Los días 6, 7 y 8 de noviembre se realizará el encuentro ‘Nuevos retos en la prevención, diagnóstico y tratamiento del trastorno de juegos de azar’, una actividad académica de acceso gratuito que contará con expertos internacionales sobre ludopatía y adicciones. Una de las disertantes será la psicóloga española Ana Estevez, profesora titular en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Deusto, quien conversó con El País acerca de esta problemática.

— ¿Qué significa ‘juego responsable’?
— Es un concepto que tiene muchas aristas. La responsabilidad debe venir de muchas partes —las personas, las instituciones—, siempre con el fin de cuidar a aquellos que son mucho más vulnerables a desarrollar problemáticas, como los jóvenes y adolescentes, que no tienen la capacidad de tomar ciertas decisiones y discernir si algo es bueno o no.

— ¿Para una persona adicta al juego puede existir el juego responsable?
— Cuando a uno le sienta mal algo, como una comida a la que es alérgico, no puede hacer un uso responsable de ello. Cuando el juego ha supuesto un daño para la persona y su entorno, para su salud física y mental, para su economía, para los aspectos legales, para su pareja, para sus hijos, etcétera, entonces ya no puede hacer un uso responsable.

Hay una línea roja que se pasa. Para una persona que desarrolla un problema de juego —que no ha podido controlar el juego— no puede haber juego responsable.

— ¿Cuáles son los principales desafíos del juego al día de hoy?
— Estamos en una sociedad en la que lo presencial pasa a lo virtual, con lo cual incluso el dinero que se juega no es dinero que la persona sienta; no mete la mano en el bolsillo y ve las monedas o los billetes. Es mucho más difícil para nuestro cerebro porque el gasto no se controla tanto.

Otro tema importante es que los jóvenes y adolescentes están tomando al juego, por ejemplo, de las apuestas de caballos, como una opción lúdica, y eso hace que empiecen a jugar de una forma muy prematura. Los estudios científicos dicen que cuanto antes se empieza a jugar, más posibilidades hay de desarrollar una problemática de juego en la edad adulta.

— ¿Y cuáles son los principales desafíos a la hora de promover un juego responsable?
— Es un concepto que todavía necesita ser analizado; necesita mucho campo de investigación para ver en qué situaciones puede aplicarse. A su vez, desde luego un desafío es no generar un estigma hacia las personas que tienen una patología o una problemática de juego, porque es algo que cualquiera puede desarrollar. Uno de los grandes retos de las estrategias para promover el juego responsable es el abordaje del estigma.

— Uno de los temas que tratará es el tratamiento con perspectiva de género. ¿Por qué es importante?
— Las estrategias que promueven el juego responsable no solo varían de país en país, sino que también hay que tener en cuenta variables como la cultura, la personalidad, la edad y, por supuesto, el género. Se está observando que las mujeres jóvenes empiezan a jugar como sus homólogos varones. La perspectiva de género en la intervención es fundamental porque las mujeres y los varones socializamos de maneras distintas. Por ejemplo, en el caso de la mujer jugadora, sucede algo que se llama el ‘efecto telescopio’ que implica que el lapso de tiempo desde que empiezan a jugar hasta que desarrollan una problemática, es mucho menor que en los hombres. También hay dos temas que las mujeres suelen abordar dentro del tratamiento y los hombres no, los cuales son la violencia —que en muchos casos han recibido— y el sentirse cuidadoras, tanto de sus padres como de sus hijos.

— En el encuentro también dictará un taller sobre apego y adicciones. ¿Cómo se relacionan estos conceptos?
— Hay una frase que me gusta mucho, que observé en un colegio de Montevideo en uno de mis viajes, que dice: ‘La infancia es para toda la vida’. Eso es fundamental. Aprendemos lo que vemos, los roles, cómo nuestras familias afrontan los problemas, si los hablan o no… Los primeros momentos vitales nos enseñan. Nadie elige lo que aprende; vamos aprendiendo maneras de enfrentar la vida, de comunicarnos y de identificar las emociones, y todos esos aspectos pueden ser factores protectores (recursos que actúan como mecanismo de defensa ante situaciones de riesgo o vulnerabilidad emocional) frente al desarrollo de una adicción. Con mi equipo de investigación de la Universidad de Deusto hemos encontrado evidencia científica que muestra cómo el apego seguro tiene un rol importante en el trastorno del juego de azar. Hay muchos estudios que lo han estudiado con otras adicciones, y nosotras hemos demostrado que también es así en el caso del juego de azar.

La actividad académica ‘Nuevos retos en la prevención, diagnóstico y tratamiento del trastorno de juegos de azar’ es organizada por la Banca de Quinielas de Montevideo con el objetivo de generar espacios de capacitación e intercambio sobre temas vinculados al trastorno de los juegos de azar y el juego responsable.

Está dirigida exclusivamente a psicólogos y psiquiatras, y será en OPTA Coliving de Punta Carretas. El formulario de inscripción se encuentra disponible en www.accesofacil.com.

Ana Estevez es la coordinadora internacional del evento. Además de ser profesora titular de la Universidad de Deusto, dirige el Máster en Psicología General Sanitaria en la misma institución y es responsable de la línea de investigación ‘Adicciones sin sustancia y procesos cognitivo-emocionales y relacionales asociados’. También es miembro del Consejo Asesor de Juego Responsable y miembro de Honor de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados.