El arte y la belleza: el vínculo entre estética, la neurociencia, y tres desafíos para ponerte a prueba

Al comprender cómo nuestro cerebro procesa la belleza y la emoción, podemos diseñar experiencias de aprendizaje más efectivas y enriquecedoras.

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Acuarelas enviadas desde Francia con ornamentación del Taranco
Museo
RAYMOND ROIG/AFP

El cerebro es responsable de funciones sorprendentes, complejas y misteriosas tales como el razonamiento, las emociones, el lenguaje, la creatividad y los sueños.

La disciplina que se ocupa del estudio del cerebro y de la cognición humana (aprendizaje, memoria, percepción, etcétera), sobre todo desde la segunda mitad del siglo XX, es la neurociencia. Dentro de sus cometidos se destaca la investigación sobre la creación de los pensamientos, la atención de los desórdenes cerebrales y otras cuestiones que tienen impacto en la sociedad.

Cuando la neurociencia se combina con la estética y explora la forma en la que apreciamos el arte y experimentamos la belleza en general, surge una disciplina relativamente nueva, la neuroestética.

Este término fue acuñado por el neurobiólogo Semir Zeki en 1999 y abarca el estudio de la percepción estética, centrándose en la respuesta del cerebro a elementos que contribuyen a la belleza, como la simetría, el color y la composición.

Exposicion de Torres Garcia en el MACA
Apertura a la prensa de la exposicion El Artista de Bruno Munari en el Museo de Arte Contemporaneo Atchugarry en Manantiales, departamento de Maldonado, ND 20240104, foto Ricardo Figueredo - Archivo El Pais
Ricardo Figueredo/Archivo El Pais

Cuando observamos una obra de arte que consideramos hermosa, el cerebro se activa e involucra una amplia gama de habilidades cognitivas que trabajan en conjunto para producir una experiencia de extraordinaria riqueza:

• Nos enfocamos en ciertos elementos de la obra, como el color, la forma, la composición, mientras podemos ignorar otros. Prestamos atención a elementos figurativos y abstractos.

• Apreciamos la tridimensionalidad y la perspectiva, de manera que incluso en obras estáticas, nuestro cerebro puede percibir un sentido de movimiento o energía.

• Recordamos experiencias previas con obras de arte similares o con la vida misma, lo que influye en nuestra interpretación actual y nos lleva a crear historias y significados a partir de elementos visuales.

• Experimentamos una amplia gama de emociones, desde alegría y tristeza hasta asombro y tranquilidad mientras interpretamos las intenciones del artista y las emociones que busca transmitir.

• Juzgamos la calidad y el valor de la obra en función de nuestros criterios personales y culturales, decidiendo qué aspectos de la obra son más importantes y cómo queremos interpretarla.

• Mediante nuestras funciones ejecutivas, organizamos nuestra atención y exploramos la obra de manera sistemática.

• De forma indirecta, la contemplación de una obra de arte implica el lenguaje (ya que lo utilizamos para describirla y comprenderla, así como para comunicarnos con otros sobre nuestra experiencia), la capacidad de aprendizaje y la articulación de conocimientos.

Estas habilidades no actúan de forma aislada, sino que se interrelacionan de manera compleja.

Neuroestética.

La neuroestética no sólo ayuda a los artistas y a los espectadores a comprender el impacto de una obra, sino que colabora con otras disciplinas tales como el diseño o el marketing, al permitir la creación de productos y espacios más atractivos o a mejorar la experiencia y la respuesta de los consumidores frente a diferentes estímulos visuales.

El aprendizaje continuo, como proceso vital para el desarrollo personal y profesional, guarda estrecha relación con la neuroestética:

• Por un lado, las experiencias estéticas generan emociones intensas, que fortalecen la memoria. Cuando vinculamos un contenido de aprendizaje con una experiencia estética, nuestro cerebro crea conexiones fuertes y duraderas, facilitando la retención de la información.

• Por otro lado, la experiencia estética estimula la creatividad y la imaginación. Al exponernos a diferentes formas de arte y belleza, desarrollamos nuevas formas de pensar.

• La belleza y la emoción que provocan las experiencias estéticas aumentan la motivación y el compromiso de quienes participamos de un proceso de aprendizaje continuo. Cuando algo nos resulta interesante y atractivo, somos más propensos a dedicar tiempo y esfuerzo a aprender.

• La observación de obras de arte requiere pensamiento crítico y una reflexión profunda. Al interpretar y evaluar obras de arte, desarrollamos habilidades de análisis y síntesis. La experiencia estética contribuye a la ampliación de nuestra perspectiva, el enriquecimiento de nuestra vida interior y el fomento de nuestra empatía.

La neuroestética nos ofrece una nueva perspectiva sobre el aprendizaje continuo. Al comprender cómo nuestro cerebro procesa la belleza y la emoción, podemos diseñar experiencias de aprendizaje más efectivas y enriquecedoras. Por ejemplo, la información se retiene mejor y se aplica de manera más creativa en un proceso que se vuelve más disfrutable, desarrollamos habilidades transversales como la creatividad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas, y lo más importante, nuestra mente se mantiene abierta y adaptable a los cambios (tan presentes en la vida actual).

Aplicaciones prácticas.

Las personas e instituciones que elaboran programas de aprendizaje continuo encuentran en la neuroestética una herramienta de gran utilidad, ya que permite:

• Incorporar elementos estéticos y lúdicos en los procesos de aprendizaje para hacerlo más atractivo y motivador (gamificación).

• Crear contenidos de aprendizaje cortos y visualmente atractivos que aprovechen las redes sociales y otras plataformas digitales (microlearning).

• Utilizar narrativas y metáforas para hacer que los conceptos complejos sean más fáciles de entender y recordar.

• Diseñar espacios de aprendizaje que sean estéticamente agradables y estimulantes.

La neuroestética demuestra que el arte no es solo un pasatiempo, sino una herramienta para aprender, crecer y conectar con los demás. La ciencia detrás de la belleza nos invita a sumergirnos en ese mundo, explorar nuevas formas de expresión y dejar que nuestro cerebro se maraville y enriquezca.

Desafíos.

1. Acertijo I
¿Cuál es el instrumento musical que tiene una sola cuerda?

2. Acertijo II
Un sapo está en un pozo de 10 metros. Puede saltar 3 metros, pero cae 2. ¿Cuántos saltos debe dar para salir del pozo?

3. Acertijo III
Tengo 8 perlas de las cuales una es falsa, pero en aspecto son todas iguales lo único que la diferencia es que la falsa pesa menos. Solo puedo hacer 2 pesajes en una balanza de dos platos y averiguar cuál es la falsa.

Respuestas:

1. La campana.

2. 8, porque en el séptimo salto estaría a 3 metros de su destino.

3. Primero peso 3 y 3 si la balanza da igual luego peso las otras 2 que me quedaron, si la falsa está en el primer pesaje, entonces me quedo una en la mano y peso las otras dos si pesan igual la falsa es la que tengo en la mano sino la balanza me demostrará cuál es la falsa.

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