Redacción El País
Con frecuencia, la pérdida de audición se relaciona con la discapacidad cognitiva o algunos tipos de demencia. De hecho, varios estudios indican que las personas con pérdida de audición tienen más probabilidades de desarrollar demencia. Aunque la asociación entre estas dos condiciones es evidente, su relación exacta no está completamente comprendida.
Un reciente estudio ha revelado que las personas con pérdida de audición muestran diferencias microestructurales en áreas de la corteza frontal relacionadas con la función ejecutiva y el procesamiento del habla y el lenguaje, así como cambios en las regiones auditivas del lóbulo temporal del cerebro.
Un equipo de investigadores de la Universidad de California, San Diego (Estados Unidos) y el Instituto de Investigación de Salud Kaiser Permanente de Washington identificaron estas áreas mediante pruebas de audición y exploraciones por resonancia magnética (MRI), según se publicó en la revista Journal of Alzheimer's Disease. En el estudio participaron 130 individuos del Estudio de Envejecimiento Saludable de Rancho Bernardo, con una edad media de 76,4 años, y el 65% de ellos eran mujeres.
Los investigadores evaluaron la audición de los participantes entre 2003 y 2005, momento en el que se midió la capacidad promedio del oído con mejor audición para escuchar un conjunto de tonos producidos por osciladores a 500, 1000, 2000 y 4000 Herz (Hz), tonos que se encuentran aproximadamente en el medio del rango auditivo humano. Las resonancias magnéticas se llevaron a cabo entre 2014 y 2016, revelando diferencias estructurales en los cerebros de los participantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que alrededor de un tercio de las personas mayores de 65 años experimenta algún grado de pérdida auditiva.
Los expertos encontraron diferencias en áreas del cerebro relacionadas con la audición, el lenguaje y la atención. Aunque reconocen la necesidad de más investigaciones para comprender completamente cómo la pérdida de audición aumenta el riesgo de desarrollar demencia.
Esto abre nuevas posibilidades de investigación, sugiriendo que mejorar la audición mediante ayudas puede aliviar los síntomas de demencia o hacer que no sean tan agresivos.