Las 4 competencias indispensables para triunfar en el mundo digital y tres desafíos para ponerte a prueba

14/05/2023, 04:00

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Por Ana Abbona Santín

La actualidad del mercado laboral está marcada por la incertidumbre. Transitamos un proceso de profundos cambios motivados por la pandemia y se suma la importancia que ciertas habilidadescobran a la hora de seleccionar y evaluar a los miembros de los equipos de trabajo.

Por un lado necesitamos conocimiento técnico y específico sobre nuestra área de desempeño para hacer nuestro trabajo de manera eficiente. Por otro, los entornos laborales, siempre cambiantes, exigen esas competencias y fortalezas que deben tener los líderes de hoy y los equipos de trabajo caracterizados por la solidez y la productividad.

Hoy se normalizó el trabajo remoto, se transformaron las formas de colaboración e innovación y se han modificado los criterios con los que se construyen equipos diversos y exitosos. Como parte de los desafíos que debemos afrontar se destacan los entornos digitales con su lógica particular y la dificultad que supone tratar de mantenernos actualizados ante sus permanentes actualizaciones y novedades.

A continuación, comparto las competencias que resultan indispensables para triunfar en el mundo digital.

1. Pensamiento crítico. El mundo digital, cada vez más conectado y complejo nos demanda distinguir lo verdadero de lo falso, lo superficial de lo auténtico. Necesitamos ejercitar nuestra capacidad de tomar decisiones, indagando y evaluando la sobrecarga de información que recibimos. El pensamiento crítico se fundamenta en el análisis, la reflexión, la creatividad y en nuestro autoconocimiento.

La rapidez y la convicción en la toma de decisiones es cada vez más importante y eso incluye tener la facultad de reconocer cuanto influyen mis experiencias personales, preferencias y valores en mis juicios.

Esta forma de ver la realidad comprende una manera de pensar objetiva ante diversos problemas y situaciones. Es una habilidad importante para alcanzar el éxito hoy en día ya que nos permite construir un conocimiento profundo del tiempo que nos toca vivir.

2. Pensamiento creativo. La creatividad es una cualidad que todas las personas tenemos y permite adaptarnos, buscar nuevas respuestas para viejos dilemas o encontrar soluciones para nuevos problemas. Es la capacidad de crear algo nuevo, diferente y original en cualquier ámbito, desde lo artístico o científico, hasta lo cotidiano. Es por eso que vale la pena desarrollar nuestro pensamiento creativo como una forma de cumplir con nuestras tareas, explorando nuevas perspectivas e incorporando las nuevas herramientas que la tecnología pone a nuestro alcance.

La creatividad surge de nuestros conocimientos y nuestras experiencias y se nutre de la audacia que se requiere para avanzar en terrenos desconocidos. Ejercitando nuestros procesos creativos vamos a estar fortaleciendo un recurso que nos permite aprender, transmitir conocimiento, comprender nuestro entorno y modificarlo, y todo ello nos acercará al cumplimiento de nuestros objetivos.

3. Aprendizaje continuo. El aprendizaje continuo ofrece la oportunidad de mejorar las destrezas y talentos para aplicarlos en el trabajo y en todos los ámbitos en los que transcurre nuestra vida. Es la forma en la que gestionamos el aprendizaje de manera autónoma, utilizamos recursos digitales y participamos en comunidades. Los entornos cambiantes en los que se desarrolla la actividad de las compañías y organizaciones exigen que los integrantes de los equipos estén habituados a actualizar su bagaje de conocimiento, información y herramientas para mantener y mejorar su competitividad. En el mundo digital una mentalidad abierta para controlar nuestros procesos de aprendizaje nos respaldará en la búsqueda de nuestros logros. Se trata de tener el propósito de superarnos; de mantenernos actualizados y motivados.

4. Flexibilidad. En este momento muchas personas están desempeñando actividades en organizaciones que atraviesan procesos de profunda transformación. Cambio en la tecnología utilizada, nueva metodología de trabajo, nuevos enfoques de comunicación o el uso de inteligencias artificiales para la toma de decisiones. Estos procesos no sólo exigen que las instituciones se adapten, sino que sus integrantes también deben acompañar el cambio de cultura volviéndose más ágiles y flexibles.

Se espera que cada persona dentro de la empresa, directivos y colaboradores, se incorpore a esta forma de trabajo y cada uno de nosotros debe gestionar el miedo al cambio o la incertidumbre frente a nuestra capacidad de adaptación.

La capacidad que nos permite gestionar nuestras emociones para adaptarnos a los cambios y superar los diferentes temores que surgen frente a lo desconocido es la flexibilidad y es una fortaleza fundamental, no sólo en nuestro rol profesional sino también para nuestra vida ya que el mundo nos propone cambios de todo tipo todos los días.

Estas competencias, son indispensables a la hora de mantenernos integrados a la conversación, abrazando el cambio sin perder el pragmatismo, motivando e inspirando a quienes nos rodean.