Leidy Rico/El Tiempo GDA
La frustración emocional se puede generar por la acumulación de sentimientos que pueden estar relacionados con la oposición, la ira, la decepción, la ansiedad o la tristeza, entre más sensible sea la persona ante los conflictos, tiene una mayor probabilidad de tener esta sensación, según la página web ‘Top Doctors’.

Estos sentimientos pueden surgir cuando un objetivo o un proyecto muy importante no sale como se espera, pero su intensidad va a depender de la percepción que el sujeto tiene con respecto a los obstáculos que no le permiten que sus metas sean realizadas.

Cuando la persona tiene una mayor resistencia a enfrentar esos inconvenientes, su frustración puede presentarse con más frecuencia, por lo que tienden a ser rígidos y no tienen una fácil adaptación a los cambios imprevistos, interpretando las dificultades como insuperables y las emociones negativas como insoportables.

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Según Josep Fuller, profesor de la Universidad de Harvard, uno de los errores más frecuentes que pueden llevarlo a la frustración es no distinguir entre las prioridades u objetivos personales y profesionales, lo que genera altos niveles de insatisfacción.

Esto porque no tienen la capacidad de ser honestos con ellos mismos y por ende se sienten desgastados o infelices, las altas expectativas laborales pueden hacerle olvidar lo que realmente es la felicidad, por esto es importante tener expectativas realistas y tener claro lo que desea para su vida.

Sin embargo, existen otros factores que pueden llevarlo hacia una frustración, como:

El temperamento: algunas personas pueden tener una predisposición de manera natural o biológica que las hace más capaces de manejar situaciones frustrantes sin que se vean tan afectadas emocionalmente, de acuerdo con ‘Top Doctors’.

Las condiciones sociales: su entorno social y cultural influye en el funcionamiento personal e interpersonal. Un ejemplo de esto es la sociedad occidental, donde esta problemática es más elevada que en otros lugares.

Dificultades en la expresión emocional: el no poder identificar sus emociones o sentimientos y pensar que el expresarlos puede ser desagradable, es una creencia errónea y perjudicial para la salud mental , puesto que lo lleva a una baja tolerancia de la frustración.

Déficit en autocontrol: en el caso de los menores de edad, esto se puede presentar porque ven a sus padres comportarse de cierta manera en los momentos de crisis, lo que los niños aprenden y pueden reaccionar de la misma manera.