El cerebro y el exceso de información: ¿por qué abruma el volumen de noticia en la actualidad?

La información se genera a un ritmo vertiginoso. Nuevos artículos, videos y publicaciones se crean constantemente, y es realmente difícil mantenerse al día.

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Preocupación, estrés.
Taken with an old Helios 58mm
Foto: Commons.

Todos los días nos inunda una avalancha de noticias, notificaciones y correos electrónicos. ¿Te sientes abrumado? Lo cierto es que la vida moderna nos exige estar conectados 24/7, pero ¿a qué costo? Veamos en qué consiste el exceso de información.

Lo primero que debemos señalar es que tenemos acceso a una cantidad inmensa de información a través de internet, redes sociales, noticias, correos electrónicos, etc. Esto hace que sea difícil filtrar y priorizar lo que es realmente importante.

Por otro lado, la información se genera a un ritmo vertiginoso. Nuevos artículos, videos y publicaciones se crean constantemente, y es realmente difícil mantenerse al día.

Todo esto ha provocado que estemos constantemente conectados a nuestros dispositivos móviles, lo que significa que estamos expuestos a una corriente constante de notificaciones y actualizaciones. Hemos quedado presos de un círculo vicioso. Y lo peor es que no siempre estamos preparados para manejar tanta información. Necesitamos desarrollar habilidades como la gestión del tiempo, la priorización y el pensamiento crítico para poder filtrar y procesar esta corriente permanente de datos, hechos, chismes, etcétera.

Sobrecarga

La sobrecarga de información tiene una serie de consecuencias negativas tanto a nivel individual como social.

Consecuencias a nivel individual:
• Dificultad para concentrarse. La constante exposición a estímulos hace que sea más complicado mantener la atención en una sola tarea.

• Disminución de la productividad. La sobrecarga de información puede llevar a la procrastinación y a una menor eficiencia en el trabajo.

• Estrés y ansiedad. La sensación de estar abrumado por tanta información puede generar altos niveles de estrés y ansiedad.

• Problemas para tomar decisiones. La abundancia de opciones y datos puede dificultar la toma de decisiones, incluso en asuntos cotidianos.

• Aislamiento social. La excesiva dependencia de los dispositivos digitales puede llevar al aislamiento social y a la disminución de las relaciones interpersonales.

• Desinformación. La facilidad con la que se difunden noticias falsas y contenidos engañosos en internet puede llevar a la desinformación y a la polarización.

• Disminución del bienestar. El uso excesivo de dispositivos electrónicos se ha asociado con problemas de sueño, fatiga y otros problemas.

Consecuencias a nivel social:
• Polarización. La sobrecarga de información puede exacerbar las divisiones sociales sobre temas sensibles, ya que tendemos a buscar información que confirme nuestras propias creencias.

• Desconfianza en las instituciones. La proliferación de noticias falsas y la dificultad para verificar la información pueden erosionar nuestra confianza en las instituciones y en los expertos.

• Impacto en la educación. La sobrecarga de información puede dificultar el aprendizaje profundo y significativo.

• Cambios en el comportamiento del consumidor. La gran cantidad de información disponible influye en las decisiones de compra y en los hábitos de consumo.

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Foto: Free Range.

Mucha información

Si queremos combatir la sobrecarga de información y mejorar nuestra calidad de vida, podemos comenzar estableciendo límites. Tanto para definir momentos específicos del día para revisar correos, redes sociales y noticias, como para designar espacios libres de dispositivos en tu hogar (como el dormitorio, por ejemplo).

En cuanto a la información que consumimos, identifiquemos lo esencial. Concentrémonos en lo que realmente es relevante para nuestra vida y nuestro trabajo. Si nuestras tareas y proyectos requieren que estemos al día con las noticias o implican reunir mucha información, utilicemos herramientas de gestión que nos ayuden a mantenernos organizados y flexibles al mismo tiempo. Aún cuando utilizamos la tecnología únicamente para nuestra actividad personal, podemos por ejemplo simplificar nuestro entorno digital eliminando las aplicaciones que no utilizamos con frecuencia y organizar el escritorio de nuestra computadora o la pantalla de nuestro teléfono.

Si reconocemos que necesitamos desconectarnos, tomemos pausas digitales, incorporando momentos de desconexión total de dispositivos electrónicos en nuestra rutina diaria. Dediquemos tiempo a actividades offline: hobbies, ejercicio físico o actividades sociales, culturales y artísticas que no requieran el uso de tecnología.

Como ciudadanos también tenemos la chance de solicitar que se promueva la educación en habilidades digitales y el pensamiento crítico desde temprana edad, que se regulen la publicidad online y la protección de datos personales y que se fomente el consumo de medios de comunicación de calidad.

Infodemia

Dentro de la sobreabundancia de información podemos reconocer aquello que resulta contradictorio y de dudosa fiabilidad, y que se propaga rápidamente, especialmente durante una crisis o evento significativo. Este fenómeno, que se define con el término -relativamente nuevo- de “infodemia”, requiere de nosotros una serie de esfuerzos:

• Verifiquemos la fuente. Es importante saber si se trata de una publicación de una institución reconocida, un periodista acreditado o un perfil anónimo, así como confirmar si es la información más reciente sobre un tema o si presenta evidencias tales como citas de fuentes confiables o si hay datos que respalden las afirmaciones.

• Busquemos múltiples fuentes. Comparemos la información disponible en diferentes fuentes para identificar posibles discrepancias y -sobre todo- vayamos a las opiniones de expertos en el tema para obtener una perspectiva más completa.

• Desconfiemos de los titulares sensacionalistas que a menudo están diseñados para captar la atención y pueden ser engañosos. Leamos el artículo completo para entender el contexto y los matices de la información.

• Identifiquemos los sesgos. Reconozcamos nuestra perspectiva, y la perspectiva desde la cual se presenta la información, ya que todos tenemos sesgos, incluso los periodistas y los expertos. Busquemos artículos que presenten diferentes puntos de vista sobre el tema que nos interesa.

• Compartamos información verificada. Cuando encontremos información confiable, compartámosla con nuestros contactos para ayudar a combatir la desinformación, y del mismo modo, cuando vemos que alguien comparte información falsa, hagamos una corrección respetuosa ofreciendo fuentes confiables.

El combate de la sobrecarga de información requiere un esfuerzo. Sin embargo, los seres humanos contamos con recursos que resultan muy útiles cuando deseamos recuperar el control sobre nuestra atención, mejorar nuestra productividad y vivir una vida más equilibrada y saludable.

Exploremos técnicas de meditación para mejorar la concentración, dediquemos tiempo a leer libros y artículos en profundidad en lugar de saltar de un sitio a otro, y desarrollemos habilidades de pensamiento crítico para poder distinguir entre hechos y opiniones.

Desafíos

1.

A – D – E – L – O – R – T

Utiliza estas letras para formar dos palabras de 7 letras. Evita los verbos conjugados.

2.

Reordena estas letras para descubrir el título de un clásico del Séptimo Arte:

SACA BANCAL

3.

Todas tienen 5 letras y terminan con TiO:

· Elemento químico.

· Jardín.

· Cociente.

· Lugar.

· Watt.

Respuestas

1.

Delator. Letrado.

2.

Casablanca.

3.

Litio. Patio. Ratio. Sitio. Vatio.

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