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Marina Mammoliti, la argentina que conquista el mundo del podcast desde Uruguay con su "Psicología al desnudo"

Con 31 años y recibida de psicóloga en 2017, la argentina ha convertido su vocación en un nada desdeñable emporio comunicacional. Aquí la entrevista con El País.

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Marina Mammoliti
Marina Mammoliti.
Foto: Difusión.

Marina Mammoliti atiende el teléfono desde su casa de Punta del Este. Uruguay es el nuevo hogar de esta psicóloga argentina que —en poco tiempo— se ha convertido en una de las más exitosas referentes en salud mental a nivel internacional. Su podcast Psicología al desnudo es uno de los más escuchados del mundo, y figura en el Top 15 de la plataforma Spotify en este rubro.

Mammoliti vive en tierras orientales desde hace dos meses, pero no es la típica recién llegada a la ciudad fernandina desde Argentina. Antes de asentarse en el Este, durante los últimos cinco años, vivió en varios países, entre ellos España y Portugal.

Con 31 años y recibida de psicóloga en 2017, Mammoliti ha convertido su vocación en un nada desdeñable emporio comunicacional. Está a la cabeza de un equipo de más de 40 personas en cargos de administración y cerca de 150 profesionales de Psicología, que colaboran con ella para hacer de su emprendimiento uno de los que más repercusión tiene.

Marina Mammoliti
Foto: Difusión.

¿Todo ha ido muy rápido? Puede ser. Lo que está fuera de duda es que Mammoliti ha logrado cautivar a una audiencia de millones de personas, que escuchan sus podcasts y asisten a sus charlas porque han conectado con sus palabras y sus conocimientos. Ella dice que no se ha sentido abrumada por el notable y repentino alcance de su predicamento. A pesar de la cada vez mayor demanda que tienen sus palabras, el contacto con sus seguidores no la satura, aunque sí dice que todo lo que ocurre tras bambalinas, en la gestión de su iniciativa, a veces puede representar un desafío.

La génesis de "Psicología al desnudo" —y la empresa que sustenta toda su estructura, Psi Mammoliti— comenzó durante la pandemia, cuando la avidez por voces que pudieran generar sentido de lo que se estaba viviendo creció exponencialmente, más allá de que al principio, añade, había mucha reticencia a la consulta virtual.

Pero si bien fueron muchos los que pululaban en el mundo online y ofrecían solaz y consuelo, muy pocos lograron mantenerse en ese candelero.

De acuerdo a sus palabras, Psi Mammoliti nació de su propia historia con las emociones, “y las herramientas que fui ganando por tener el privilegio de estudiar la carrera de psicología”, y agrega que una posible explicación para su éxito es su pasión por comunicar. Pero no solo. En una reflexión durante la charla, Mammoliti dice creer que el éxito puede deberse a esa pasión por comunicar antes mencionada, en combinación con su apego al rigor con el que encara todo lo que hace para proporcionar bienestar psicológico y educación emocional, ya que además de los podcasts también ofrece servicios de psicoterapia personalizados online.

“Los temas que trato están muy presentes entre el público. Por ahí, lo que ocurre es que por un lado hay muchos profesionales que comunican con un lenguaje científico que puede ser un tanto difícil de comprender. Y por el otro hay también muchos que en aras de la simplificación, por ahí no cuentan con la validación científica y el rigor con el cual intento transmitir todo”.

Conceptos que se diluyen en la masividad

La proliferación de coaches, gurúes, influencers y otras figuras que han popularizado gran parte de los conceptos que se manejan en la psicología es un fenómenos de los últimos años. Si bien esto contribuye a acercar a mucha gente a nociones que hacen al bienestar y la saludmental, también pueden representar un riesgo: el de diluir términos y conceptos que insumieron muchos estudios y exigencias.

Marina Mammoliti
Marina Mammoliti
Foto: Difusión.

Al respecto, Mammoliti sostiene que la masificación siempre conlleva esos riesgos. “Todo el tiempo lo veo. Y trato de combatirlo, para volver a darles la profundidad que sí tienen. Hay conceptos que están muy manoseados. Tengo mil ejemplos, pero menciono el de la autoestima. Me sorprende mucho. Es uno de los conceptos más complejos de la psicología, porque en él hay muchísimas aristas como patrones de apego, de identidad, de la capacidad que tengo de amarme o no. Cuando veo que hay cursos de pocas horas para mejorar la autoestima, me agarro la cabeza. Hay que escarbar tanto, lleva tanto tiempo, que decir que pararse ante el espejo y pronunciar ‘afirmaciones’ es no solo irresponsable, sino una mentira. Pero bueno... Eso lo que pasa cuando un término se masifica. Pierde profundidad, empieza a parecer algo fácil”.

Y eso, añade, lleva algo que es perjudicial: “Cuando parece fácil, lo que sigue es que uno empieza a pensar que una autoestima insuficiente o inalcanzable es culpa de uno". De acuerdo a sus palabras, cuando se trata de seguir unos pocos pasos para alcanzarla, como se promete, y uno no lo consigue, la culpa se vuelve hacia adentro.

Si bien reconoce que muchos los tópicos que ella desarrolla en sus podcasts forman parte de la conversación pública acerca sobre salud mental, hay uno en particular que ella ha elegido como marca de distinción: la educación emocional. “Cuando me di cuenta de que somos analfabetos emocionales, que no sabemos nada de emociones, decidí crear el podcast e Instagram” (su cuenta en esa red social tiene cerca de 420.000 seguidores).

“Veía en mis pacientes esa carencia, y yo contaba con herramientas de gestión emocional que eran muy simples y valiosas, con las que podía hacer la diferencia. Pensé que tenía que crear un equipo para así poder llegar a más gente. Porque me di cuenta que por sí sola no iba a poder seguir. Iba creciendo demasiado”, recuerda.

Para ella, las emociones son constitutivas de la identidad y la existencia, una parte integral del día a día. La metáfora que elige es la de un vehículo que uno debe aprender a manejar. Si no se aprende a manejarlas, sería como estar como estar al volante de un auto sin saber cuándo meter los cambios, acelerar, disminuir la velocidad o frenar. “Eventualmente, terminaremos chocando”.

Mientras más se comprendan y mejor se gestionen esas emociones, mejores serán las decisiones que se tomarán, para construir vínculos más sanos, tanto con quienes están alrededor como hacia el interior, en el diálogo constante que uno mantiene consigo mismo.

“Me gusta pensar en nuestras emociones en general como herramientas para alcanzar nuestros sueños. Suena trillado, lo sé. Pero es real”, concluye.

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