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Quienes están estudiando saben que, para tener un buen desempeño académico, se necesita concentración y una buena memoria. En los exámenes, especialmente, la capacidad de recordar información es esencial.

Pero una buena memoria no solo beneficia a los estudiantes, y la suplementación alimentaria (con supervisión médica, por supuesto) puede traer beneficios para la salud.

La memoria ayuda a almacenar información en la mente y recuperarla, al igual que la concentración permite enfocar la atención en una tarea específica sin distracciones.

Foto: Pixeid.

Según Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de la Escuela de Medicina de Harvard, existe una vitamina especializada en mejorar la memoria y aumentar la capacidad de retención.

La vitamina B, en cualquiera de sus formas, es responsable de mejorar la memoria y la concentración, habilidades esenciales para el estudio.

Aquí están las diferentes variantes de la vitamina B y sus beneficios:

• Vitamina B1 (Tiamina): Esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso, la tiamina está involucrada en el metabolismo energético de las células nerviosas.
  
• Vitamina B2 (Riboflavina): La riboflavina contribuye al metabolismo energético de las células nerviosas a través de la producción de flavoenzimas, que actúan en las mitocondrias.
  
• Vitamina B3 (Niacina): Es fundamental para la producción de energía y el buen funcionamiento del sistema nervioso.
  
• Vitamina B6: Está involucrada en muchos procesos químicos del cuerpo, ayudando al sistema nervioso a funcionar correctamente.
  
• Vitamina B12 (Cobalamina): Importante para producir neurotransmisores y mantener el sistema nervioso en buen estado.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 2.000 millones de personas en el mundo tienen deficiencia de vitaminas y minerales esenciales.

"No podemos vivir sin ellas, lo sabemos porque investigaciones pioneras realizadas con roedores mostraron que, aunque se alimentara a los animales solo con glucosa y proteínas libres, todavía morían o presentaban problemas de salud.

Así fue como se descubrió que existen seis componentes esenciales para nuestra supervivencia: las vitaminas A, D, el complejo B, C, E y K, que nos mantienen a flote", explica Valentina Martínez, graduada en Nutrición.

Los especialistas destacan que la cantidad exacta de vitaminas que se debe consumir depende de la edad, el sexo, el estado de salud y la actividad física de cada persona.

"Existen recomendaciones generales llamadas Ingestas Diarias de Referencia (IDR) que nos orientan sobre cuánto necesitamos por día. Sin embargo, estas cantidades pueden variar, por lo que lo mejor es consultar a un profesional", afirma Matías Marchetti, nutricionista y autor de libros sobre vida saludable.

En este sentido, las vitaminas del complejo B se destacan por: fortalecer el sistema inmunológico, prevenir una serie de trastornos que pueden afectar la calidad de vida y convertir los alimentos en energía, evitando síntomas no deseados como fatiga, irritabilidad e incluso depresión, entre otros.

La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard afirma que este grupo de vitaminas se puede encontrar en los siguientes alimentos: productos lácteos, huevos, carnes rojas y blancas, frutos del mar; vegetales de hojas verdes oscuras; granos integrales y legumbres como porotos y garbanzos; frutas como cítricos, banana y sandía; y productos de soja.

El consumo debe hacerse con el estómago vacío para que el organismo pueda absorberla rápidamente y sin problemas.