O Globo - GDA
En enero de 2018, una clase rompió el récord de asistencia en la tricentenaria Universidad de Yale, una de las más prestigiosas y costosas de Estados Unidos. El interés comenzó incluso antes de que la profesora, la científica cognitiva Laurie Santos, entrara en la sala para el curso que llamó "Psicología y una buena vida". En tres días, 1,200 estudiantes, casi una cuarta parte del total de la universidad en ese año, se habían inscrito en la clase, que se sigue impartiendo hasta hoy.
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La repercusión permitió que Laurie creara una versión en línea, con más de 4 millones de estudiantes en todo el mundo, y dio origen al podcast semanal "The Happiness Lab" ("El Laboratorio de la Felicidad"), que ya ha lanzado más de 170 episodios. Todo esto por un motivo que parece trivial, pero que afecta a mucha más gente de lo que se imagina: las personas tienen dificultades para sentirse felices.
“Creé el curso cuando me di cuenta de los problemas mentales de los jóvenes. Una investigación mostró que, entre los estudiantes universitarios, más del 40% hablaban de depresión, más del 60% de ansiedad, y uno de cada diez dijo haber considerado suicidarse”, dijo Laurie, en una conferencia en South by Southwest (SXSW), el principal festival de innovación del mundo, celebrado en Austin, Texas.
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Y este problema no es solo de la juventud. Problemas como la pandemia, el cambio climático y los avances tecnológicos han aumentado la ansiedad y el agotamiento en el lugar de trabajo. El año 2024 se ha convertido en un lío para mucha gente.
Al igual que en el curso de Yale hace seis años, la presencia de Laurie en SXSW también atrajo a una pequeña multitud para ver su presentación, esta vez dirigida a adultos y titulada "Cinco maneras de mejorar el bienestar en el lugar de trabajo: Tendencias emergentes de la ciencia de la felicidad". Uno de los puntos defendidos por ella es que asegurar la felicidad de un trabajador es mejorar el resultado de una empresa.
La investigadora mostró los resultados de un estudio de 2023 de la agencia de empleo estadounidense Indeed en colaboración con científicos de la Universidad de Oxford, que trazó la relación directa entre felicidad y beneficio.
“Las empresas con empleados más felices son las que están ganando más dinero”, dijo Laurie. Y ¿cómo establecer mejor esa relación? A continuación, se presenta un resumen de las cinco sugerencias de Laurie para el arduo camino de buscar la felicidad en el trabajo.
1. No huyas de las frustraciones
Laurie dice que es un error intentar ignorar las frustraciones que pueden surgir en el trabajo. En general, creemos que los sentimientos negativos afectan nuestro rendimiento y, por eso, los reprimimos. Pero, para ella, es lo contrario: nuestro desempeño empeora cuando no enfrentamos el problema. Ella compara la sensación con el sistema de alerta de un automóvil. Si no prestamos atención a las luces que se encienden en el tablero, podemos quedarnos sin gasolina o el motor puede parar.
“Imagina, por ejemplo, una situación en la que recibes un correo electrónico frustrante con una noticia desagradable”, dice Laurie. “En lugar de evitar el problema, el primer paso es identificar y nombrar lo que estás sintiendo, para luego entender por qué esa noticia te afecta tan profundamente”.
2. Saciá el "hambre de tiempo"
En la rutina laboral, la sensación de que falta tiempo para cumplir las tareas es similar a la sensación de estómago vacío. Es lo que comúnmente se llama "hambre de tiempo": la idea de que nunca hay suficiente espacio en la agenda para hacer reuniones, preparar informes, responder correos electrónicos y aún tener vida personal.
Como el tiempo es un recurso tan valioso como limitado, Laurie sugiere repensar qué es la productividad. Ella cita al investigador estadounidense Cal Newport y su concepto de "pseudo-productividad". Es cuando creemos que el frenesí de estar siempre ocupados en la oficina se confunde con resultados.
“Las personas piensan que son productivas cuando están haciendo cualquier cosa, no importa qué. El empleado entra a una reunión solo para sentir que está siendo útil. Pero no siempre estas tareas contribuyen al objetivo del negocio”, dice Laurie.
Para combatir el hambre de tiempo, la investigadora cree que debemos decir más "no" a los demás y a nosotros mismos, desarrollando la capacidad de discernir entre lo que es verdaderamente importante y lo que se puede dejar de lado.
3. Autocompasión
Un error común en el ambiente laboral, según Laurie, es presionarnos constantemente para hacer más. La investigadora, sin embargo, cree que una mejor forma de motivación en la oficina es a través de la autocompasión y no de la presión.
Ella afirma que necesitamos entender que los fallos y las dificultades son perfectamente normales y no deben generar frustraciones. En situaciones así, Laurie agrega que debemos hablar con nosotros mismos, de la misma manera que lo hacemos con amigos: con amabilidad, preocupación y curiosidad.
También cree que todos deben desarrollar el "autoabrazo": un gesto de demostración de afecto propio, que ayudaría a enfrentar los desafíos cotidianos.
4. Comprendé tu vocación
Hay varias particularidades en un trabajo que pueden coincidir con nuestras habilidades. Laurie aconseja que encontremos esta intersección entre la obligación y aquello que nos hace sentir orgullosos de nosotros mismos: puede ser, entre otras características, el espíritu de liderazgo, el buen humor, la integridad de carácter, la modestia o la perseverancia.
Ella dice que al identificar nuestra vocación dentro de ese trabajo, podemos evitar sensaciones como el agotamiento. Para ella, enfrentar el agotamiento requiere más que simplemente cambiar de empleo o reducir la carga de trabajo. Se necesita una transformación en la forma en que percibimos y realizamos nuestras funciones. Al enfocarnos en nuestras fortalezas y aplicarlas conscientemente en el entorno laboral, podemos crear una experiencia profesional más enriquecedora y satisfactoria.
5. Hacé amigos
Como pasamos mucho tiempo en el trabajo, Laurie explica que sentimos la necesidad de pertenencia. Es la sensación de que importas en ese lugar y de que a los demás les importas tú.
“Hay quienes dicen que la oficina es solo un lugar para trabajar y luego irse. Pero las conexiones con otras personas hacen que el trabajo sea más agradable. Es importante saber que tenemos un mejor amigo en el trabajo”, dice la investigadora.
Laurie defiende, entonces, una regla para cualquiera que quiera hacer amigos, independientemente del lugar: “Sé positivo y dispuesto a comunicarte. No se trata de ser amable todo el tiempo, pero no somos un robot de inteligencia artificial que solo hace sus tareas y se apaga”, concluye.