Silvia Pinto Valero/The Conversation
Según una encuesta sobre satisfacción laboral realizada a principios de 2024, en este caso en España, quienes respondieron están satisfechos con el trabajo, pero tienen una gran queja: los salarios. Ocho de cada 10 se declaran contentos con su empleo pero cuatro de cada 10 se consideran mal pagados.
Esté dónde esté, es posible que usted se encuentre dentro de ese porcentaje de empleados que considera que su salario no está a la altura de su rendimiento laboral, y más de una vez se ha planteado hablar con su jefe para mejorar su situación.
Factores a considerar
Si tras evaluar su propio desempeño considera que está en condiciones de negociar una subida salarial –y la situación de la empresa es la adecuada–, entonces ¡adelante!, es el momento de realizar su solicitud.
Es cierto que negociar un aumento salarial puede convertirse en una situación estresante, además de delicada. Por eso, vamos a tratar de establecer los pasos a seguir para preparar y llevar a cabo una negociación eficaz.
No existe un único modo de negociar porque hay muchos factores que influyen: el propio carácter, el carácter de la persona con la que se va a negociar, si es una sola persona o habrá que abordar el tema con varias, cuál es la cultura de la empresa, el momento.
La discreción también es importante: se trata de un tema entre usted y la empresa, así que no es muy aconsejable ir aireándolo con los compañeros.
Preparar la negociación
Todas las negociaciones tienen una serie de fases que se deben tener en cuenta. El paso previo, el de preparación de la negociación, es un momento fundamental.
Antes de abordar el encuentro con su jefe averigüe cómo están los salarios en el mercado en el que se mueve. Es importante saber cuánto están pagando otras empresas por un puesto y una experiencia similar a la suya. LinkedIn puede ser una buena herramienta para definir esos parámetros.
Evalúe su desempeño en la empresa: ¿qué está aportando?, ¿cuáles han sido sus últimos logros?, ¿ha superado los objetivos marcados?, ¿ha asumido nuevas responsabilidades? ¿Cómo es su relación con sus compañeros? ¿Y con su jefe? Es importante tener datos concretos sobre los logros obtenidos para poder ponerlos encima de la mesa en el momento de la negociación.
Definir objetivos
Analice hasta dónde quiere llegar. Debe tener muy claro qué es lo que quiere conseguir y qué va a hacer si su jefe le dice no. ¿Qué alternativas se plantea? Una mejora salarial puede ser un aumento de sueldo, con o sin ascenso profesional, pero también se puede traducir en un incremento en el porcentaje de sus ingresos variables o en una ampliación de sus días de vacaciones.
Pida una reunión con su jefe: no hace falta que dé muchos detalles sobre el contenido de la reunión, coméntele que le gustaría que hablasen cuando tenga un rato. Si le pregunta por el motivo, dígale que quiere comentar un tema relacionado con el trabajo. Eso sí, evite reunirse en momentos de dificultad o estrés en la empresa. Es mejor aprovechar cuando las cosas estén tranquilas y estables o se haya conseguido un hito importante dentro de la organización.
Antes de hablar con su jefe, y sabiendo lo que quiere conseguir, prepare bien lo que va a decirle. Incluso ensáyelo varias veces para conseguir interiorizar los motivos que va a exponer como base para solicitar el aumento. Tiene que contar de forma clara y concisa las razones por las que considera que es momento de una revisión salarial. En su argumentación, no se compare con otros compañeros: utilice sus propios méritos en relación con lo que aporta a la empresa.
El desarrollo de la reunión
Durante la reunión muestre seguridad, intente no transmitir nerviosismo. Cuide su lenguaje corporal, utilice un tono amigable y relajado. Y sea natural. Si se ha preparado bien la reunión tendrá argumentos más que suficientes para plantear su petición. Recuerde:
Se trata de una solicitud no de una amenaza: cuando haga su planteamiento no lo muestre como una disyuntiva ni deje entrever que si no consigue lo que quiere habrá un cambio en la situación (a menos que realmente se esté planteando abandonar la empresa).
No exponga motivos personales: está pidiendo una subida porque profesionalmente la merece. No porque no le alcance el sueldo para pagar el alquiler, la hipoteca o el colegio de los niños.
Aborde las posibles objeciones: cuente con que van a aparecer, téngalas preparadas, responda con seguridad. Prepárese para tener argumentos y respuestas. A lo largo de la conversación pueden darse situaciones que quizás le obliguen a negociar:
Que su jefe acepte su solicitud: en este caso, ¡enhorabuena!, pero igual es importante que, además del sí, obtenga detalles de cómo y cuándo se implementará el aumento.
Que su jefe le diga que no: si esto ocurre, mantenga la calma y controle su lenguaje (verbal y no verbal). No vea la negativa como una derrota y pregunte amablemente las razones: así podrá conocer las áreas en las que debe mejorar para más adelante volver a presentar su solicitud. Además, así muestra su compromiso con su crecimiento profesional dentro de la organización. No demuestre un exceso de abatimiento, ya que esto puede ser considerado como desmotivación.
Que su jefe diga que lo estudiará o que lo verá con sus superiores: agradézcalo e intente detectar su posición real ante la solicitud. Si su jefe no lo apoya es difícil que lo consiga. Pregúntele sobre la fecha aproximada en la que cree que podrá tener una respuesta.
Que su jefe quiera negociar: si al pedir el aumento ha propuesto una cantidad, puede que su jefe quiera negociar por una cantidad más baja. Prepárese para discutir diferentes cifras y sea flexible si considera que la oferta final es razonable.
El cierre
Sea cual sea el resultado de la reunión, mantenga el tono y agradezca el tiempo dedicado. Si la respuesta ha sido positiva, además de dar las gracias cierre la fecha en la que se hará efectivo el aumento y pregunte si tiene que realizar algún trámite administrativo en el departamento de personal (generalmente no hará falta pero así reafirma los términos del acuerdo). Si el asunto queda pendiente trate de cerrar una fecha para conocer la decisión definitiva.
Si la respuesta es negativa, como habrá pedido un feedback sobre las cuestiones en las que flaquea, comprométase a mejorar o cumplir un plazo para volver a hablar en unos meses. Despídase con cordialidad.