La alegría se puede cultivar: consejos para vivir más alegres y tres desafíos para resolver

Cada persona puede establecer sus propias metas -en lo que refiere a experimentar alegría- y puede alcanzarlas cumpliendo ciertos pasos.

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Felicidad.
Foto: Pixabay

Ana Abbona Santín
La alegría es una emoción positiva que a menudo se manifiesta por medio de sensaciones de felicidad, euforia y satisfacción. La alegría es una emoción positiva que a menudo se manifiesta a través de sensaciones de felicidad, euforia y satisfacción. Se experimenta como respuesta a diferentes circunstancias, ya sean trascendentes o triviales, como pasar tiempo con nuestros familiares y amigos, alcanzar una meta o disfrutar de un momento placentero.

Es más que un sentimiento fugaz. La alegría es un estado de ánimo que puede acarrear una serie de beneficios positivos para nuestro bienestar físico, emocional y cognitivo. Diversos estudios demostraron que puede estimular nuestro sistema inmunológico, reducir niveles de estrés y mejorar la salud del corazón. Este estado nos ayuda a tener vidas más largas y felices.

Prácticas para ser más alegre.

Cada persona establece sus propias metas —en lo que refiere a experimentar alegría— y puede alcanzarlas cumpliendo ciertos pasos.

— Reconocer los aspectos positivos de nuestras vidas. Prestar atención a las cosas buenas que nos suceden por pequeñas que nos parezcan, y valorar las personas y cosas buenas a nuestro alrededor.

— Dedicar tiempo al disfrute. Buscar pasatiempos, relajarnos. Cuando hacemos cosas que disfrutamos, liberamos endorfinas, que tienen efectos que mejoran el estado de ánimo.

— Practicar la bondad y la compasión. Cuando somos amables con los demás, no solo los hacemos sentir bien, sino que también aumenta nuestro bienestar. La amabilidad es una emoción poderosa que nos hace experimentar alegría.

— Pasar tiempo en la naturaleza. Está demostrado que esto reduce el estrés y mejora el estado de ánimo.

— Conectarnos con nuestros seres queridos. Pasar tiempo con las personas que nos importan puede ayudarnos a mejorar nuestro estado de ánimo y sensación de bienestar.

— Hacer algo en lo que seamos buenos. Cuando usamos nuestras habilidades y talentos sentimos una agradable sensación de satisfacción y orgullo.

— Ayudar a otros. Prestarle auxilio a los demás es una excelente manera de sentirnos bien y marcar una diferencia nuestro alrededor.

— Practicar la gratitud. Esta es una emoción poderosa que aumenta nuestra alegría y bienestar.

Cuerpo sano, mente alegre.

Hay una estrecha relación entre un cuerpo sano y una mente alegre. Si estamos físicamente sanos, tenemos más energía, nos sentimos mejor y somos más capaces de afrontar el estrés. Todos estos factores pueden contribuir a una perspectiva más positiva de la vida.

Al mismo tiempo, una mente alegre también puede conducir a un cuerpo más sano. Cuando somos felices y optimistas, es más probable que tomemos decisiones saludables, como comer una dieta balanceada, hacer ejercicio con regularidad y dormir lo suficiente. Estas opciones pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas y mejorar la salud.

Además de estos efectos directos, un cuerpo sano y una mente alegre, también pueden relacionarse indirectamente. Por ejemplo, cuando estamos físicamente sanos, somos proclives a participar en más actividades que disfrutamos, y a obtener mejores resultados en nuestras tareas. Todo esto mejora nuestro estado de ánimo y aumenta nuestra sensación de bienestar.

Por el contrario, cuando nos sentimos deprimidos, puede ser difícil encontrar motivación para cuidar nuestra salud física. Eso puede llevar a un círculo vicioso en el que la mala salud física conduce a un descenso de nuestro bienestar emocional, lo que lleva a un mayor descuido de la salud física.

La buena noticia es que hay muchas cosas que podemos hacer para mejorar tanto nuestra salud física como mental. Al tomar decisiones saludables, como comer una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente y dormir lo suficiente, podemos mejorar nuestro bienestar general y crear una perspectiva más positiva de la vida.

Tres desafíos para practicar la alegría.

1. Un muchacho dice: Hace dos años, yo tenía tres veces la edad de mi hermano menor. Dentro de tres años tendré el doble de la edad de mi hermano. ¿Qué edad tiene cada uno ahora?

2. Una niña se encuentra con un león y un unicornio en el bosque. El león miente todos los lunes, martes y miércoles y los demás días dice la verdad. El unicornio miente los jueves, viernes y sábados, y los demás días de la semana dice la verdad. "Ayer mentí", le dice el león a la niña. "Yo también", dice el unicornio. ¿Qué día es?

3. ¿El triple de qué número no es mayor que el doble del mismo número?

Respuestas:

1. El muchacho tiene 17 años y su hermano menor, 7. Hace dos años tenían 15 y 5 respectivamente, y dentro de tres años tendrán 20 y 10.

2. Jueves. El único día que ambos dicen la verdad es el domingo; pero hoy no puede ser domingo porque el león también dice la verdad el sábado (ayer). Yendo día a día, el único día en que uno de ellos miente y otro dice la verdad con esas dos afirmaciones es el jueves.

3. Cero.

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