Milenka Duarte/El Comercio GDA
Imagina llegar a tu lugar de trabajo cada mañana, con la expectativa de enfrentarte a un día lleno de tareas y retos significativos; sin embargo, te encuentras con un sinfín de actividades que no despiertan tu interés, que no te permiten demostrar todo tu potencial y que, sobre todo, te llevan a sumergirte en un espiral de monotonía del cual no puedes salir.
Sin duda, esta sensación de inutilidad se vuelve cada vez más abrumadora y la ansiedad por no estar cumpliendo tus metas profesionales se intensifica, llevándote así a una desconexión emocional con el trabajo, denominada como el síndrome de boreout, que termina minando tu motivación, creatividad y, especialmente tu salud mental.
A diferencia del síndrome de burnout, asociado con el estrés y el agotamiento por una carga excesiva de trabajo, el boreout es una condición ocupacional moderna menos conocida, pero igualmente dañina, que está afectando el bienestar y la satisfacción profesional de muchos colaboradores, quienes se sienten atrapados en empleos carentes de sentido. De acuerdo al reciente estudio realizado por el portal de empleo Bumeran y el software de reclutamiento, Hiring Room, en el cual participaron 4265 trabajadores y especialistas en recursos humanos de Perú, Argentina, Chile, Ecuador y Panamá, el 75% de los talentos en las organizaciones de nuestro país manifiestan estar aburridos o desmotivados.
¿Qué es el síndrome de boreout?
El síndrome de Boreout es un estado de agotamiento y desinterés causado por el aburrimiento crónico en el entorno laboral. Básicamente, como explicó el doctor Alberto Alegre Bravo, psicólogo y coordinador académico de la carrera de psicología de Continental University of Florida, esta condición aparece cuando las tareas son rutinarias o monótonas, lo que genera desmotivación, baja productividad y falta de satisfacción personal. Estos problemas a menudo se derivan de un clima laboral poco estimulante y de la ausencia de retos para el colaborador, ya sea por la falta de oportunidades de desarrollo profesional (línea de carrera o de sucesión) o porque las tareas asignadas no están alineadas con su nivel de competencia.
“Respecto a las causas del boreout encontradas en el estudio, se pudo determinar que, el 30% de los especialistas consideran que la falta de reconocimiento o valoración por parte de sus superiores es uno de los principales factores que contribuye al desarrollo de este síndrome en el entorno laboral. Mientras que, el 25% lo atribuye a la monotonía y la repetitividad en las actividades laborales, el 15% menciona un ambiente laboral poco estimulante o colaborativo, el 9% señala la falta de autonomía en las tareas asignadas, el 8% relaciona este síndrome con la falta de desafíos o tareas interesante y, por último, el 4% lo vincula con el exceso de tiempo libre”, expresó Miguel Bechara, director comercial en Bumeran Perú.
¿Cuáles son los síntomas más comunes del síndrome de boreout?
Según Liliana Tuñoque, psicóloga de la Clínica Internacional, quienes padecen de esta condición a menudo enfrentan una marcada falta de motivación, apatía, irritabilidad, ansiedad, falta de concentración y, en casos más severos, síntomas físicos como fatiga crónica. Asimismo, como señaló el doctor Alegre, estos colaboradores tienen poco deseo de continuar en la empresa, mayor tendencia a querer renunciar, al igual que presentan una alta tasa de tardanza, baja productividad, desempeño y compromiso con la organización, puesto que no le encuentran el sentido a las actividades que realizan.
“A parte de la falta de motivación o entusiasmo para realizar las tareas asignadas, la cual es el síntoma más observado en los trabajadores (61%), de acuerdo con el estudio, también destacan otras manifestaciones, como la expresión de descontento o insatisfacción con respecto a las responsabilidades laborales actuales (50%), disminución de la calidad del trabajo o falta de atención a los detalles (48%), quejas frecuentes sobre el trabajo o el entorno laboral (47%), falta de interacción social con colegas o aislamiento en el lugar de trabajo (30%) y aumento del ausentismo laboral o en la cantidad de permisos solicitados (30%)”, precisó Bechara.
¿Quiénes son más propensos a desarrollar el síndrome de boreout?
Generalmente, las personas más vulnerables al síndrome del boreout son aquellas que buscan constantemente nuevos retos y tienen un alto nivel de ambición, lo cual los hace sentirse frustrados en trabajos que no les ofrecen oportunidades para crecer o desarrollar sus habilidades. De igual modo, como refirió Max Cabanillas Castrejón, psicólogo, los individuos con tendencia al perfeccionismo también tienen un mayor riesgo de padecerlo, ya que se esfuerzan por alcanzar la excelencia; sin embargo, al darse cuenta que sus habilidades y conocimientos no están siendo plenamente empleados en su trabajo, suelen sumirse en una profunda desmotivación.
“Igualmente, son más propensos a desarrollarlo aquellos colaboradores que hacen trabajos en solitario o con menos contacto social, así como también quienes realizan actividades rutinarias y monótonas, las cuales no brindan la posibilidad de desarrollo, no fomentan la creatividad y la innovación ni tampoco ofrecen objetivos claros de crecimiento. Lamentablemente, esto trae consigo trabajadores aburridos, desinteresados y con sentimientos de ser infraexigidos”
¿Cómo afecta el boreout a la salud mental y emocional de los colaboradores?
El bienestar integral depende de un equilibrio saludable en todas las esferas de nuestra vida. Por lo tanto, si una de ellas, como en este caso, el ámbito laboral no es favorable para el desarrollo profesional y personal, esto va a repercutir significativamente en la salud mental y general, ya que se suele pasar gran parte del día en el trabajo. Por esta razón, como aseguró Alegre Bravo, el síndrome de boreout puede incrementar el riesgo del consumo de sustancias y de depresión, pues la monotonía y la falta de sentido en el trabajo puede desencadenar sentimientos de desesperanza y tristeza, por lo que, con el tiempo, esto puede tornarse en un cuadro depresivo, sobre todo, si el individuo siente que está atrapado en una situación sin salida.
“El aburrimiento crónico en el trabajo puede generar niveles altos de estrés y ansiedad, ya que la falta de desafíos y de propósito puede llevar a una sensación constante de inquietud y malestar. Asimismo, el boreout puede afectar la percepción que una persona tiene de sí misma, haciendo que se sienta incompetente, inútil o sin valor, lo que puede disminuir su autoestima, así como también una falta de confianza en las propias habilidades. De igual manera, al sentir que su trabajo no tiene valor, la persona puede aislarse socialmente, evitando la interacción con sus colegas y reduciendo su participación en actividades laborales. Además, esto puede impactar en la calidad de las relaciones interpersonales y provocar agresividad o frustración hacia familiares y amigos”, sostuvo la psicóloga de la Clínica Internacional.
¿Cómo pueden los colaboradores superar el síndrome de boreout?
Una de las estrategias que podría ayudar a una persona que está padeciendo del síndrome de boreout, es la autoevaluación del puesto de trabajo. Como mencionó Cabanilla, es muy importante que los colaboradores determinen cuál es la funcionalidad del empleo en el bienestar personal, es decir, qué tanto el trabajo que estamos realizando contribuye positivamente a nuestro desarrollo y crecimiento o de lo contrario, nos está deteriorando.
“Es fundamental que la persona también reflexione sobre lo que realmente le motiva o interesa en el trabajo, dado que esto ayuda a identificar las áreas en las que puede involucrarse más activamente. Igualmente, es indispensable analizar si el boreout se debe a un mal ajuste con el puesto actual o a factores personales, como expectativas no realistas o falta de interés en las tareas asignadas”.
Por otro lado, la psicóloga sugirió el establecimiento de objetivos a corto y largo plazo, puesto que proporcionan un mayor sentido de propósito y dirección, así como también la búsqueda de nuevos retos, ya sea tomando la iniciativa para asumir nuevos proyectos o responsabilidades que puedan ser más desafiantes o interesantes.
También es crucial cultivar pasatiempos fuera del trabajo, pues al mantenerse un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal, esto favorece a la motivación y el sentido de realización lo que, a su vez, ayuda a prevenir o a minimizar el impacto del síndrome de boreout.
“Otra manera para poder superar el boreout es a través de la comunicación asertiva. Por ejemplo, al hablar con nuestro supervisor o jefe podemos tener la oportunidad de expresar de manera constructiva nuestra insatisfacción o la falta de estímulo en el trabajo e incluso, podemos proponer soluciones o ajustes en nuestras actividades. De igual forma, ya sea conversando con un compañero de trabajo o buscando apoyo psicológico, esto también nos ayuda a validar por lo que estamos atravesando y a sentirnos comprendidos. No obstante, si nuestro trabajo actual no conecta con los valores personales o nuestras metas, siempre podemos optar por nuevas oportunidades que estén mejor alineadas con nuestros intereses y habilidades”, indicó Alegre.
¿Qué estrategias pueden implementar las empresas para prevenir el boreout entre sus empleados?
De acuerdo a Miguel Bechara, entre los hallazgos principales del estudio Boreout, el 81% de los expertos en recursos humanos perciben síntomas de boreout en los talentos de sus organizaciones, quienes se sienten aburridos o consideran que sus tareas están por debajo de sus habilidades. Sin embargo, el 43% de los especialistas no implementan ninguna medida para prevenir este síndrome en sus colaboradores, pese a que esta condición puede desencadenar una serie de consecuencias significativas para las empresas, como disminución del compromiso organizacional (25%), repercusión directa en la calidad del trabajo (23%), aumento de rotación de personal (23%), incremento de conflictos internos entre compañeros (13%), impacto negativo en la cultura organizacional (9%) y la pérdida de talento (8%).
Por esta razón, Liliana Tuñoque recomendó las siguientes estrategias que pueden implementar las organizaciones para prevenir este síndrome entre sus empleados:
Fomentar la variedad de tareas: Proporcionar diversas tareas y proyectos para que los empleados puedan involucrarse en diferentes actividades y evitar la monotonía, así como también fomentar el trabajo en equipo y la colaboración entre diferentes departamentos para hacer el trabajo más dinámico y social.
Establecer metas desafiantes: Compartir con su equipo objetivos claros y alcanzables, que sean lo suficientemente desafiantes como para mantener su interés y motivación. También se debe implementar un sistema de retroalimentación constante que permita a los empleados conocer su desempeño y recibir orientación para mejorar y crecer.
Fomentar la creatividad: Incentivar la innovación y la creatividad permitiendo a los colaboradores proponer y trabajar en sus propios proyectos o ideas que puedan beneficiar a la empresa.
Crear un ambiente de trabajo positivo: Promover un clima laboral donde los colaboradores se sientan valorados y escuchados, puede aumentar su compromiso y motivación.
Desarrollo profesional continuo: Fomentar oportunidades de formación y desarrollo profesional que les permitan crecer y adquirir nuevas competencias.
Rotación de puestos: Considerar la rotación de roles dentro del equipo o la empresa para que los integrantes de su equipo puedan adquirir nuevas habilidades y experiencias.
Atención al bienestar emocional: Proveer servicios de apoyo psicológico o programas de bienestar que ayuden a los empleados a gestionar el estrés y mantener un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.
Reconocimiento y recompensas: Implementar un sistema de reconocimiento que valore los logros de los empleados, sin duda, puede aumentar su motivación y satisfacción.
Comunicación abierta: Fomentar una cultura de comunicación donde los empleados se sientan cómodos expresando sus inquietudes y sugerencias sobre su trabajo.
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