Finaliza un nuevo año. Llega un período que para muchas personas significa que comienzan las vacaciones. Cualquiera diría que esto acarrea mucha felicidad.
Sin embargo, no es así para todos. Existen personas (y no son pocas) que no disfrutan del tiempo libre y esto se vuelve serio cuando se enfrentan a varios días o semanas de asueto. ¿Y por qué sucede esto?:
—En la sociedad actual, muchas personas están tan absorbidos por el trabajo, el estudio, las responsabilidades familiares y otras obligaciones, que sienten que no tienen tiempo para el disfrute.
—Hay quienes simplemente no encuentran interesante o gratificante el tiempo libre. Pueden sentirse abrumados por la falta de opciones o no encontrar nada que les guste hacer.
—En algunos casos, se considera una pérdida de tiempo o una señal de pereza tomar un descanso. Las personas que se sienten presionadas para ser productivas y exitosas pueden sentirse culpables por tomarse el tiempo para disfrutar del ocio.
Tres ejercicios para resolver
Desafío 1
Utiliza estas letras para formar tres palabras de seis letras.
A - A - B - i - L - S
Evita los plurales y formas verbales.
Desafío 2
Bracamarte. Braceaje. Bramante.
Una de estas palabras responde al siguiente significado: “Derecho que se pagaba por el gasto que ocasionaba la fabricación de moneda”.
Desafío 3
—Soy un elemento químico.
—Si reordenás mis letras, soy agua.
—Si me quitás una letra, soy una secreción corporal.
Respuestas
1. Soluciones posibles: Abisal. Sábila. Sílaba.
2. Braceaje.
3. Helio. Hielo. Hiel.
Productividad vs. ocio
Para analizar la productividad respecto del ocio, primero debemos definir qué entendemos por cada uno de estos términos.
La productividad es la relación entre los resultados obtenidos y los recursos utilizados. En el contexto laboral, la productividad se mide en términos de cantidad de trabajo realizado, calidad del trabajo realizado, o tiempo empleado en realizar el trabajo.
Y ocio es el tiempo libre que una persona tiene para realizar actividades que le resultan placenteras o relajantes. Este puede ser activo -como practicar deportes o realizar actividades culturales- o pasivo, como descansar o ver televisión.
Una vez que tenemos una definición clara de estos términos, podemos empezar a analizar su relación: ¿Es posible ser productivo y disfrutar del ocio?
La respuesta corta es sí. De hecho, la productividad y el ocio están estrechamente relacionados. El ocio nos permite descansar y recargar energías, lo que nos ayuda a ser más productivos en el trabajo.
Por ejemplo, una persona que trabaja muchas horas seguidas sin descanso es menos productiva que una persona que se toma descansos regulares. Los descansos permiten a la persona despejar la mente, recuperarse de la fatiga y volver al trabajo con más energía y concentración.
Además, el ocio nos permite desarrollar nuestras habilidades y conocimientos, lo que también puede tener un impacto positivo en la productividad. Por ejemplo, una persona que disfruta leer libros sobre su campo de trabajo está más preparada para desempeñar sus funciones de manera eficaz.
El equilibrio entre la productividad y el ocio es primordial para la salud física y emocional. Cuando nos sentimos agotados o estresados, somos menos productivos y más propensos a cometer errores.
Es importante escuchar a nuestro cuerpo y a nuestras necesidades. Si estamos cansados o agobiados, debemos tomarnos un descanso. Si nos sentimos aburridos o desmotivados, debemos buscar actividades que nos resulten placenteras o relajantes.
Una forma de estar seguros de que el disfrute del tiempo libre no menoscaba nuestra productividad, es utilizar algún método de registro o medición. Si llevamos un registro de nuestras actividades durante un período de tiempo determinado, podremos identificar la forma en la que estamos utilizando nuestro tiempo. También vamos a poder reconocer las áreas en las que podemos mejorar.
En nuestro trabajo podemos pedir feedback a clientes y colaboradores para obtener su opinión sobre la productividad y el ocio. Cuando registramos y medimos los resultados de nuestra tarea podemos revisar nuestros objetivos y examinar los recursos disponibles.
Disfrutar del ocio
¿Cómo podemos relajarnos para disfrutar sin culpa? Aquí hay algunos consejos de los expertos:
—Límites claros entre el trabajo y el ocio. Por ejemplo, podemos determinar horarios para trabajar y para descansar, y respetarlos lo más posible.
—Buscar actividades que nos gusten. Experimentemos con diferentes actividades hasta encontrar algo que nos resulte placentero y relajante.
—Paciencia. Si no nos resulta fácil disfrutar del descanso, no esperemos cambiar de la noche a la mañana. Cualquier cambio de hábitos requiere tiempo y enfoque.
El ocio contribuye al bienestar físico y emocional. Es una oportunidad para descansar, recargar energías y desconectarnos del peso que supone el trajín de la vida cotidiana.
¡Disfrutemos de nuestras vacaciones! Y si no lo hacemos, busquemos las causas de nuestra incomodidad para poder superarla.