Pertenecer a grupos y comunidades nos fortalece y nos otorga sentido durante la vida

Aunque somos gregarios por naturaleza, conviene tener claro algunas de las buenas prácticas necesarias para que los grupos prosperen en sus objetivos y tengan un buen clima interno.

Compartir esta noticia
Juego al aire libre.jpeg
Foto: Pexels.

Ana Abbona Santín*
Los seres humanos somos gregarios. Nacemos y vivimos como miembros de una comunidad o sociedad y sin eso no podríamos existir, porque solos y aislados somos vulnerables.

Cada uno de nosotros, además, forma parte de diferentes grupos de dos o más personas que comparten características comunes, interactúan entre sí y tienen un sentido de pertenencia a la misma unidad.

Dentro de un grupo intercambiamos información, opiniones y experiencias, y tratamos de alcanzar ciertos objetivos compartidos de manera conjunta. Nos sentimos parte de una misma unidad y compartimos una identidad común, más allá de que contemos o no con una estructura formal, con roles y jerarquías definidas, o una estructura informal, donde las relaciones son más espontáneas y flexibles.

Podemos hablar de la familia, de equipos de trabajo, de barras de amigos, de socios de un club deportivo o incluso de comunidades online. Ya se trate de grupos pequeños, medianos o grandes, formales o informales, homogéneos o heterogéneos, los grupos juegan un papel fundamental en nuestras vidas.

Reunión.jfif
Foto: Medium.

Nos proporcionan apoyo social, nos ayudan a desarrollar nuestras habilidades y nos permiten alcanzar objetivos que serían difíciles de lograr de manera individual.

La confianza es fundamental para desarrollar y fortalecer un grupo. Es la base sobre la cual se construyen vínculos sólidos y duraderos, y es esencial para lograr el éxito colectivo.

Equipo fútbol femenino.jpeg
Foto: Medium.

Para construir esa confianza, es importante tener en cuenta algunos aspectos:

  • Comunicación abierta y honesta. Los miembros del grupo deben sentirse cómodos para expresarse sin temor a ser juzgados o criticados. La comunicación debe ser transparente, tanto en los momentos buenos como en los difíciles, promoviendo una escucha activa y respetuosa.
  • Compromiso con los objetivos comunes. Todos deben estar comprometidos con el logro de los objetivos comunes. Cada uno de ellos debe ser capaz de aportar sus habilidades y conocimientos para el bien del grupo.
  • Respeto mutuo. Implica valorar las diferencias, aceptar las opiniones divergentes y evitar los comentarios hirientes o discriminatorios.
  • Responsabilidad y cumplimiento de compromisos. Cada uno de nosotros debe ser responsable de sus acciones y cumplir con sus compromisos. Esta responsabilidad individual fortalece la cohesión del grupo.
  • Disposición para ayudar y colaborar. La colaboración genera un entorno de apoyo y solidaridad que beneficia a todos. Los miembros de un grupo deben estar dispuestos a ayudarse mutuamente y colaborar para alcanzar los objetivos comunes compartiendo recursos, conocimientos y experiencias.
  • Resolución de conflictos de manera constructiva. Es inevitable que surjan conflictos en cualquier grupo, lo importante es abordarlos de manera constructiva, buscando soluciones que satisfagan a todas las partes. La comunicación abierta y la empatía son claves para resolver conflictos de manera efectiva.
  • Celebración de los logros y el aprendizaje de los fracasos. El reconocimiento y la celebración de los logros grandes o pequeños del grupo, fomenta la motivación y el sentido de pertenencia. Así mismo, es importante aprender de los fracasos y utilizarlos como oportunidades para mejorar.
  • Liderazgo efectivo. Un buen líder es aquel que fomenta la confianza, la comunicación abierta y el trabajo en equipo. Debe ser capaz de inspirar a los miembros del grupo, delegar responsabilidades y brindar apoyo cuando sea necesario. El resultado será un ambiente en el que todos se sienten valorados y pueden contribuir al éxito del grupo.
  • Compromiso con el crecimiento y la mejora continua. Un grupo saludable es aquel que está constantemente buscando formas de crecer y mejorar. Los miembros del grupo deben estar abiertos a recibir feedback, aprender de nuevas experiencias y adaptarse a los cambios. En equipos de trabajo, por ejemplo, esta búsqueda continua de la mejora permite al grupo alcanzar su máximo potencial.

Fomentar la confianza en un grupo requiere tiempo, esfuerzo y compromiso por parte de todos sus miembros. Pero este esfuerzo encierra la promesa de recompensas significativas: mayor colaboración, mejor comunicación, mayor productividad y un ambiente más positivo y agradable.

*Espacio Rejuvenate de Entrenamiento Cognitivo.
WhatsApp +59899220554. Sitio web.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Grupos

Te puede interesar