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La relación entre los sueños, nuestro propósito y el cerebro, más tres desafíos para ponerte a prueba

Nuestros sueños son una pista para saber por qué hemos venido a hacer este mundo, pero hay que saber que los más importantes no ocurrirán de la nada.

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Imagen: Pxhere.

Hay una frase, atribuida a Mark Twain, que dice: “Los días más importantes de tu vida son el día que nacés y el día que descubrís el por qué has nacido”.

Nuestros sueños y deseos son una pista fundamental para saber qué hemos venido a hacer este mundo. Sin embargo, es muy importante aclarar que tus sueños más trascendentes e importantes no se ocurrirán de la nada, ni los reconocerás repentinamente, como si se tratara de un “momento de iluminación”. No. Desafortunadamente no funciona así.

La persecución de nuestros sueños es un proceso en permanente construcción. Y reconocer nuestros objetivos y deseos es una tarea que requiere tiempo, esfuerzo y dedicación.

Identificar esos sueños que te llevan a tu propósito de vida será la consecuencia de trabajar principalmente tres aspectos: autoconocimiento, introspección y reflexión. Estas tres capacidades acarrean grandes beneficios:

• Nos permiten conectar con nuestras emociones y valores. Al prestar atención a nuestras emociones en diferentes situaciones, identificamos aquello que nos apasiona, nos motiva y nos inspira. Cuando reflexionamos sobre nuestros valores ponemos el foco en aquello que consideramos importante y significativo en la vida.

• El autoconocimiento es una herramienta fundamental para identificar nuestras fortalezas y talentos, lo cual nos brinda la confianza necesaria para perseguir nuestros objetivos. Al mismo tiempo, el reconocer nuestras habilidades y aptitudes nos abre un abanico de posibilidades para alcanzar nuestros sueños.

• Comprender nuestras necesidades y deseos implica atender a nuestras necesidades básicas y emocionales para establecer metas realistas y alcanzables. Conocer nuestros sueños más profundos nos impulsa a tomar decisiones alineadas con nuestro bienestar.

• Explorar diferentes áreas de interés nos expone a nuevas ideas y oportunidades, permitirnos soñar despiertos nos ayuda a visualizar el futuro que deseamos crear. De esta manera nos ayuda el autoconocimiento a despertar nuestra creatividad e imaginación, para trazar nuevos horizontes y aspirar a cosas mayores y más lejanas.

• Cuando reflexionamos sobre nuestras limitaciones y miedos, desarrollamos estrategias para afrontarlos. Luego, al superar estos obstáculos, fortalecemos nuestra autoestima y obtenemos la seguridad que nos permite perseguir nuestros sueños con determinación.

Guía práctica para identificar sueños y objetivos

Existen técnicas que tienen como objetivo ayudarte a identificar tus sueños y objetivos más profundos, aquellos que realmente te apasionan y motivan:

• Reflexioná sobre tus valores. Dedicá unos minutos a escribir sobre aquello que considerás importante y significativo en la vida. ¿Qué principios te guían en tus decisiones? ¿Qué te motiva a levantarte cada mañana?

• Explorá tus pasiones e intereses. Hacé una lista de todas las actividades que te apasionan, sin importar si son realistas o no en este momento. ¿Qué te hace sentir entusiasmado y con energía? ¿A qué te dedicarías si no tuvieras que preocuparte por las limitaciones?

• Establecé objetivos. Con base en tus sueños y visualizaciones, definí objetivos, desglósalos en pasos más pequeños y manejables y establecé fechas límite para cada paso.

• Creá un plan de acción. Determiná qué acciones necesitás tomar para alcanzar cada objetivo, anticipá los posibles obstáculos y prepará estrategias para afrontarlos.

• Comprométete contigo mismo. Anotá tus objetivos y planes en tu cuaderno o compártelos con personas de confianza que puedan apoyarte.

• Revisá y actualizá tus propósitos con frecuencia, evalúa tu progreso y realizá los ajustes necesarios. Y no te olvides de celebrar tus logros y mantenerte motivado.

Cuando se trata de construir nuestros sueños, lo importante es que seamos honestos con nosotros mismos, poniendo pasión y determinación en aquello que deseamos lograr. Y si durante el proceso nos vemos en la necesidad de modificar nuestros planes, hagámoslo. Y sigamos avanzando.

Desafíos

1.El vuelo de la mosca.

Un tren sale a 50 km/h de la estación A a la estación B, separadas por 100 km. En ese mismo instante, una mosca sale de la estación B en dirección a la estación A, a 200 km/h. Como no podía ser de otro modo, en su camino, chocan la mosca y la locomotora. En ese instante, la mosca cambia de sentido 180º y regresa, a 200 km/h hasta la estación B. Una vez allí, vuelve a girar 180º y se dirige otra vez hacia la estación A, hasta que vuelve a chocar contra la locomotora (que continúa avanzando a 50 km/h), y vuelve a girar. Y así, repetidamente, hasta que el tren llega a la estación B.

La pregunta es: ¿cuántos km voló la mosca?

2. La caja del negocio.

Una compañía de 4 socios, cuya confianza entre ellos es muy escasa, guarda sus fondos en una caja fuerte. Solo se puede abrir la caja si el 50% de la empresa está de acuerdo. Esto es, 2 de los 4 socios.

¿Cuántas cerraduras deben instalarse en la caja y cuántas llaves de ellas repartirse entre los socios para que 1 socio solo no pueda abrirla y sí 2 cualesquiera?

Es decir:

• Una llave abre una sola cerradura.

• Se pueden hacer copias de las llaves.

• 2 socios cualesquiera deben tener todas las llaves que abran la cerradura.

• Ningún socio debe tener todas las llaves que abran las cerraduras.

3. El irlandés enfadado.

Durante un viaje por Dublín un hombre aprovechó para encontrarse en un bar irlandés con un viejo amigo con quien solía desafiarse con juegos matemáticos.

Estaban sentados frente a frente, separados por la mesa, cuando el compañero irlandés escribió lo siguiente en una hoja de papel:

89 + 81 = 98

Discutieron y discutieron durante horas sobre si lo que estaba escrito en el papel era matemáticamente correcto o incorrecto. El amigo irlandés sostenía que el cálculo era correcto y, finalmente, consiguió demostrarlo.

¿Dónde está el truco?

Respuestas

1. El tren tardará 2 horas en llegar a la estación B. La mosca, que vuela a 200 km/h de manera constante, habrá recorrido 400 km.

2. Se deben instalar 4 cerraduras y hay que darles a los socios:

• A uno, las llaves B, C y D (todas menos A).

• A otro, las llaves A, C y D (todas menos B).

• A otro, las llaves A, B y D (todas menos C).

• A otro, las llaves A, B y C (todas menos D).

3. La diferencia de opinión se produce porque cada uno ve la hoja desde lados opuestos de la mesa. El amigo irlandés en realidad escribió lo siguiente:

86 = 18 + 68

El cálculo es matemáticamente correcto.

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