Ana Abbona Santín
El miedo es una emoción natural que todas las personas experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Es una respuesta a lo que percibimos como una amenaza, ya sea real o imaginaria. Esta sensación puede ser desagradable, pero también puede acarrear beneficios, como los siguientes:
• Protección. El miedo puede evitar que nos expongamos a situaciones peligrosas y corramos riesgos innecesarios.
• Motivación. Puede motivarnos a tomar medidas para evitar una amenaza percibida. Por ejemplo, si en algún momento sentimos temor a perder nuestro trabajo, es más probable que nos esforcemos para mantener nuestro empleo.
• Aprendizaje. El miedo puede ayudarnos a aprender de nuestros errores, por temor a repetirlos.
Por supuesto, el miedo también puede tener ciertas desventajas. Si es demasiado intenso o persistente, puede provocar ansiedad o problemas de salud mental, por lo que es importante gestionarlo de forma saludable.
Aquí hay algunos consejos que pueden ayudarnos:
• Identificar la fuente del miedo. Una vez que reconocemos qué es o que nos lo provoca, podemos comenzar a afrontarlo.
• Enfrentar el miedo de forma gradual. No intentemos superar el miedo de la noche a la mañana. Aceptémonos, dándonos el tiempo que sea necesario.
• Buscar apoyo de un profesional de la salud. Si el miedo interfiere con nuestra vida diaria, busquemos atención profesional.
Cerebro y miedo.
El miedo es una emoción compleja que afecta a todo nuestro cuerpo, incluido el cerebro.
Nuestro cerebro lo procesa en dos etapas principales. Primero sentimos una posible amenaza, ya sea real o imaginaria, y luego se desencadena una serie de cambios físicos y psicológicos para prepararnos para la amenaza, en la que se da aumento de la frecuencia cardíaca y el ritmo de la respiración, sudoración, contracciones musculares, cambios en la presión arterial, entre otros.
• Una pequeña estructura que se encuentra en el lóbulo temporal del cerebro —la amígdala— es responsable de detectar amenazas y desencadenar la respuesta al miedo.
• El hipocampo gestiona la memoria y el aprendizaje y almacena recuerdos de situaciones que nos han hecho sentir miedo.
• La corteza prefrontal es responsable del pensamiento, la planificación y la toma de decisiones, y controla la respuesta al miedo.
• El hipotálamo controla el sistema nervioso autónomo y desencadena los cambios físicos que se producen cuando sentimos miedo.
Las emociones.
Cuando sentimos miedo, podemos tener pensamientos negativos, por ejemplo:
• Pensamientos catastrofistas. Pensar que las cosas van a salir mal, incluso cuando hay pocas pruebas que lo respalden.
• Pensamientos de incompetencia. Pensar que no somos capaces de afrontar una situación.
• Pensamientos de indefensión. Pensar que no tenemos control sobre una circunstancia en particular.
• Pensamientos de aislamiento: sentirse solo y aislado.
• Estos pensamientos negativos pueden empeorar el miedo y hacer que sea más difícil afrontar la situación.
Estrategias.
Las estrategias más efectivas para gestionar los pensamientos negativos provocados por el miedo incluyen:
• Identificar los pensamientos negativos, para poder trabajar sobre ellos.
• Preguntarnos si esos pensamientos negativos son realmente realistas, si lo que ocurre es que estamos exagerando la amenaza o subestimando nuestras propias capacidades.
• Buscar apoyo entre nuestros amigos, familia o profesionales.
Gestionar el miedo.
Aprender a gestionar los pensamientos negativos puede ayudarnos a afrontar el miedo de forma más saludable.
Las emociones opuestas al miedo son aquellas que se asocian con la seguridad, la confianza y la tranquilidad. Algunas de las emociones opuestas al miedo incluyen:
• Alegría. Si nos sentimos felices y satisfechos, somos más propensos a asumir riesgos y a desafiarnos a nosotros mismos.
• Confianza. Cuando confiamos en nuestras propias capacidades, nos animamos a explorar nuevos entornos y experiencias.
• Tranquilidad. Al relajarnos, podemos pensar con claridad y tomar decisiones racionales.
• Coraje. La valentía nos motiva para expresarnos y defender lo que creemos.
• Aceptación. Adaptarnos a las situaciones que escapan a nuestro control nos devuelve la armonía.
Las emociones opuestas al miedo se asocian con sentimientos que son positivos y saludables, pero es importante tener en cuenta que las emociones son complejas y pueden coexistir.
Aprender a cultivar el más amplio espectro de emociones, viviéndolas de manera consciente nos ayuda a vivir una vida más plena y satisfactoria.
Desafíos.
1. ¿Cuál es el resultado de sumar 6 días y 8 horas + 3 días y 16 horas?
2. Si me tienes, quieres compartirme. Si me compartes, no me tienes. ¿Qué soy?
3. Estás en una sala a oscuras con una vela, una estufa de leña y una lámpara de gas. Solo tienes un fósforo. ¿Qué enciendes primero?
Respuestas:
1. 10 días.
2. Un secreto.
3. El fósforo
Ana Abbona Santín
Creadora del Espacio Rejuvenate de Entrenamiento Cognitivo.
Whatsapp: 099 22 05 54
Mail: rejuvenateuruguay@gmail.com
Ante cualquier duda o inquietud, podés contactar a Rejuvenate a través de su página www.rejuvenateuruguay.com