En base a O Globo / GDA
Desde hace poco más de dos semanas, las inundaciones en Rio Grande do Sul, en Brasil, resultantes de las fuertes lluvias que asolaron el estado, movilizaron no sólo equipos de bomberos y socorristas, sino también militares, profesionales de la salud, voluntarios civiles y muchos otros que fueron llamados a filas. Y además de la preocupación que generan los más de 500.000 desplazados y casi 150 muertos, también preocupan los profesionales sanitarios, que muestra signos de agotamiento emocional, así como los equipos que trabajan en rescate y asistencia a las víctimas.
"Tenemos rescatistas, retirando a las personas de sus hogares, que estuvieron expuestas directamente a situaciones muy traumáticas. Contamos con profesionales en los centros de ayuda, que se implican en la atención a los supervivientes. En ambos casos ya vemos personas que muestran muchos signos de agotamiento, agotamiento emocional, cansancio", dice el coordinador del Centro de Estudios e Investigaciones en Trauma y Estrés de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUC-RS), Christian Kristensen.
"Algunos porque estaban muy exigidos, incluso físicamente, y otros porque están emocionalmente abrumados por tanto sufrimiento. El burnout es este agotamiento emocional que experimentan las personas. Incluso la fatiga por compasión, que es un término que usamos mucho ahora mismo", agregó.
Flávia Wagner, psicóloga de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) que trabajó en albergues en Porto Alegre, dice que ésta ha sido, de hecho, una de las principales preocupaciones. Dice que equipos de las carreras de Salud, así como de Derecho, Trabajo Social y otros de la institución, fueron llamados para brindar asistencia a las víctimas. Pero ahora incluso hay grupos que brindan asistencia psicológica a los voluntarios que brindan ayuda.
"Para poder ayudar a los demás necesitamos estar bien. Pero muchos voluntarios han estado trabajando en turnos consecutivos, sin período de descanso. Algunos permanecen directamente en refugios. Y sabemos que esto no durará mucho, este agotamiento tan fuerte ya está surgiendo. Si fuera algo de emergencia durante dos, tres días, sería posible. Pero llevará más tiempo. Y necesitamos voluntarios capaces de ayudar. Debido a que muchos voluntarios también perdieron muchas cosas debido a las inundaciones, están pasando por muchas dificultades", dice.
Ella dice que trabaja con personas que no pueden ayudar y que reportan un sentimiento de culpa, pero refuerza que también es importante preservar el autocuidado en este momento: "Mantener nuestras actividades normales tanto como sea posible para poder estar lo suficientemente bien como para ayudar, hemos estado trabajando mucho en esto ahora. Es importante no exceder tus límites".
Kristensen añade que, cuando la situación se estabilice, será necesario afrontar las consecuencias de la exposición a situaciones traumáticas que, según él, “se reconocen como criterio de una posible condición de trastorno de estrés postraumático”.
"Tendremos una serie de inquietudes y medidas que habrá que tomar con las personas a las que estamos apoyando ahora. El trastorno de estrés postraumático es un trastorno en el que hay exposición a un estresor que generalmente implica una amenaza a la vida e integridad física de la persona, como una inundación, y esto se acompaña de reacciones que comienzan o empeoran después del evento estresante primario", agregó.
¿Qué es el burnout?
El burnout o agotamiento laboral no es una enfermedad, pero fácilmente puede derivar en una si no se controla. Quien lo sufre padece de un desgaste físico y emocional fruto del estrés crónico que se instaló y que puede transformarse en diversas patologías físicas o mentales. Además, el llamado "síndrome del trabajador quemado" afecta también al entorno. No es contagioso, claro, pero compartir muchas horas del día con alguien que está en ese estado, no será beneficioso.
El caso de los rescatistas de Brasil es extremo y no admite demasiadas pausas para la reflexión, pero para los casos de burnout en situaciones más "normales", Mayo Clinic recomienda responder a estas preguntas para analizar si la persona está atravesando por esta situación. En caso de responder más de una en forma positiva, se recomienda consultar con algún profesional para que ayude a evaluar acciones.
- ¿Cuestionás la importancia de tu trabajo?
- ¿Te arrastrás al trabajo y tenés problemas para empezar?
- ¿Te sentís aislado de tu trabajo y de tus compañeros de trabajo?
- ¿Has perdido la paciencia con tus compañeros de trabajo o con los clientes?
- ¿Te falta energía para hacer tu trabajo de forma correcta?
- ¿Te cuesta concentrarte en el trabajo?
- ¿Sentís poca satisfacción por lo que hacés?
- ¿Te sentís decepcionado con tu trabajo?
- ¿Dudás de tus habilidades y capacidades?
- ¿Recurrís a la comida, las drogas o el alcohol para sentirte mejor o adormecer tus sentimientos?
- ¿Han cambiado tus hábitos de sueño?
¿Tenés dolores de cabeza, problemas estomacales o intestinales, u otros problemas físicos sin causa aparente?
Consejos para aliviar síntomas de burnout
- Establecé límites claros: para evitar la sobrecarga de trabajo, es importante que la persona establezca límites claros en cuanto a las horas de trabajo y las responsabilidades asumidas. Debe aprender a decir "no" cuando sea necesario y evitar llevar trabajo a casa.
- Descanso adecuado: mantener una rutina de sueño adecuada es esencial. La persona debe asegurarse de dormir lo suficiente para sentirse descansada y enérgica durante el día.
- Ejercicio regular: incorporar ejercicio físico en la rutina diaria puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general. Incluso una caminata corta o unos minutos de estiramientos pueden marcar la diferencia.
- Alimentación saludable: consumir una dieta equilibrada y nutritiva puede tener un impacto positivo en la salud mental y física. Evitar el exceso de cafeína y azúcar puede ayudar a mantener los niveles de energía estables.
- Tiempo de relajación: la persona debe dedicar tiempo a actividades de relajación que disfrute, como leer, meditar, practicar yoga o simplemente descansar sin distracciones.
- Socialización: mantener conexiones sociales es importante para combatir el aislamiento que a menudo acompaña al burnout. Pasar tiempo con amigos y familiares puede proporcionar apoyo emocional y distracción positiva.
- Delegar tareas: aprender a delegar tareas en el trabajo y en la vida personal puede aliviar la carga y reducir el estrés.
- Buscar ayuda profesional: en casos graves de burnout, es fundamental buscar la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra, para obtener apoyo y orientación específica.
- Planificación y organización: establecer metas realistas y organizar las tareas de manera eficiente puede reducir la sensación de abrumamiento.
- Hobbies y pasatiempos: Dedicar tiempo a actividades que generen satisfacción y alegría, como pasatiempos o intereses personales, puede ayudar a restaurar el equilibrio entre la vida laboral y personal.