Todos nos relacionamos con mayor o menor asiduidad, con cierto número de personas. Dentro de ese universo, existe una cantidad más pequeña de personas, con las que tenemos más cercanía. Tal vez, si piensas en estas últimas, puedes identificar un grupito aún más pequeño con el que tienes más intimidad.

Este conjunto de individuos que mantienen relaciones interpersonales -entre sí y con nosotros- se denomina red afectiva y está caracterizada por la presencia de sentimientos positivos tales como el amor, la amistad, la empatía y el apoyo.

Los vínculos que mantenemos con los integrantes de nuestra red afectiva pueden ser de diversa índole (familiares, de amistad, de pareja, laborales, etc.) y pueden darse en diferentes contextos, como el hogar, la universidad, el trabajo o la comunidad.

Esta red afectiva desempeña un papel fundamental en nuestra vida, ya que es la que nos proporciona apoyo emocional, social y material, y contribuye a la salud física y mental, al bienestar y al desarrollo personal.

Las redes afectivas pueden analizarse según las siguientes características:

• La intensidad de las relaciones puede variar, desde las más superficiales hasta las que son muy cercanas.

• La calidad de las relaciones (que se refiere a la gratificación que aportan a las personas involucradas).

• Las relaciones pueden ser de corta o larga duración.

Las redes afectivas desempeñan las siguientes funciones:

• Nos proporcionan apoyo emocional en momentos difíciles y acompañan nuestros momentos felices.

• Nos ayudan a afirmar nuestra pertenencia a un grupo social determinado, cuya identidad compartimos, en cierto grado.

• Pueden brindarnos apoyo material en situaciones de necesidad.

• Contribuyen a nuestro desarrollo personal, ayudándonos a crecer y a madurar.

Cada uno de nosotros puede trabajar para fortalecer su propia red afectiva, volverla cada vez más sólida, y cada uno de sus miembros será también más fuerte. Si nuestros vínculos son saludables, entonces nosotros también lo seremos.

Cuando invertimos tiempo y esfuerzo en el desarrollo de nuestros vínculos, somos honestos y sinceros con los demás, ofrecemos apoyo y comprensión y somos agradecidos, estamos contribuyendo al entramado del que somos parte.

Los beneficios cognitivos de pertenecer a una red afectiva son variados.

Las relaciones sociales nos ayudan a mantenernos mentalmente activos y a aprender cosas nuevas. Además, las personas con redes afectivas fuertes suelen tener una mejor memoria, atención y capacidad de aprendizaje que las personas que están aisladas socialmente, debido a que nuestros afectos nos hacen sentir apoyados y seguros.

Al mismo tiempo, dado que en nuestra red afectiva podemos obtener apoyo y consejos, aumenta también nuestra capacidad de resolver los problemas. Y al considerar diferentes perspectivas y obtener información de nuestros seres queridos podemos tomar mejores decisiones.

Todo esto redunda en que nos sintamos mejor preparados para lidiar con situaciones desafiantes de la vida, lo cual reducirá el estrés y nos ayudará a mantener una actitud positiva.

Para fortalecer la red afectiva, pasemos tiempo con nuestros seres queridos (si es posible, que sea cara a cara, aunque si ello no es posible puede ser través de las redes sociales).

Puede ser que muchos de nosotros estemos muy ocupados con nuestro trabajo y obligaciones, pero podemos agendar, por ejemplo, una reunión mensual con un grupo de amigas o amigos para compartir una merienda y ponernos al día.

Tal vez compartimos algún interés particular con algún miembro de la familia o compañero de trabajo, como practicar un deporte, jugar juegos de mesa o ir al cine, y esa puede ser la excusa perfecta para verse con frecuencia y estar presentes cada uno en la vida del otro.

A veces el voluntariado o la participación en un club son una excelente manera de conocer nuevas personas y hacer amigos.

Las relaciones sociales son un pilar importante en el bienestar y la salud de cada uno de nosotros, y un ingrediente fundamental para la felicidad que todos deseamos construir

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2. Mi hijo tiene varios hermanos. De hecho, tiene tantos hermanos como hermanas. Todas las hermanas tienen el doble de hermanos que de hermanas. ¿Cuántas hijas e hijos tengo?

3. Cual es la palabra de 4 letras, que tiene 3 letras, aunque se escribe con 6, raramente consta de 9, mientras tiene 8, y nunca se escribe con 5.

Respuestas                                                                                                                                                    
1.
La respuesta es el número 81. El patrón de la serie es que, para formar el resultado, se toman la primera y la tercera cifra del número de la columna de la izquierda.

2.
En total tengo 3 hijas y 4 hijos.

3.
No se trata de una adivinanza, sino de una afirmación que describe la cantidad de letras que tienen estas palabras.

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