Cuando las relaciones amorosas llegan a su fin, el dolor y la confusión pueden parecer insuperables. En medio de este torbellino emocional, surge la idea del "contacto cero" como una posible solución para sanar y avanzar. 

Pero, ¿es realmente recomendable? ¿Ayuda a acelerar el proceso de duelo o se convierte en una encrucijada emocional? Estas dudas, junto a muchas más, pueden surgir si te encuentras atravesando una situación así.

Es crucial reconocer que las relaciones amorosas pueden volverse adictivas en ciertos casos. Existen las adicciones sin sustancias. Así, cuando quedamos “atados” a una relación, estamos frente a una adicción.

Se puede ser adicto al amor, pero también al mal amor. Puede que quieras separarte de tu pareja, o consideres que la separación es lo mejor para los dos. Sin embargo, incluso siendo consciente de ello, podrías sentir la necesidad de estar con esa persona.

Al separarnos de alguien, nuestro cerebro activa los mismos mecanismos de abstinencia que tienen lugar al dejar una droga. La dependencia emocional y la necesidad de la presencia del otro pueden crear un vínculo tan poderoso que resulta difícil romper. Esta dependencia puede prolongar el sufrimiento post-ruptura y dificultar el proceso de recuperación.

Normalmente, cuando nos referimos a un duelo, pensamos en el proceso emocional que surge tras el fallecimiento de un ser querido. Sin embargo, podríamos decir que el duelo siempre se presenta tras una pérdida. Esto incluye una separación de pareja.

Cuando una relación llega a su fin, se desata un complejo proceso de duelo emocional. Cada individuo experimenta este proceso de manera única, pero todos comparten la carga del dolor y la adaptación a una nueva realidad sin la presencia del otro.

En estas circunstancias, las personas suelen tomar medidas para atravesar el proceso de duelo de la mejor manera posible. El contacto cero es una de ellas.

Se trata de una estrategia que implica cortar toda comunicación y contacto físico con una expareja después de una ruptura. Esto incluye establecer contacto a través de redes sociales (o revisar sus perfiles), llamadas telefónicas, y, por supuesto, los encuentros cara a cara. Tampoco hablar de esa persona con otros. En fin, implica evitar su presencia.

El objetivo es establecer límites claros y permitir que ambas partes se centren en su propio proceso de sanación emocional. Permitirse espacio para alojar nuestros sentimientos y estar con nosotros mismos puede ser una gran idea en estos casos.

Si te encuentras atravesando una ruptura, puede que estés debatiéndote entre si implementar o no el contacto cero. Te recomendamos escuchar el episodio 10 del podcast Psicología al Desnudo en Comunidad. Si estás atravesando una ruptura seguramente te ayudará a reflexionar y llegar a una decisión al respecto.

Este es especialmente beneficioso en algunos casos particulares. Generalmente, se recomienda frente a separaciones dolorosas. Esto es así porque en ellas el duelo puede vivirse intensamente. 

Veamos en ejemplos cuándo puede ser una buena idea decidir no mantener contacto con nuestra expareja:

• Cuando sentimos que tener contacto con esa persona nos hace mal.
• En los casos en que cuesta decidir terminar una relación, y los recuerdos ponen nuestra decisión en duda.
• En situaciones en la que, a pesar de intentar poner fin a la relación en buenos términos, las charlas terminan en reconciliaciones sin solucionar los problemas de fondo.
• Cuando alguien se va de nuestras vidas sin dar explicación, para evitar la tentación de escribirle de nuevo para saber por qué lo hizo.

Por supuesto, la decisión de implementar el contacto cero es personal. No quiere decir que, si no te encuentras atravesando una situación similar a alguna de estas, no puedas hacerlo. Si lo consideras adecuado, adelante. Te impulsamos a hacerlo.

Esta medida proporciona un espacio necesario para el autocuidado y la reflexión. Mantener el contacto con la persona de la que nos separamos podría ser confuso si no tenemos la inteligencia emocional suficiente para sobrellevar la situación saludablemente.

Al eliminar la presencia constante del otro, se facilita el proceso de superar una ruptura y se fomenta el crecimiento personal. Además, ayuda a establecer límites saludables y a prevenir la recaída en patrones de comportamiento dañinos.

Como explica en el podcast Marina Mammoliti, para las neurociencias el contacto cero es una poderosa herramienta para romper un enlace poco sano. Por eso, si crees que lo necesitas, anímate a ponerlo en práctica.

Quiero acelerar el proceso de duelo luego de separarme, ¿ayuda no tener contacto con mi ex?

Esta puede ser una herramienta valiosa para superar una ruptura. Sin embargo, no podríamos afirmar que puede acelerar el proceso de duelo. Este proceso es de lo más personal, y no puede asegurarse que dejar de tener contacto con una persona haga que su tránsito sea más veloz.

De todas formas, se considera que es una decisión saludable. Dejar de contactar a nuestra expareja te permitirá enfocarte en tu propia recuperación emocional. Sin embargo, es importante estar preparado para enfrentar las emociones difíciles que puedan surgir durante este período.

Si este es tu caso, tenemos una recomendación para ti. Se trata de un reto de 10 días para comenzar un proceso de desapego. Puedes descargarlo e intentarlo. Sin dudas será un valioso recurso si necesitas desapegarte de aquello que ya no suma en tu vida.

Me separé y mi expareja me propuso implementar el contacto cero, pero no estoy listo

Es fundamental respetar tus propios límites y necesidades emocionales. Si no te sientes listo para implementarlo, comunica tus sentimientos de manera clara y honesta a tu expareja. 

Explícale tus razones y propón alternativas que te ayuden a manejar la situación de manera saludable. Sin embargo, también deberás escuchar sus motivos. Lo mejor será que puedan llegar a un acuerdo sano para ambos.

Propuse mantener dejar de tener contacto luego de la separación, pero mi ex dice necesitarme cerca

En este caso, es importante priorizar tu bienestar emocional y mantener tus límites personales. Explícale a tu expareja que necesitas tiempo y espacio para sanar, y sugiere otras formas de apoyo mutuo que no impliquen contacto directo.

Es esencial que puedas poner los límites necesarios para cuidar de tu salud mental. Si acaso tienes dificultades para hacerlo, te dejamos aquí un regalo. También, si este es tu caso, te recomendamos este ebook que te ayudará a poner límites sanos a partir de hoy. Haz click sobre el enlace para acceder a él.

Imagen: Pxhere.

En última instancia, decidir dejar de contactar a nuestra expareja post ruptura puede ser tanto un camino hacia el bienestar emocional como una encrucijada emocional. Dependiendo de cómo manejen ambas partes del vínculo la situación.

Sin dudas, es una herramienta poderosa para establecer límites saludables y fomentar el crecimiento personal, pero también puede ser difícil de implementar y mantener. Lo más importante es escuchar y respetar tus propias necesidades emocionales mientras navegas por el proceso de superar una ruptura.

Si acabas de terminar una relación amorosa, tenemos un desafío ideal para ti. Se trata de un reto de 10 días para comenzar a sanar luego de una ruptura. ¡Anímate a intentarlo! Podría ser el inicio del trayecto hacia tu equilibrio emocional.

Recuerda que el tiempo y el autocuidado son fundamentales en el camino hacia la sanación y el bienestar emocional post ruptura. Por ello, el contacto cero puede ser una buena idea.