Un ciclo pensado para mayores de 45 años que promueve la reconversión laboral

Hoy comienza un ciclo de encuentros destinado a la promover la empleabilidad más allá de los 45 años y poner la atención sobre el fenómeno del "edadismo".

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Oficinista, edadismo
Uno de los mayores sesgos que impiden la contratación de personas de más 45 es que estas no tendrían habilidades digitales.
Foto: Getty.

Es un hecho: cada vez vamos a vivir más años. Avances tanto en la medicina, como una mayor conciencia sobre la importancia del ejercicio físico y la dieta, así lo determinan. Qué hacer con los años que se suman al promedio general de duración de la vida, eso plantea una serie de desafíos, entre ellos el laboral.

Está pasando en todo el mundo. ¿Qué pasa cuando tenés 45 años y tenés que salir al mercado laboral y parece que ya sos completamente obsoleto? A la vez, tenés una reforma de la seguridad social que te dice que la sociedad necesita que trabajes hasta los 65. Entonces: vivirás hasta los 80 años -por lo menos-, tenés que trabajar hasta los 65, pero resulta que luego de los 40 poco menos tenés que inmolarte porque ya el mercado no te quiere. Hay algo que no cierra”, dice Mónica Estefan, coorganizadora junto a Ivelise Reinaldo de un ciclo de conferencias que a partir de hoy pone en discusión la problemática del “edadismo”.

El término es una suerte de traducción directa del término en inglés ageism, y que refiere a la discriminación de todos aquellos que ya superaron cierta edad. El fenómeno de ageism abarca varias áreas de la vida, pero a los efectos de esta nota se refiere al ámbito profesional.

Titulado “Promoviendo la empleabilidad +45”, el ciclo de encuentros arranca hoy en el complejo cultural Alfabeta y, en total, serán cuatro. Además del de hoy, las citas serán los jueves 15, 22 y 29, siempre a partir de las 8.45. Cada uno de estas instancias tendrá su propia área temática. La de hoy será “Impulsá tu marca personal” y “Cómo reconvertirte luego de lo 45”, “Innovación y creatividad al alcance de todos” y “Planificá tu futuro: invertir en Uruguay” respectivamente. Cada uno de los encuentros tendrá uno o más oradores, que compartirán experiencias y consejos concretos sobre cómo hacer para seguir siendo relevante desde el punto de vista profesional, aunque la cédula indique que ya se peinan canas y aparecieron las arrugas.

Estefan cuenta cuando comenzaron a pensar en este tema junto a Reinaldo, relevaron por qué muchas veces resulta complicado volver a meter un pie en el mercado laboral si, por la razón que sea, uno se encuentra desocupado. Le preguntaron a empresas sobre esto y por lo que pudimos recabar hay dos factores que actúan como obstáculos: “Hay dos sesgos principales. El primero es que ‘La gente mayor quiere mucho dinero’. Como que si uno tiene 50 solo quiere ser CEO. Lo segundo es que las personas con cierta edad no tienen habilidades digitales. O sea, todos aquellos con más de 45 son unos troncos que no pueden tocar una computadora o entender una app”.

OPORTUNIDADES

Al constatar que esos dos sesgos eran los más habituales, las emprendedoras comenzaron a trabajar en el diseño del ciclo, definiendo temas a tratar y expertos a convocar, con algunas premisas establecidas. Una de ellas, de acuerdo a Estefan, es que podrá haber gente con mayor o menor talento para distintas tareas específicas, pero el encasillamiento lleva a que no se aprovechen recursos humanos que pueden llegar a ser valiosos para una organización.

“Lo que decimos es que nadie es mejor o peor. No es que una persona de 40 sea -por defecto-mejor que una de 20, o viceversa. Lo que sí decimos es que es una tendencia mundial que viviremos más años y que la diversidad aporta siempre”, puntualiza Estafan. Y agrega: “En un equipo es necesaria la energía de alguien joven, pero también se necesita la experiencia o estabilidad de alguien de 45. Si se sabe que dentro de no tantos años la sociedad tendrá un alto porcentaje de gente mayor de 45, ¿qué vas a hacer? ¿Mirar para otro lado?”.

Estefan vuelve al tema de los beneficios que pueden obtenerse de una mirada que abarque más allá de la edad. “La realidad indica que muchas sociedades tendrán una gran parte de su población en ese rango etario. Hay que aprovechar ese hecho, porque se viene te guste o no”, y en otra parte menciona que confiar excesivamente en una fuerza laboral predominantemente joven expone a las empresas al fenómeno de una alta rotación del personal, con lo que eso conlleva de costos de capacitación, entre otros factores.

La coproductora del ciclo argumenta que se trata de conectar dos partes: a la empresa que necesita recursos humanos y a aquellas personas que desean volver a insertarse en el sector profesional y que, impulsadas por ese deseo, se capacitan y reconvierten. “Porque no es que por tener cierta edad te van a contratar sí o sí”.

Sin embargo, no se trata únicamente de algo que le corresponde al sector privado. También el público tiene un papel a desempeñar. “El Estado te dice que tenés que trabajar hasta los 65. ¿Y qué herramientas te da? Porque la ley de promoción de empleo abarca un tiempo limitado. Venimos a decir que los dos sectores tienen que entender lo que está pasando, y qué se puede hacer para aprovechar las oportunidades de rentabilizar esto”.

Tras el ciclo, las socias tienen en mente al menos otra edición de estos encuentros porque, como dice Estefan, en esta oportunidad las charlas están pensadas y dirigidas a las personas que buscan volver a ser tenidas en cuenta profesionalmente. En un futuro, el ciclo pondrá la atención en las empresas.

Con Alex Malachowski

Experiencia directa

El gerente general de Nuevocentro Shopping, Alex Malachowski, será uno del los oradores del encuentro del jueves 15, el más poblado (junto a Malachowski hay seis otros speakers). El eje temático de esa fecha será “Cómo reconvertirte a los 45”. El ejecutivo dice que además, también se tratarán otros tópicos como selección de personal y contratación, entre otros temas. “Una de las ideas es poder equipos en los cuales haya personas que tengan más de 45”, y para eso hay que poder contar con gente que, más allá de la edad, sea “permeable al aprendizaje y voluntad de colaboración”, comenta. “No es lo mismo incorporarse a un equipo a los 20 que cuando ya se pasó los 40”. Aunque una de los cometidos de los encuentros es compartir aprendizajes y consejos, Malachowski dice que “más que consejos, lo que voy a intentar dar es ánimo.” Como agrega, los riesgos y las implicancias de tener que reconvertirse son diferentes a distintas edades”. Sin embargo, no se trata de ánimos en abstracto, dados porque sí. Malachowski tiene experiencia directa en lo que pueden llegar a aportar personas que que ya pasaron los 40 o incluso 50. En Nuevocentro Shopping, agrega, hay empleados que entre otras cosas por su perfil etario, se desempeñan particularmente bien dentro de la empresa. “Nos ha hecho muy bien contar con gente de 45 para arriba. Hace poco contratamos a una de 46 y otra de 55, para distintos roles. Un ejemplo de eso que que hace unos años tomamos la decisión de tener, en parte del servicio de atención al cliente, a mujeres de más de 45 años, que actúan como ‘anfitrionas’. Esos puestos se llenan con ese perfil: personas mayores”. Desde su punto de vista, quienes ya cuentan con cierta edad muchas veces tienen un aplomo que no es lo más frecuente entre los más jóvenes.

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