplo, cuando hay mucho desorden se puede detectar un bloqueo emocional, o se pueden advertir desequilibrios en una relación sentimental cuando se perciben más objetos de una persona en una habitación de una pareja”, dice Sisi Salamanca, experta en house coaching.
“Conectar con nuestra casa y cuidarla como ese lugar sagrado donde podemos ser realmente nosotros y que nos contiene cuando nos sentimos tristes, abrumados” es lo que recomienda Laura Casas, experta en diseño holístico y sugieresencillos rituales como ordenar objetos en un espacio, adornarlo con flores o tender la cama todos los días.
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