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"La bondad salvará al mundo": psicóloga explica por qué ser buenos mejora la salud mental

Martha Flores promueve la educación en valores humanos y este viernes presentará un espectáculo terapéutico sobre cómo las virtudes nos ayudan a enfrentar conflictos.

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Martha Flores
Psicóloga Martha Flores.
Cortesía: Martha Flores.

"La bondad salvará al mundo”, sostuvo la psicóloga y máster en Programación Neurolingüística Martha Flores, y agregó que hoy vivimos en una crisis de valores humanos. Según la profesional, “todo está distorsionado y desviado, pero hay una minoría de gente que está haciendo las cosas bien y sosteniendo este caos”. Con el fin de esparcir la conexión con “lo bueno en nuestro interior”, este viernes 21 presentará su espectáculo ‘El valor de ser bueno’, una charla inspiracional con música en vivo e historias de consultorio para “reírse de uno mismo, enaltecer el alma y llevarse claridad en el corazón”.

Flores, que también es docente, compositora y coautora del libro ¿Quién te enseña a vivir? —junto a su padre, el doctor Andrés Flores Colombino—, y tiene formación en yoga, psicogenealogía, registros akáshicos y constelaciones familiares, conversó con El País acerca de la importancia de la bondad en la promoción de la salud mental.

— ¿Por qué es importante recordar el valor de ser bueno?
— La bondad es salud mental. Cuando uno conecta con lo bueno en su interior, surgen virtudes como la alegría, la compasión, la solidaridad, la cooperación, la esperanza y la motivación. Ser bueno, justamente, significa discernir lo que está roto, confundido o desviado y conectar con aquello que brinda capacidad de amar. Es un camino, una orientación hacia la vida.

Hoy vivimos una gran crisis de valores humanos a raíz de las tecnologías, la inteligencia artificial, las guerras… La sociedad educa hacia el caos y la violencia y la nueva pandemia son las enfermedades mentales. Por eso hay que mantenerse fuertes y tener claridad sobre lo que uno alimenta. Cuando tanta maldad comienza a golpear la puerta del ser, uno puede sentirse absolutamente acechado, solo, desintegrado e incomprendido. Entonces, vienen los cuadros depresivos y esa sensación de entrar en un estado oscuro donde uno no puede salir. Es importante prevenirlo.

— ¿Todos somos buenos por naturaleza?
— Todos tenemos las dos tendencias: la de destruir y darle fuerza a aquello que nos desvía, y la de conectarnos con aquello que nos estabiliza y expande un bien mayor. Depende de qué camino alimentemos y ahí es donde la educación, la familia, el entorno y la sociedad juegan un papel fundamental.

Todos atravesamos alguna crisis o manejamos una situación difícil; puede ser una enfermedad, una pérdida, un abandono, lo que sea. Y es importante sostenernos en lo que cada uno sabe que funciona para sí mismo. En este momento, la crisis es psicológica y todos estamos esforzándonos por sostener la salud mental y los valores humanos. Vivimos en un mundo cambiante e incierto y es fácil creer que el problema es uno; que no se conforma con nada, que nada le basta, que todo el tiempo quiere cambiar de trabajo o que no se siente cómodo en ningún lugar. Pero no nos damos cuenta de que estamos adaptándonos a una sociedad cambiante que nos genera muchas inseguridades.

Abrazo
Personas felices abrazándose.
Foto: Freepik.

— ¿Qué herramientas podemos aplicar en el día a día para desarrollar los valores humanos?
— Por ejemplo, todo lo nuevo, lo que está cambiando y a uno le genera ruido, simplemente observarlo a la distancia, es decir, desarrollar el ‘yo’ observador.

Desde el coaching hablamos de esa ‘tercera figura’ que observa lo que pasa sin identificarse. Cuando uno está con la ñata pegada contra el vidrio todo el tiempo, hay una urgencia por sentirlo todo y opinar de todo, y el desgaste psicológico es total. Ahí es donde los valores humanos se distorsionan y uno no sabe quién es.

Es fundamental que niños, adolescentes y adultos desarrollen esta tercera figura, esta observancia, porque estamos todo el tiempo sobre-emocionándonos, sintiéndolo y dándolo todo, sin darnos un espacio para ver si queremos luchar esa batalla o no. Tenemos que elegir en qué temas vamos a meternos y en cuáles no. No podemos estar en todo. Entonces, es un momento de mucho discernimiento, estrategia e inteligencia. Es más importante ser sabios que productivos para tener salud mental. Y, sin embargo, vivimos en una sociedad que nos dice lo contrario. De ahí sale, por ejemplo, el déficit atencional, por querer dar el 100 en todo.

— Y uno se pierde a sí mismo entre tantos estímulos, ¿no?
— Claro. Hay un tema existencial profundo, de integridad y dignidad, que se rompe cuando uno pierde su eje interno. Y en esto de estar siempre para afuera, se vuelven cada vez más frecuentes los diagnósticos de Personas Altamente Sensibles (PAS) y uno no tiene tiempo de elegir cómo quiere vivir cada situación o incluso si quiere vivirla o no. Cada conflicto puede vivirse de dos formas: uno puede alimentar el bajón, la impotencia y el dolor, o puede hacer la rabieta, pero luego conectarse con la bondad y actuar desde ese lugar. Y sí, meditar, hacer yoga y comer sano es muy bueno, pero los pingos se definen en la cancha. Se definen en qué actitudes y valores tiene cada uno a la hora de discernir cómo se vincula con los conflictos y las crisis.

El bien es y siempre ha sido silencioso. Pero uno se cansa. Hay una cantidad de pacientes que atendí que en algún momento dijeron: ‘Me cansé de ser siempre el gil y que me pasen cosas malas’. ¿Y por qué a las personas buenas les pasan cosas malas? Justamente, el trabajo aquí es que esas personas demuestren su valor de ser buenos. Ese es el juego: sostenerse en la vida a pesar de los males, las crisis y los conflictos. ¿Cómo? A través de los valores humanos, que son el manto de protección que todos tenemos. Al fin y al cabo, este mundo es una especie de reclutamiento, donde uno muestra, una y otra vez, su fortaleza espiritual.

‘El valor de ser bueno’ será este viernes 21 de junio a las 20:30 horas en el Teatro Arocena de Montevideo. Las entradas están disponibles en Red Tickets.

Una vida dedicada a la educación en valores.

En el libro ¿Quién te enseña a vivir? la psicóloga Flores junto a su padre, el médico, especialista en psiquiatría y gerontología geriátrica y sexólogo médico Andrés Flores Colombino, integran miradas para trabajar las virtudes del ser humano. La Sociedad Uruguaya de Geriatría y Gerontología (SUGG) lo reconoció como un libro ejemplar relacionado a los valores y virtudes humanas. Este año, la publicación camina hacia su tercera edición.

Flores es creadora del programa ‘Realizador de sueños de las 33 virtudes’, y cofundadora de Casa del Alma, un centro de desarrollo personal que brinda talleres y actividades para crecer en el ámbito individual, familiar, laboral y en el vínculo con lo Superior. También trabajó como consultora en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y como psicóloga y coach en empresas y otras organizaciones.

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