Estamos en el ciclo del agua y es momento de nutrirnos de nuestro hogar y de nuestro interior para prepararnos para las estaciones venideras. Es bueno que trabajemos ciertos rincones de la casa yactivemos lo que estos espacios representan en nuestras vidas. Un objeto muy especial en esta época del año son las fuentes de agua, que representan justamente el elemento característico de este ciclo y nos beneficiarán para activarlo dentro de nuestro hogar.

Las fuentes de agua nacen de la combinación del Feng Shui y el concepto de fluir. El Feng Shui tiene la premisa de que el agua acumula el Qi (energía vital de vida) y debemos tenerla en movimiento o con vida, en el caso de una pecera, para que esta energía fluya en nuestro hogar.

En nuestro hogares recibimos influencia del agua de distintas partes, pueden ser ríos cercanos o subterráneos, de las piscinas propias y/o ajenas, del agua que puede haber tanto fuera y dentro de nuestras casas. Así es que el hecho de traer una fuente de agua agrega un nuevo elemento al diseño interior de nuestros espacios, pero debemos saber bien cómo usarlos, en qué lugares colocarlos y de qué manera, para así poder sacar el mejor beneficio de este elemento.

Si la fuente de agua hace mucho ruido en su funcionamiento, eso no favorecerá a la armonización del espacio. Una fuente de agua de cualquier tipo deberá tener agua que se mueva muy lentamente pero a su vez, deberá tener agua quieta y acumulada. Agua quieta no quiere decir estancada y es por ello que idealmente tiene que haber un sistema de renovación constante pero lenta.

Podemos saber cuánta cantidad de agua debe tener una fuente tanto exterior como interior, si lo que queremos es “acumular Qi”. Se calcula que para acumular Qi adecuadamente lo ideal es que contemos con un litro de agua por metro cuadrado de superficie techada, esto a su vez debe equilibrarse con los elementos agua que ya se tengan en el ambiente en cuestión.

Esta relación es genérica, a su vez, debemos siempre ser conscientes del espacio y entorno en el que la vamos a colocar, por lo que no es el único punto a tener en cuenta a la hora de elegir la fuente de agua correcta para nuestro espacio.

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• Colocar una fuente de agua en nuestros espacios, ya sean estos interiores o exteriores, favorece a ciertos sentidos humanos como por ejemplo dar alegría al espacio, relajación, estética, contacto con la naturaleza, además que con su movimiento correcto del agua hace que el espacio se equilibre energéticamente.
• Es recomendable colocar fuentes de agua en los siguientes lugares de tu hogar: estar, comedor, recibidor, pasillo o zona de trabajo. Las fuentes de agua, además de lo ya mencionado, armoniza el entorno y trae prosperidad y abundancia con su movimiento.
• A su vez, hay espacios en nuestra casa donde no debemos colocar este objeto, estos son: el dormitorio, el baño y la cocina o lavadero. En el caso del dormitorio afecta el descanso y en los demás ambientes generará más exceso de agua fomentando la pérdida energética del hogar.